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Salieron a la hora exacta: a las 7:00 AM y el auto que Hisoka proporcionó para el transporte ya estaba ahí, esperando a que se subieran y así partir al centro del caos...

— ¿Estas nervioso, Gon?

El mencionado miró al castaño con mucha emoción mal contenida, sus ojos brillando con su instinto a full mientras que su cola se movía hiperactiva.

— Sí. — admitió — ¿Es necesario?

Zushi ladeo el rostro.

— ¿Qué cosa? — alzó una ceja.

Ging se rió entre dientes, mirando a Wing por el retrovisor - los dos adultos van en la parte delantera del auto - y luego a los dos cachorros de la misma edad que venían detrás de ellos.

— Ir al centro.

— ¡Es muy necesario si no quieres ser un marginado!

Por el tono de su voz, a Gon le pareció algo grave; solo para que después de procesar la palabra frunció el ceño levemente.

Esa palabra indica qué, no será incluído en ningún círculo social y por ende, es vital socializar con los demás para no ser hecho a un lado. ¿Algo malo? ¡La palabra es lo que está mal! ¿Vivir en soledad es algo malo? ¡Pues déjenlo vivir mal toda su vida! No está dispuesto a dejar la mansión solo para relacionarse con personas aparentemente hipócritas.

— Cachorro.

Gon miró a su padre, el cual le guiñó el ojo con buen ánimo y simultáneamente señalaba afuera; dejando ver un gran edificio brillante por la luz del sol...

Mierda... ¿Por qué hay tanta gente?

Fue el primer pensamiento que nació en su mente, no dijo nada sobre el edificio que parece gustarle a todos los humanos ya que le toman fotos cada que pueden... Cómo si tuviera patas para irse a algún lado, y está comenzando a dudar sobre la supuesta inteligencia que tienen los humanos.

Miró a su papá de nuevo, y este le dió una sonrisa.

— Todo estará bien, papá está aquí. — dijo abriendo la puerta, estirando la mano hacia él y la tomó.

Qué mi papá este aquí ayuda un poco.

No quiere salir del carro, pero debe hacerlo o hará que su padre se avergüence (no lo hará) por estar ahí parado delante del auto, con su mano extendía hacia su persona para ayudarlo a salir.

Inhaló y exhaló, recordando que su humano le dijo que lo hiciera cuando no se sintiera capaz de hacer algo.

Vamos a morder humanos.

Sentía sus colmillos picar, y apretó la mano del otro.

Vamos... No puedo ser el único estancado.

Dio el primer pasó, jadeando cuando un mar de aromas golpearon su nariz potente, las personas iban de un lado a otro sin prestarle atención.

... Esto no fue lo que espero.

— ¿Dónde están los humanos con los cubiertos grandes y las antorchas? ¿Dónde están los gritos de que quieren mi cabeza?

Ging lo miraba desconcertado, mirando para todos lados, asegurando que no haya nada de eso, por qué si es así no dudará en llevárselo de nuevo a la mansión y no volverlo a sacar nunca.

— Eso solo pasa en las películas, Gon.

Padre e hijo se giraron para ver a Wing.

— ¿Película? — dijeron los dos a la vez.

La Gran Subasta [Hisogon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora