Capítulo XXIII: La otra cara de la moneda
Marco
Le di una última calada a aquel cigarrillo medio consumido y lo lancé al suelo, para después, pisarlo —vagamente— con la punta del pie y apagar fácilmente el calor de la pequeña llama. Entonces, crucé la calle y me encaminé hacia una de las mejores joyerías de la zona. Entré y me acerqué al primer mostrador de la tienda; rápidamente fui bienvenido por una de las trabajadoras, quien me recibió con una cálida sonrisa.
— Buenos días. ¿En qué puedo ayudarle? —saludó.
— ¿Qué podría gustarle a una chica de dieciocho años? —dije.
— Quizás una joya de oro rosa. —explicó.
— ¿Podría mostrarme alguna así?
— Claro. —asintió.
Colocó un par de cajas sobre el mostrador, y las abrió una por una.
— Este. —señaló la primera joya— Es un collar muy juvenil.
— Ajá. —murmuré mientras lo analizaba detenidamente.
Pero en el fondo, me importaba bien poco.
— Y este. —indicó el otro objeto— Es un anillo discreto pero ciertamente elegante, para ocasiones más especiales.
— Me llevaré el collar. —musité.
— ¿Es un regalo, verdad? —me preguntó.
— Sí. —contesté.
— Ahora lo preparo. —avisó.
— Genial. —hablé con cierta indiferencia.
Mis ojos rastrearon la longitud de la vitrina que conformaba el mostrador, y algo captó mi atención; era una sortija de compromiso, muy parecida a la que compré para... Ella.
Fue en ese momento, cuando un lejano recuerdo se proyectó en mi mente:
Alcé la pequeña cajita ante mis ojos y sonreí, entonces, la puerta se abrió.
— ¿Y esa sonrisa? —pronunció una voz muy familiar.
Levanté la mirada, y mis ojos se encontraron con los suyos; Niall.
— Esto. —murmuré, todavía sonriente.
— ¿Es lo que creo que es? —inquirió.
— Sí. —asentí.
— ¿Cuándo se lo vas a pedir? —me regaló una pequeña sonrisa.
— La semana que viene. —expliqué.
— Me alegro mucho por los dos. —caminó hacia mí y me abrazó.
— Gracias. —le devolví el gesto.
— ¿Puedo verlo?
— Claro. —dije mientras me separaba de él— Toma.
Niall abrió la caja con cuidado y observó la brillante joya que pronto adornaría la mano del amor de mi vida.
Una voz me devolvió a la realidad.
— Aquí tiene.
Despegué la vista del mostrador y volteé hacia la trabajadora.
— Con tarjeta. —indiqué antes de que ella pudiera preguntar.
— De acuerdo. —contestó.
Cuando salí de la lujosa tienda, un extraño sentimiento me invadió por completo. Por un momento, quise lanzar aquella bolsa en cualquier lugar y destruir su contenido.
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El Príncipe de las Tinieblas |n.h| au
ФанфикSobrevivir en este mundo es un negocio sangriento. Los secretos unen a la familia, pero esta dejó de serlo hace mucho tiempo. Las mentiras del pasado acaban saliendo a la luz, y con ellas, la peor cara de las personas. #2 en MISTERIO (Mayo 2018)...