doyoung x yeonjun

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advertencia; esta historia es un pedido muy especifico, asi que tiene varios detalles en los personajes, dy tiene una amistad muy profunda con johnny antes de empezar a salir con yeonjun. Es omegaverse, de realeza. 


Ser un príncipe no es una tarea sencilla, aunque otras personas puedan creer que es mejor ser de la realeza ante que ser un asalariado promedio, lo cierto es que las etiquetas de un reino podían ser tan torturantes y agotadoras psicológicamente que a veces quizás simplemente vivir en un pequeño cuarto tal vez estaría bien.

Doyoung nació como el hijo menor de los Kim, príncipe de Dinamarca, creció en un enorme castillo entre las piedras rocosas a lo largo de la costa, desde su habitación se puede oír el sonido de las olas en los días tormentosos y la suavidad en loas días de verano. Cuando presenta su vida así, no suena tan mal, pero a diferencia de sus demás hermanos, Doyoung nació como omega, por lo que, en la jerarquía, incluso siendo príncipe, era tan inferior como un mendigo a las orillas del puente.

Su educación era estricta y cada uno de sus movimientos era vigilado constantemente, tenía dos guardias que cuidaban de él desde que era pequeño, cuando salía del castillo lo seguían hacia todas partes, aunque no es como si saliera mucho al exterior, como príncipe y como omega tenía todo lo que necesitaba entre las paredes del castillo. Por lo que no era en vano decir que no tenía muchos amigos, apenas una amiga de la infancia, Jiho era hija de una de las empleadas del palacio, ella solía estar alrededor y como ambos eran omegas, sus guardias pasaban por desapercibida su amistad.

—la señora de la cocina ya está haciendo los bocadillos para el banquete—Jiho dijo cuando se encontraron en el jardín, traía consigo dos bollos dulces, estaban empolvorados con azúcar fina.

Doyoung tomó uno con una gran sonrisa y su nariz de pintó de blanco—no puedo comer muchos de estos por mis caries.

—lo sé, no tiene sentido, tienes los dientes más perfectos y blancos que he visto en mi vida—ella dijo mientras balanceaba sus piernas.

Ambos eran jóvenes, apenas estaban en sus doce años, pero llevaban años reuniéndose en el jardín para jugar juntos, para hablar y últimamente para llorar. Lo cierto es que la muerte de su madre no le había afectado cuando era pequeño, notó su ausencia, seguro, pero en aquel entonces apenas estaba desarrollando sus emociones, las cuales no podía exponer porque su etiqueta no lo permitía. Sin embargo, en los últimos años cuando su educación se vio alterada por el sinfín de criticas que recibía por ser omega, de a poco empezó a extrañar la figura de su madre.

Ella era amable, y aunque habían estado juntos por un corto periodo de tiempo, fue suficiente para que Doyoung pudiera aferrarse a esos recuerdos con la esperanza de que había alguien apoyándolo en los momentos duros, por supuesto, tenía a Jiho y a su hermano mayor, Jaehyun era heredero al trono y conservaba lo mejor de su madre y tal vez lo peor de su padre, pero esas facetas suyas lo hacían ideal para llevar adelante la ideología de su familia. Sin embargo, es inevitable siempre anhelar un poco más.

A menudo era señalado por sus maestres como demasiado soñador o tal vez demasiado perdido en sus ideas sobre la magia y la fantasía, a tal punto que le prohibían algunas lecturas y cada tanto recibía un sermón de su padre, el hombre se paraba delante suyo y sin pudor decía—ya eres un omega ¿qué más quiere sumar a tu mala fortuna? ¡intenta comportarte!

Nunca creyó que ser omega fuera una desgracia, pero su padre lo hacia ver como el fin del mundo, como si para la único que sirviera fuera solo para comportarse y verse agradable, su único propósito sería saber cómo opinar sobre política hasta cierto punto, cómo transmitir modales, cómo socializar entre los niños ricos y por, sobre todo, para algún casarse y darle a su hipotético esposo la cantidad de hijos que deseara.

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