Capitolo XXXVII

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Capitolo XXXVII: Bestia

***

- Señores, buenas noches. -alcancé a escuchar una voz conocida.

Aparté la vista de mi copa y alcé la barbilla, pude distinguir una melena plateada asomar entre los presentes que se encontraban a nuestro alrededor, y entonces, el aire se atragantó en mi garganta.

¿Qué demonios?

Giré el rostro hacía hacia Niall, él frunció el ceño y murmuró algo que no fui capaz de oír, sus ojos, repentinamente sombríos, yacían fijos en un punto en concreto. De nuevo dirigí la mirada al frente y parpadeé asombrada.

Era imposible.

Un joven, completamente idéntico a Niall, se hizo visible ante todos los ojos de aquel lugar.

- ¿Cómo estás, hermanito? -se dirigió a... ¿Niall?

Hermanito.

- Qué agradable sorpresa. -contestó Niall en tono sarcástico, y dio un paso hacia delante- Cuánto tiempo sin verte. -fingió una sonrisa.

- Desde luego. -dijo él.

De repente, sentí sus ojos sobre mí.

- Veo que estás bien acompañado. -continuó.

Caminó en mi dirección, con una encantadora sonrisa en los labios, y alargó su mano frente a mí. La tomé, un tanto dudosa, mientras mis incrédulos y curiosos ojos examinaban su rostro silenciosamente.

Su rostro era exactamente igual al de Niall.

Se inclinó levemente, y besó el dorso de mi mano, el tacto de sus labios sobre mi piel me hizo estremecer.

- Soy Julius Horan, un placer. -entonó cordialmente.

Él era el chico de la foto.

Él era... Julius Christopher Horan.

El hermano de Niall.

- Lucy, e-encantada. -tartamudeé.

Me regaló una pequeña y dulce sonrisa.

- ¡Primo! -exclamó una voz.

Aparté los ojos de Julius, y pude ver a Marco aparecer de entre los invitados.

¿Primo?

- ¡Cuanto tiempo! -caminó hacia Julius y lo abrazó.

- ¿Cómo estás? -dijo el rubio.

Miré a Niall, este contemplaba la escena con una mueca de recelo y enojo. Entonces, desvió la mirada hacia mí y me tomó por la muñeca con fuerza, di un pequeño respingo.

- Vamos. -tironeó de mi mano y me hizo encaminarme junto a él.

- Niall. -reproché.

- Tan sólo camina. -gruñó sin mirarme.

Sentí un par de ojos en mi espalda.

- James. -entonó aquella voz tan extrañamente familiar.

Niall se detuvo de golpe, sin decir nada, aún sujetando mi muñeca fuertemente. Volteé el rostro en dirección opuesta, y vi a Julius parado hacia nosotros.

- Nos vemos luego, hermano. -demandó bajo un falso saludo.

Luego, sus ojos se posaron en mí, pero Niall tiró de mi cuerpo rápidamente, haciéndome girar de manera brusca. Caminé torpemente tras él, sus pasos eran firmes y decididos. Bajamos las escaleras que conducían al exterior del edificio y caminamos lo suficientemente para hallarnos en una zona solitaria y carente de excesiva iluminación. 

El Príncipe de las Tinieblas |n.h| auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora