Capítulo 53

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Nos abrimos paso por la autopista en dirección a mi apartamento. Tengo las piernas cruzadas y juego nerviosa con mis manos a la espera de que Donovan no reaccione de mala manera.

-¿Qué pienso de Paul? -repite mi hermano mientras frunce el entrecejo con confusión-. ¿A qué viene esa pregunta?

Suelto un suspiro cansado y me cubro el pecho con la chaqueta de Jack. No sabía cómo encarar la conversación y aquello me aterraba. Pero ya había pasado demasiado tiempo y creía que tenía las herramientas suficientes para mantener la calma.

-¿Por qué creés que me dijo en lo de los Montgomery que nos debíamos una conversación?

-No lo sé -responde mientras tamborilea sus dedos sobre el volante con impaciencia-. Quizás porque solía trabajar para nosotros y quería ponerse al día contigo.

-¿Ponerse al día conmigo? ¿De verdad, Donovan?

-No sé qué quieres que piense...

-Piensa como un hombre.

-Si pienso como un hombre sólo se me ocurriría un motivo y estoy tratando de no ser tan cerrado de mente porque es algo que siempre te molestó de mi.

Donovan hace una pausa incómoda antes de seguir hablando cuando se da cuenta que no le llevo la contraria. Sus ojos me buscan por una fracción de segundo y vuelve a fruncir el entrecejo antes de fijar su vista en la carretera.

-¿Por qué no me dices nada?

-Porque creo que ya sabes la respuesta.

-Vamos, Briana. Déjate de bromas.

-No estoy bromeando, Donovan.

Se hace un silencio absoluto dentro del coche y aunque el aire acondicionado esté encendido el ambiente se siente gélido. Me parecía extraño que no quisiera aceptar aquello, pero quizás tenía razón y los meses de terapia lo habían ayudado a no querer anticipar lo peor antes de que yo se lo confirmara.

-¿En qué estás pensando? -le pregunto con una mezcla de curiosidad y miedo.

-¿De verdad quieres saberlo? -asiento y el joven mueve su cabeza para hacer tronar los huesos de su cuello, sin embargo no vuelve a abrir la boca.

-¿Estás enojado?

-¿Tú qué creés, hermanita?

-Lo siento, pensé que querías que te pusiera a prueba.

-Una cosa es que me piques con Jack, y otra muy diferente es que empieces a soltar información sobre viejos amantes tuyos.

Hago una mueca de culpa con mis labios y me quedo en silencio. No sé exactamente qué decir o cómo continuar con la conversación pero mi hermano mayor parece sentir lástima de mi repentina confesión e intenta no perder los nervios.

-¿Cuándo?

-¿Cuándo qué?

-¿Cuándo te acostaste con él? ¿Fué antes o después de dejar el proyecto del hotel?

-Antes.

-¿Y fué algo de una sola vez o...?

-Nunca llegamos a salir pero tampoco fué algo de una sola noche.

-Entiendo.

Donovan mueve la cabeza como si estuviera ordenando aquella nueva información. Pero lejos de cerrar la boca, continúa con las preguntas dispuesto a saberlo todo.

-¿Siguen viéndose?

-Por supuesto que no. Hace mucho tiempo dejamos de hablarnos, incluso antes de que yo empezara a salir de manera formal con Jack.

No Te Enamores De Mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora