Las risas de ambos niños llenaban la habitación, se oían tan felices que cualquiera que escuchará no pensaría que hubiera una bestia felina enorme casi desangrándose en el suelo. Encadenada sin poder hacer algo para curar sus heridas, y solo se dedicaba a respirar pesadamente.Tratando de que llegase suficiente aire a sus pulmones, tratando de olvidar el ardor que sentía en estos cada vez que intentaba rugir, ahogándose y pocas veces vomitando sangre.
Ja... Los humanos son una mierda.
Se rió a sus adentros, estos niños no son para nada iguales a Killua, quién no ha aparecido por ninguna parte.
Lo único que puede pensar para comprender de su tardía, es que lo tienen como a él, encadenado o en cualquier otro caso... Ocupado para que no pueda ir y buscarlo, quizás lo tienen lejos de ahí, y es una gran desventaja que el peliblanco no tenga un oído tan desarrollado como el suyo.
Una risita más se escuchó cerca de su oído.
— Felicidades, ya es el tercer día.
Sus ojos brillaron en un amenazante castaño.
Queriendo lanzarse y morder la yugular, o arrancar la cabeza para ver cómo el otro se llenaba de pánico y empezaba a rezarle a quien fuera que le escuchará.
¿Acaso vendrá su hermano mayor Illumi? ¿Vendrá a rescatar a tremendas ratas que aprovechan a que está encadenado para hacer y deshacer lo que quieran con su sagrado cuerpo? ¿Tendrán los cojones cuando se liberé?
Morir... Ustedes morirán.
Se lamió los colmillos, imaginando la escena...
Sí... La sangre desbordándose, filtrándose por las marcas de sus dientes en sus cuellos, sus bocas llenas del líquido carmesí mientras brotaba sin control haciendo que se ahoguen, salpicando mientras salía más y más... Cómo una fuente eterna de dolor y sufrimiento ocasionada por él.
— Ponlo a dormir.
Vio como se levantaba, vio como abrazaba al que tenía ojos morados, vio como sonreían y le daban una mirada lastimera.
¿De que mierda sienten lástima? ¿Acaso él da lástima? No, él no da lástima.
Una bestia que por naturaleza es dominante, orgullosa y peligrosa no tiene permitido bajar la cabeza ante nadie, absolutamente nadie. Mucho menos ante seres humanos, la existencia más vulgar de este planeta.
Sintió varias agujas en su cuerpo, pinchando mientras que un líquido corría por sus venas.
Ah... Es la droga anestesiante.
Sonrió, poco a poco sus sentidos comenzaron a dejar de servirle, su visión se volvió aún más borrosa que de costumbre y un gran escalofrío bajo por su espina dorsal... Un dolor, un crujir y una molestia.
El simple hecho de respirar le duele, pero inconsciente no puede sentirlo, el dolor desaparece y se duerme.Su respiración se volvió tranquila y constante.
Kalluto sonrió, mirando nuevamente a la bestia.
— Es una pena que solo seas amistoso con Killua. — suspiró.
Alluka de acercó, sintiendo cierta incomodidad al hablar de su tercer hermano mayor, sintiendo algo de culpa ya que él lo cuida, le da cosas ricas y bonitas. ¿Por qué siente algo feo en el pecho? Es contrariado, le gusta ver a la criatura así, pero también le asusta pensar en su hermano albino.
¿Cuál será su reacción cuando vea a la bestia en tal estado? ¿Se molestará con él? ¿Lo regañará? Quizás si hace lo último se sentirá mejor, así estarán a mano.
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La Gran Subasta [Hisogon]
FanfictionGon es una bestia cambiaformas, siendo un artículo de la gran subasta que se lleva a cabo cada tres años. Es su primera vez, con un trauma que le hace ver con una apariencia de niño de doce años cuando en realidad tiene diez y siete años. Su compra...