Capítulo 51

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Llego al club sintiéndome mucho mejor. Sabía que las cosas estaban lejos de volver a la normalidad pero al menos estábamos dando el primer paso hacia un cambio significativo.

Saludo a mis compañeros de trabajo y no demoro en subir las escaleras hasta el despacho de Jack. No había pasado mucho tiempo desde que dejó el restaurante pero las últimas horas se sintieron eternas y necesitaba ver a mi novio.

Golpeo la puerta dos veces y cuando escucho su respuesta entro rápidamente a su oficina.

El joven se encuentra con la misma ropa con la que me despidió y el cabello lo lleva igual de impecable que siempre. Su espalda descansa cómodamente sobre el respaldo de su asiento de cuero y tiene en sus manos un par de planillas que estudia con atención. Sin embargo, su rostro se ilumina cuando me ve llegar a su lado.

-¿Qué estás haciendo aquí? -pregunta con una sonrisa deslumbrante y mira la hora en su reloj-. Creí que ibas a pasar toda la tarde con tu madre.

Llego a su lado y Jack se pone de pie para tomarme el rostro con ambas manos antes de besarme. El beso es dulce pero posesivo, como si estuviera dejando en claro lo mucho que me había extrañado el tiempo en el que estuvimos separados. Y aquello logra sacarme una sonrisa.

-Ya hice lo que tenía que hacer -me limito a responder entre beso y beso.

-Podrías haber regresado a mi apartamento o al tuyo para descansar, el club todavía no abre y no hay mucho para hacer.

-¿No me quieres aquí?

Jack me regala una media sonrisa y tira de mí para que mi pecho se pegue al suyo. Luego baja sus manos hasta mi trasero y lo toca a su antojo. El calor de su tacto sobre mi piel fría me provoca un fuerte sacudón en la parte más baja de mi vientre y tengo que controlar mis pensamientos sucios para hablar con mi novio como una persona normal.

-Por supuesto que te quiero aquí -dice y lleva sus labios a mi cuello-. Pero después de la charla con tu hermano supuse que ibas a querer tener un momento a solas para tí.

Abro los ojos cuando escucho aquello y pongo mis manos en su pecho para que deje de besarme.

-¿Sabías lo de mi hermano?

Los ojos de Jack me estudian con detenimiento sin decirme nada. No parece arrepentido pero tampoco quiere arruinar el ambiente íntimo que se había formado con mi llegada.

-Tu madre me lo contó.

-¿Te lo contó antes o después de que habláramos?

-Antes.

-¿Entonces sabías que Alexander iba a estar allí?

Mi novio asiente y rodeo los ojos mientras me alejo de él. Luego me siento sobre el borde de su escritorio y me arreglo el cabello con inquietud.

-¿Estás enojada conmigo?

-No -respondo y miro hacia otro lado para evitar sus hermosos ojos marrones-. Pero podrías habérmelo dicho.

Jack se acerca a mi lado a paso lento con las manos en los bolsillos y se ubica frente a mí.

-Si te lo decía no ibas a querer ir -contesta y me pone un mechón de cabello por detrás de mi oreja-. Tu madre y tu hermano me prometieron que no iban a obligarte a nada que no quisieras. Y sabía que ibas a manejar bien la situación en el caso que te sintieras incómoda al verlo.

-¿Hablaste con mi hermano también?

-Algo así -dice y me sonríe-. Tu madre me llamó la noche anterior y Alexander estaba con ella. Hablé muy poco con él, pero el sólo hecho de que se olvidara de sus estúpidos celos por un segundo demuestra lo importante que es para tu hermano arreglar las cosas contigo. Y ése fué el único motivo por el cual no te dije nada.

No Te Enamores De Mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora