Capítulo XV: Destruir y crear
Niall
Caminé vagamente entre los invitados de la fiesta, mientras mis ojos rastreaban el lugar en busca de la cumpleañera. Cuando la encontré, una pequeña sonrisa curvó mis labios.
— Feliz cumpleaños, Gemma. —me incliné hacia ella y la abracé.
— Gracias por venir. —me estrechó cariñosamente.
Se separó de mí, pero su mano permaneció suave sobre mi brazo.
— ¿Cómo estás? —preguntó en pequeño comité.
— Bien. Gracias por preocuparte. —le sonreí.
— Me alegro. —me devolvió la sonrisa— Espero que te lo pases genial.
— Estoy seguro de eso, tus cumpleaños son inolvidables. Sobre todo cuando tú y Harry os bebéis hasta el agua de los floreros. —comenté divertido.
— Oye. —fingió molesta— No seas exagerado.
Reí.
— ¿Has venido solo? —inquirió.
— Sí. —dije.
Antes de que Gemma pudiese añadir algo, me adelanté y la animé a volver junto a los demás invitados; no quería hablar de Lucy. Me despedí de ella y decidí tomar la escalera hacia la parte superior del salón. Uno de los camareros de la celebración se acercó hacia mí sujetando una brillante bandeja la cual contenía varias copas de champagne. Tomé una de ellas y me encaminé hacia arriba. Allí, todo parecía más calmado y alejado, aunque un par de personas trataron de iniciar conversación conmigo.
No sé cuanto tiempo transcurrió, quizás un par de horas, pero me pareció eterno. Mi mente no podía alejar a van den Bogaerde de mis pensamientos; verla marcharse del palacio después de confesarle mis sentimientos más sinceros y genuinos, me rompió en mil pedazos. Ella era todo para mí, y ocupaba todos y cada uno de los rincones de mi corazón. Simplemente, era el sentido de mi triste y desdichada existencia.
Justo en el momento en que decidí acercarme de nuevo hacia la barandilla de la parte superior del salón de baile, mi mundo se detuvo. Reconocí aquel delicioso y característico aroma, como si se tratase de la flor más bella y exótica del mundo. Apoyé las manos sobre la barandilla lentamente, y entonces, pude distinguir su hermoso rostro entre aquellas personas congregadas. La observé encaminarse a través de los pequeños huecos que se formaban entre los grupos de invitados que charlaban animadamente, hasta alcanzar a Gemma. La abrazó cálidamente y le regaló una bonita sonrisa. Intercambiaron un par de palabras, y pronto se unieron algunas personas más; Harry, Mikayla y Misty. Permanecí en mi lugar, acto realmente cobarde e hipócrita por mi parte, pues me moría de ganas de gritar su nombre y acercarme a ellos como si nada hubiese ocurrido.
De repente, mientras observaba la escena descaradamente, ella levantó la vista y mis ojos se encontraron con los suyos. No fui capaz de apartar la mirada; mi alma anhelaba volver a su lado desesperadamente. Sus dulces ojos me atraparon con delicadeza, y simplemente, me dejé caer en ellos. Pero pronto fui arrastrado hacia la realidad cuando apartó la mirada un tanto incómoda y nerviosa. Carraspeé nervioso y me di la vuelta patéticamente.
Decidí abandonar la fiesta y salí al exterior. El frío inglés se sintió extrañamiento bien; quizás porque mi cuerpo era tibio, o porque me sentía tan abrumado por la presencia de Lucy, que creía encontrarme un tanto acalorado.
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El Príncipe de las Tinieblas |n.h| au
FanficSobrevivir en este mundo es un negocio sangriento. Los secretos unen a la familia, pero esta dejó de serlo hace mucho tiempo. Las mentiras del pasado acaban saliendo a la luz, y con ellas, la peor cara de las personas. #2 en MISTERIO (Mayo 2018)...