nomin

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advertencia: +18 y uno es un alien jsjs

Todos los martes y jueves Jeno sale a correr por los alrededores de su departamento, de este modo mantiene sanos su cuerpo y mente, el correr le hace despejar y no pensar demasiado en todas las cosas que lo estresan tanto, respirar aire fresco, sentir la brisa por su cabello, la satisfacción de sentirse cubierto de sudor como un premio por haberse esforzado tanto en completar sus vueltas.

Trabaja en un laboratorio restringido, no es sencillo, pero entró por una recomendación de su tutor de posgrado, en varias ocasiones le había dicho a el investigador del cual era alumno ayudante que quería trabajar en un lugar en donde las personas ordinarias no pudieran realmente entrar.

Poder conseguir el trabajo le valió de varias investigaciones y más de una década de proyectos, exposiciones, viajes, tratados e incluso un contrato de confidencialidad que le podía costar la vida.

Su padre a menudo le preguntaba "¿estresado de qué? Estás todo el día en un laboratorio simplemente combinando frascos". Bueno, él no sabía que no se trataba solo de eso, ni siquiera combinaba frascos, no era un juego de pasatiempo en donde volcaba el mismo color en cada tubo de ensayo, su trabajo era mucho más que eso, pero no podía hablarlo con él o con su madre o con cualquier persona de su círculo, hasta tuvo que alejarse de ciertas amistades que podían poner en riesgo su confidencialidad.

Tomó una bocanada de aire, mirando más allá de los edificios que rodeaban el suyo, no le gustaba demasiado vivir en la ciudad, pero lo prefería mucho más antes de que la zona apartada de la ciudad en donde trabajaba, nunca pensó que realmente iba a sentirse asfixiado de lo que él mismo se buscó.

Su sueño se convirtió en realidad, pero ¿a qué costo? Tal vez los sueños simplemente deberían quedarse como lo son, por algún motivo se tratan de ver inalcanzables, conseguir algunos objetivos que has estado deseando quizás solo trae un poco de desgracia, es posible que ni siquiera lo necesitaras en tu vida.

Cubierto de sudor, agotado de correr, Jeno se subió al ascensor, mirándose por el reflejo del espejo, había cámaras en cada pequeña parte del edificio. La corporación para la que trabaja tiene extrema seguridad en cada instalación en donde sus empleados viven, estudian o trabajan, todos ellos tenían dispositivos de ubicación en sus celulares y cada cuatro horas debían responder una llamada que provenían de los monitores de seguridad.

Al entrar a su departamento, saludo a la cámara allí, la luz parpadeo y Jeno sonrió, negando con al cabeza, seguramente de turno estaba Mark, era el único que hacia parpadear la luz para saludarlo.

Mientras se duchaba, su celular empezó a sonar, frunció el ceño, todavía no habían pasado cuatro horas, apagó la regadera y abrió la puerta de cristal, secándose las manos para sostener el dispositivo, no era el monitoreo.

deberías venir—Chenle le dijo, su tono de voz divertido—no querrás perderte de esto.

En cuestión de segundos, Jeno estaba secándose rápidamente y poniéndose la primera ropa que encontró, recogiendo su portafolios con todos sus documentos. Al salir del departamento ni siquiera esperó el ascensor, bajó las escaleras corriendo, apresurado por llegar pronto hasta el estacionamiento.

Hace unos meses una de las sedes de la corporación había encontrado un cuerpo al que habían nombrado 1908, Jeno no había tenido la oportunidad de conocerlo todavía, pero se oían cosas del cuerpo por todo el laboratorio, algunos científicos habían tenido la oportunidad de hacerle chequeos, otros habían ido a regular su información, poco se sabía del cuerpo alienígena, salvo que todos murmuraba que era especial e irreal.

Le tomó dos horas llegar, siempre era así, no iba al laboratorio todos los días, generalmente se quedaba allí una cantidad de viernes a martes, y luego se quedaba en su departamento de martes a viernes, excepto cuando los horarios rotaban.

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