Hyunho

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advertencia: angst, no final feliz.

¿El amor es un pasatiempo?

La presentación de caballeros era, probablemente, la burocracia más absurda y aburrida del reino. Hyunjin tenía diez años la primera vez que presenció una por el compromiso de su prima Jiyeon, recuerda muy claramente como dos caballeros lucharon hasta el cansancio delante del palco y de pronto un montón de sangre se derramó sobre sus ropas tradicionales. Desde entonces su reputación había sido arruinada, fue el primer príncipe Hwang en toda la historia de los Hwang en llorar porque había sangre manchándolo. Obviamente su padre no se cansó de gritarle que era un imbécil.

Así que desde entonces Hyunjin odiaba a los caballeros y por sobre todo a las presentaciones de caballeros.

Y desgraciadamente ahora tendría que soportarlo una vez más porque su hermana mayor estaba por comprometerse, y como era de esperar, tenía que escoger a su amado a partir de la presentación de caballeros.

El valiente varón que reclamé su mano tenía que al menos haberles ganado a otros dos caballeros y por supuesto, venir de una buena cuna.

Hyunjin no estaba interesado, es más, esperaba que su hermana se fuera pronto del castillo y no saber nada más de ella porque era insoportable como el demonio.

—joven Hwang—susurró una de las damas, el príncipe se removió en la cama con molestia, pero ella repitió—joven Hwang, su padre ya llegó de las sierras.

Casi de inmediato Hyunjin se levantó y se vistió apresurado, tomó su espada y acarició la cabeza de Zanahoria, su bonita felina que vivía escondida en la habitación.

—¿Hace mucho? —preguntó preocupado mientras acomodaba su cabello ligeramente largo y rubio.

—no, vine a despertarlo apenas oí que estaba por llegar, imagino que debe estar acomodándose en el despacho—ella le informó.

—gracias.

Hyunjin nunca será rey, gracias a Dios tenía un hermano mayor que ya estaba siendo capacitado para ello, aun así, continuaba siendo un príncipe, aunque era seguro que era el menos favorito del rey. Su padre era anticuado, antipático y malhumorado. Y Hyunjin probablemente fuera todo lo que no quería en un hijo varón.

No había salido físicamente parecido a su padre, era la vívida réplica de su madre, facciones delicadas y finas, un rostro bonito en general, labios pecaminosos, alto y delgado, tan delgado que su cuerpo parecía curvilíneo. Muchas personas decían que incluso tenía una belleza más femenina que su hermana.

De cualquier manera, a Hyunjin no le importaba lo que dijeran, si lo halagaban o no, lo único que le interesaba era la aprobación de su obstinado y terco padre.

—buen día, padre, has llegado temprano—dijo cuando entró a su despacho.

Su hermano mayor ya estaba allí, Youngho le dedicó una sonrisa y Hyunjin se acercó contento, pero sigiloso, su padre le miró desinteresado—sí, no paramos a dormir.

Se quedó en silencio sin saber qué más decir, para su suerte Youngho sí sabía—los candidatos para la presentación de caballeros ya están todos preparados, empezarán a llegar por la tarde y mañana iniciarán las presentaciones.

—es bueno oír eso, Yura tiene que casarse pronto y en lo posible empezar a tener hijos, ya tiene veinte años, es una humillación haber permitido sus estudios.

Hyunjin bajó la mirada y su hermano mayor asintió incómodo—pronto se casará padre, ya no habrá necesidad de preocuparse.

—sí lo habrá—el señor Hwang levantó la vista y Hyunjin se crispó—todavía hay que casarlo a él, pero qué dama querrá casarse con un hombre que es más bello que ella.

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