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Todos pudieron admirar a otro felino de igual tamaño entrar en la residencia con pasos tranquilos, con un albino en la espalda que se veía agitado.

Mito y Razor se acercaron al otro felino, moviendo las colas con cierta emoción.

— ¡Ging! — exclamaron.

¿Ging? ¿No es ese el nombre del padre de Gon? Entonces... ¿Él es su padre? – miró al recién llegado.

Gon retrocedió, ignorando la presencia de Illumi.

Se acercó al gran felino, olfateando su aroma, tan familiar, tan cálido. ¿Será porque tiene la apariencia del gato que le regaló Kite? Sí, quizás sea por eso.

Se frotó contra él, ronroneando, deseando oler a su papá.

Cachorro... Puedes despertar, papá está aquí.

Todos notaron como él cambiaba a su forma humana.

— Mierda, es idéntico a Gon. — murmuró Nobunaga.

Hisoka lo veía, sentía una extraña energía aún más potente que la de Razor en él, una vibra de poder tan descomunal que le estaba obligando a pensar dos veces antes si quiere enfrentarse a él.

Todos vieron como el tamaño de Gon también se iba desvaneciendo, dejando ver a Gon con algunas extrañas prendas - cuando pensaron que no se podía vestir estando en esa forma monstruosa - y sus ojos aún negro comenzaron a brillar de un cálido castaño.

Lo otro llamativo es lo herido que se veía.

— Papá... Ugh... — Jadeó cuando una mano lo jaló de los cabellos.

Sintió varios pinchazos en la espalda, cayó en el abismo de la inconsciencia, pero aterrizando en los brazos de su padre quien vio con odio a Illumi.

E Hisoka no supo que hacer, también cayó en un sueño profundo...

... Cómo si hubiera sido a él, a quien le metieron las agujas.




Hisoka finalmente había despertado, resulta que se desmayó por estrés - para su vergüenza - e intento acercarse a su cachorro, pero no pudo. Solo observa como Kite trataba con urgencia las heridas de Gon, esas heridas que se ven tan feas en su bronceada piel.

— ¿Cómo está Gon, Kite?

Ging no se separó del lado de su cachorro, no dejó que nadie lo tocará, ni siquiera ese humano rojo que parecía ser su pareja. No importa quien sea, no va a dejar que toquen a su cachorro, el mismo que sigue en estado crítico ya que sus heridas son aún más profundas en su cuerpo humano.

— Está demasiado herido, sigue perdiendo sangre.

El albino miró a Hisoka, quien se veía algo desgastado. ¿Por el viaje? Quien sabe, solo se ve muy pálido, como si hubiera hecho demasiado sobreesfuerzo últimamente. Para los demás que se quedaron en la mansión piensan lo mismo.

... Pero solo los que fueron con él saben que se puso así de repente.

— ¿Necesitas algo? Pide lo que sea, lo traeré aquí.

Pudo ver a Chrollo llegar junto a los de la brigada fantasma, haciendo un círculo protector alrededor de ellos, evitando que Illumi volviese a atacar.

O cualquier otro miembro de la familia Zoldick

Killua veía como Gon se desangraba en el suelo.

Illumi estaba al lado de su abuelo Zeno, tratando de calmar a Kalluto y Alluka para que dejaran de llorar, Killua estaba un poco más cerca de Gon, se podia ver el miedo en sus ojos, estaba al borde del llanto y no quería estar cerca de su familia... No cuando fueron ellos quienes lo pusieron en esa situación tan triste.

La Gran Subasta [Hisogon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora