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                                                        Mi paisaje favorito es cuando estás ahí

advertencia: omegaverse, sin mpreg, +18

Todos, absolutamente todos en el mundo te dicen que cuando eres omega y puedes tener hijos entonces entiendes con más facilidad a los niños, bueno, déjame decirte que no.

Jaemin empezó a ponerle las zapatillas a su hermanito de diez años, que solo estaba tirado en el sillón sin siquiera esforzarse por existir—¡Jisung! ¡esto lo tienes que hacer solo! ¡tienes diez años!

El niño no le contestó, ni siquiera le miró.

Suspiró, terminando de ponerle las zapatillas, sus padres se habían divorciado hace algunos años, pero eso no era el porqué de que su hermano estuviera tan decaído, se trataba del nuevo matrimonio de su madre, ella volvería a casarse en unas semanas, su padre ya se había vuelto a casar hace unos años y ambos vivían con la abuela.

—ella va continuar visitándonos, no entiendo por qué te pones así, me tienes a mi ¿no soy suficiente? —Jaemin le apretó las mejillas, motivándolo a levantarse del sillón—vamos, te llevaré a la escuela y me iré a trabajar, ve a decirle a la abuela adiós.

Su abuela era una mujer anciana, Jaemin la adoraba, pero a veces sentía un poco de pena por ella, tuvo que hacerse cargo de ambos cuando Jisung apenas tenía cinco años y él quince, el omega ni siquiera pudo tener su etapa de rebeldía porque era un poco patético comportarse como un bandido cuando de tu pierna colgaba un niño pequeño chupándose el dedo.

Para ser honestos, en parte, fue su culpa que su madre se alejara, estaba tan molesto por el divorcio que no quería ni verla, se encerraba en la habitación y Jisung lo perseguía, ni hablar de su padre, a él ni siquiera lo dejaban visitar la casa, en fin, ella decidió conseguir un propio departamento y los dejó con la abuela, hubiese sido bueno si se hubiera esforzado un poco más.

Se supone que cuando tienes hijos, das todo por ellos, Jaemin ya sabía de dónde había sacado sus instintos maternos, a penas y tenía paciencia con Jisung, que, para peor, se estaba desarrollando como alfa, lo bueno es que no era problemático, pero el pobre era tan callado y tranquilo que hasta te sacaba de quicio.

A menudo le preguntaba "Jisung ¿cómo estuvo la escuela?" y el alfita contestaba "bien" y luego no hablaba por el resto del día ¡era exasperante!

—¡vamos, vamos, vamos! ¡súbete a la bicicleta! —chilló después de darle un beso en los cabellos a la abuela que tejía frente a la televisión.

—ya voy—susurró el niño, subiéndose a la rendija detrás del asiento de la bicicleta, Jaemin empezó a pedalear, sintiendo como su hermanito le rodeaba la cintura con sus brazos.

Tenía veinte años, pero no podía darse el lujo de un auto como los demás chicos de su edad, todo el dinero que sus padres le daban lo utilizaba para administrar los gastos del hogar, la jubilación de la abuela no era suficiente para mantenerlos a los tres, así que ayudaba a pagar los gastos de los servicios y también compraba las cosas necesarias de la escuela de Jisung, mientras que, con el sueldo de su trabajo, compraba comida y se daban gustos los fines de semana.

Vivía en una zona considerablemente rural, tenía que pasar a dejar a Jisung antes de irse a trabajar, iba a una escuela primaria normal y linda, a Jaemin le encantaba.

Frenó con los pies y toda la tierra se levantó—¡que tengas un buen día hoy, Jisung! gritó, levantando las manos en alto para despedirlo, el niño solo rodó los ojos y se encontró con sus amigos, Chenle y Shotaro.

Para ir a su trabajo en el centro, tenía que tomar el tren, la mayoría de la gente lo odiaba cuando subía con la bicicleta, pero la necesitaba para ir hasta su trabajo cuando llegaba al centro, trabajaba en la cocina de un enorme restaurante, era mozo y estaba aprendiendo a cocinar gracias a uno de los chefs.