Capitolo XIX

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Capitolo XIX: I sei figli del diavolo


- De lo que quería hablar... -posó la mirada en mí- ¿Qué ha ocurrido hoy?

- Oh, bueno... Nada, Niall quería hablar conmigo sobre lo de la fiesta. -mentí.

- No te creo. -dijo, me mordí el labio.

- Es una historia muy larga. -me excusé patéticamente.

- Tengo mucho tiempo. -alzó una ceja, y me regaló una cálida sonrisa.

Suspiré.

- Está bien. -le di otro sorbo a mi copa- Verás... Bueno, eh.. Creo que me gusta alguien.

- Vaya, y... ¿Puedo saber quién es?

- Trabaja en el palacio, pero no creo que lo conozcas. -me encogí de hombros.

- Tal vez sí. -sonrió.

- Se llama Ashton.

- Oh, creo que ya sé por dónde va esto. -movió las cejas graciosamente.

Reí ante su comentario.

- Nos vemos a escondidas de... Niall. Él no sabe qué clase de relación tengo con Ashton, pero aún así, no le gusta. -expliqué.

Harry me escuchaba atentamente.

- ¿Y qué clase de relación tenéis? -inquirió.

- ¿A qué te refieres? 

- Con Ashton, ¿Sois pareja? ¿Amantes...? -bebió un poco de champagne.

- Oh, no. Quiero decir... -hice una pausa- No sé qué somos.

Me llevé la copa a la boca, y le di un pequeño trago.

- Hagáis lo que hagáis... Recordad usar protección. -habló de repente, y escupí la bebida.

El ojiverde rió por lo bajo, sonrojada, me cubrí rápidamente la boca con la manga del suéter que calentaba mis brazos.

- Estás loco... -murmuré avergonzada, Harry trató de contener una risita, pero falló- Creo que el alcohol te está empezando a afectar.

- Los vampiros no nos emborrachamos, al menos no hasta cierto punto. 

- No sabía que a los vampiros os gustaba el alcohol. -lo observé de reojo.

- No sabes cuánto. -hizo una mueca graciosa.

Me carcajeé entre dientes.

- Los vampiros siempre han sido estereotipados. Desde luego no somos un mito, pero tampoco somos lo que los libros y la televisión han creado. -explicó- Toleramos la luz del sol, los ajos, los crucifijos y las estacas de madera en el corazón. El hambre y la sangre humana es lo único que nos puede matar.

- ¿La sangre humana? -fruncí el ceño.

- Si un vampiro bebe la sangre de una persona sin vida, muere. La sangre te puede dar vida, o muerte. -le dio un sutil trago a su copa.

- Es la cosa más irónica que he oído en toda mi vida. -dije.

Harry soltó una adorable carcajada, vi un hoyuelo asomar en la comisura de sus labios.

- Lo sé, suena estúpido, pero es así. -suspiró.

- ¿Te importaría contarme más sobre... Vosotros? -pregunté tímida.

- No, claro, no hay problema. -me regaló una dulce sonrisa- Por dónde empiezo... -se rascó la barbilla de forma cómica- Supongo que conoces el famoso "pacto con el diablo"... ¿No? 

El Príncipe de las Tinieblas |n.h| auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora