markren

3.1K 156 93
                                    

Sé que si alguna vez me enamoro entonces será de ti

advertencia: +18

Mark deslizó la mano por su cabello, intentando acomodarlo mientras miraba en dirección a Renjun, que estaba riéndose con sus amigos, actuando todo lindo y adorable como siempre lo hacía.

Habían sido mejores amigos desde niños y no siempre había estado enamorado de él, de hecho, antes nunca lo había visto con los ojos que lo miraba ahora, pero Renjun había cambiado, después de la adolescencia él se volvió incluso más atractivo si se podía, sus rasgos infantiles habían quedado atrás y aunque todavía tenía sus rasgos adorables, él ya era un hombre, y a medida que pasaba el tiempo, cada vez sentía que estaba más profundamente enamorado de él.

Y era difícil admitirlo en voz alta porque se suponía que eran mejores amigos, y siempre le había prometido a los padres de Renjun que lo cuidaría como nadie más desde que comenzaron a vivir juntos lejos de la ciudad en donde crecieron juntos, vivían juntos en un departamento lo suficiente grande como para que cada uno tuviera su propio espacio privado, algo que era fundamental para ambos porque odiaban no tener privacidad, pero curiosamente siempre uno de los dos estaba rompiéndola, yendo al cuarto del otro para pasar el rato, como si no estuvieran todo el día juntos.

Hoy Renjun había decidido hacer una juntada con sus amigos, estaban aquí los bastardos en los que Mark no confiaba, eran sus amigos también y por eso no lo hacía, Jaemin había coqueteado con Renjun desde que se conocieron, pero Renjun no les prestaba demasiada atención a los deslices de una noche o al romance que podía acabar tan rápido como empezó.

Se levantó del sofá y fue hasta la cocina para prepararse un trago, cansado por tanto barullo, no era del tipo que le gustaban las fiestas o las reuniones que se prolongaban, a diferencia de Renjun, que era tan popular que asistía a todos lo sitios a los cuales lo invitaban y que siempre tenía a alguien acompañándolo.

Mientras se preparaba una margarita, Renjun entró a la cocina, sostenía un vaso de agua, su mejor amigo no bebía mucho—¿quieres que les diga que se vayan? No has dicho ni una palabra.

Mark negó con la cabeza—no, luego de los exámenes y todo me siento algo cansado, me tomaré esto y me iré a la cama—le sonrió y Renjun le devolvió la sonrisa, acercándose para apoyar su cabeza en su hombro, adoraba esta intimidad que tenían, algo que Renjun no hacía con otros porque no era muy afectuoso, sin embargo, con él siempre había sido como un caramelo.

—también estoy un poco cansado de los exámenes, así que lo enviare a casa ¿quieres algo para comer? Puedo hacerlo para ti.

—no—Mark acarició el cabello negro de Renjun, queriendo inclinarse y besarlo, pero no lo hizo—deberías ir a la cama en cuanto se vayan, tienes que descansar también, mañana tienes trabajo ¿cierto?

—sí, pero mi trabajo no es tan duro como el tuyo.

Mark sonrió y se despidió de él y luego de sus amigos, yéndose a la habitación, trabajaba como ayudante de mantenimiento en un museo, no era tan pesado, pero a diferencia de Renjun, eran trabajos totalmente distintos, Renjun pintaba cuadros que se vendía con mucho éxito, esta semana tenía un encargo que debía empezar.

Cuando Mark entró a su habitación, se tiró a la cama y al cerrar los ojos se quedó rápidamente dormido.

A menudo pensaba en cómo había sido posible que hubiese desarrollado tantos sentimientos, siempre había sido cuidadoso con lo que sentía y nunca pensó que, de todas las personas, se terminaría enamorando de Renjun, tampoco sabía que podía volverse celoso e impaciente, queriendo toda su atención solo para él, era un poco absurdo si lo pensaba, porque Renjun era amado por cada persona que pasaba por su vida, debía ser un encanto particular que tenía, no lo sabía, pero era una magia solo suya.

ESPECIALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora