Capítulo V

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Capítulo V: El precio de tu amor


Marco

Hundí la mano en el bolsillo de mi pantalón y tomé el viejo mechero que siempre llevaba conmigo. Traté de encender el cigarrillo que sostenía entre mis labios varias veces, pero aquel encendedor parecía no funcionar.

— Mierda. —farfullé molesto.

— Por dios. —le escuché decir a Horan.

Le miré, entonces él alargó el brazo y me tendió su mechero.

— Enciende ese cigarrillo de una vez. —ordenó.

Tomé el encendedor y al fin pude encender aquel maldito cigarrillo.

— Gracias. —le devolví el encendedor.

— ¿No crees que ha sido un poco arriesgado lo del Híbrido? Es nuestra moneda de cambio. —soltó Julius de repente.

— Tu hermano no va a entregar a Elijah. —respondí casual— Ni tampoco a Irwin. —añadí.

— ¿Cómo estás tan seguro? —inquirió.

— Porque ama a Lucy. Y porque está desesperado por recuperarla. —dije.

— Eso se tendrá que ver. —alcancé a escuchar.

— Además, hay personas que sospechan de ti. —comenté.

— ¿De qué hablas? —Julius se colocó frente a mí.

Su cuerpo me obligó a detener mis pasos. Por un momento quise apartarlo de mi camino bruscamente, como si fuera un estorbo.

— Cierto miembro del Consejo sospecha sobre el encubrimiento del Híbrido. Un encubrimiento que financias tú. —expliqué— Si Niall decide entregar a Tomlinson, todas las sospechas sobre tu persona se esfumarán.

Él me observó sin pronunciar palabra alguna. Supuse que quería una explicación mucho más detallada.

— Y aunque entregue al Híbrido, todos sabrán que él lo ha estado escondiendo y su situación ante el Consejo no mejorará. —simplemente sonreí.

— Pero no lo hará. —afirmó Julius.

— Tal vez sí, no olvides que tu hermano es muy orgulloso. —me llevé el cigarrillo de nuevo a la boca y le di una calada.

— Cierto. —me devolvió la sonrisa— Pero lo que quiero saber ahora, es la razón por la cual el Consejo sospecha de mí. —demandó.

Qué molesto.

— Aparentemente, se le ha visto salir del Downtown. Pero es solo un rumor. —hice una mueca.

— ¿Cómo sabe el Consejo que el Downtown es una de mis propiedades? —cuestionó claramente molesto— Además, ¿Qué estúpida lógica es esa?

Reprimí una sonrisa.

— Creo que nos han investigado. —contesté.

— Malditos buitres. —el rubio se dio la vuelta y abandonó el lugar.

— Qué divertido. —susurré.

Sobre aquel pequeño y nuevo inconveniente, era conocedor de mucho más; pues fui yo quien delató a Julius, quien puso el punto de mira en el Downtown. No me importaba si Julius perdía su moneda de cambio, pues estaba seguro de que Niall haría cualquier cosa para proteger a Lucy, y en consecuencia, Julius finalmente terminaría alcanzando el poder. Solamente quería entorpecer su camino. No me importaba su estúpido propósito.

El Príncipe de las Tinieblas |n.h| auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora