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Otro día a pasado, y todos ahí están decepcionados.

Kite ha buscado la forma, para que el chivo al fin se despierte, pero es algo complicado, cuando no hay una sola pista contundente... Esa que les digas, a qué dirección deben girar, que deben hacer en casos como ese. Se supone que este es el primer caso, ya que en la información de la BD no se registró ningún otro.

Cachorro, despierta.

Ging abrazaba a su hijo, brindando su calor como si el chico se estuviera muriéndose de frío; y aunque su cuerpo este tibio por las sábanas que lo cubren... Gon si está en un estado de congelación, es como si su cuerpo hubiera rechazado todo lo que tenga que ver con su naturaleza salvaje.

— Deberías ir a bañarte. — Kite le pinchó la panza.

Ging se hizo el muerto para no ir a bañarse, tampoco quiere alejarse de su hijo.

— No.

Kite suspiró.

— Ging...

— Dije que no, Kite.... No quiero alejarme y volver a darme cuenta qué... Se ha ido.

Hisoka iba entrando cuando escuchó eso por error.

Cómo que tiene ciertos traumas... ¿Uh? – Hisoka se acercó, mirando al felino.

La cola y las orejas completamente gachas por lo triste que ha estado estos últimos días, ha bajado de peso a una velocidad alarmante.

— ¿Sabes que es lo que causaba estragos en Gon?

Albino y pelirrojo notaron cuando el pequeño cuerpo se tensaba al escucharlos, como si de verdad algo le hubiera causado tanto descontrol a Gon.

Ging se culpó más a sí mismo, recordando la fatídica noche en la que tuvo que cometer el acto que más le ha dolido hasta el día de hoy... La noche que elimino la amenaza y a su hembra para que su único hijo viviera.

— Ha... — lo escucharon suspirar — Tiene que ver con su madre.

No es su madre.

Se enderezó aún con la vista en su cachorro, y les dijo lo que pasó la noche de hace 17 años; un mes después de que su única camada naciera y muriera poco después a garras de quien los había dado a luz.

— ¿La madre de Gon?

Hisoka y Kite se vieron, sonrieron cómplices por la sincronía que habían demostrado. No se llevan del todo bien, pero su preocupación por el cachorro que está en la cama es la misma. ¿Por qué deberían estar como perros y gatos cuando perfectamente pueden cooperar, y ser amigos al mismo tiempo?

Volvió a mirar a Ging.

— La madre de Gon... Asesinó a sus dos hermanos.

Los dos curiosos dejaron de respirar cuando vieron temblar levemente al felino, sus patas se posaron en el hombro de su cachorro... Queriendo tapar sus oídos para que no escuchará, pero sabe que él ya lo sabe y es por eso que está en esa situación.

Comenzó a relatar la historia del nacimiento de Gon.

Un evento tras otro, siendo las lágrimas que deslizan por su mejilla toda la amargura de su corazón.

— Cuando Gon estaba cerca de su padre, su instinto lo obligó a madurar. — dijo mirando a los humanos.

Kite veía como el cansancio se veía en los ojos color castaño, como si en cualquier momento un agujero negro se abriría en medio de ellos y tragará toda la tristeza que está sintiendo.

La Gran Subasta [Hisogon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora