Capítulo 46: 48 horas

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Me perdí entre tanta calle. No sabía donde estaba ni a quién pedir ayuda. Me senté en el bordillo de la acera y abracé mis piernas. En el transcurso de dos días había perdido a Patrick, mis Converse favoritas y la orientación. Empecé a llorar como una niña que se ha perdido en un centro comercial y no encuentra a su mami, y una vez más, Nueva York lloró conmigo.

De repente, recordé que Brian me dio su número y me dijo que le llamase si necesitaba ayuda, y creo que ahora sí que necesitaba que alguien me echase una mano. Saqué mi teléfono del bolsillo de mis pantalones y el papel que me dio con su número.

- Hola. — escuché a Brian decir por la otra línea.

- Brian... — sollocé. — Soy Kate. — se quedó unos segundos en silencio, intentando recordar quién era yo.

- ¡Ah, sí Kate! — exclamó una vez se acordó de mí. — ¿Qué necesitas?

- Brian, estoy perdida.

- ¿Perdida? ¿Dónde estás?

- ¡No lo sé! — grité mientras más lágrimas salían de mis ojos. — ¡No sé dónde estoy, no sé dónde voy, no sé lo que hago! ¡En 48 horas mi vida se ha convertido en un completo desastre! ¡En 48 horas he perdido a la persona más importante de mi vida! ¡En 48 putas horas! — solté. Estaba llorando tanto que pensé que iba a formar un charco más grande que los que estaba formando la lluvia.

- Vale, a ver Kate, tranquilízate. — Brian se mantuvo calmado al otro lado del teléfono. — Dime qué tiendas hay dónde tú estás.

Parpadeé un par de veces para apartar las lágrimas de mi campo de visión.

- Veo... Veo una tienda de repostería. Se llama Mary's Muffins.

- ¿Mary's Muffins? Creo que ya sé dónde estás. Quédate ahí que voy a por ti. Abrígate, que está lloviendo mucho y nadie quiere que cojas un constipado.

- De acuerdo. Nos vemos ahora. — me despedí mientras me forzaba a mí misma a dejar de llorar.

- Hasta ahora. — colgó.

Guardé mi móvil en el bolsillo, junto con su número de teléfono y volví a la posición en la que estaba antes. Me pasé los siguientes 15 minutos igual, mirando fijamente a aquella tienda de repostería, intentando no pensar en Patrick.

Vi pararse un Jeep rojo en frente mía. El conductor bajó la ventanilla tintada, revelando a Brian.

- ¡Sube!

Cogí mi maleta y me metí en su coche.

- ¡Dios, estás empapada! — dijo nada más me metí. — ¿Te encuentras bien?

- S-Sí. Tú solo conduce. — él asintió con la cabeza y arrancó el coche.

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Llegamos a lo que supuse que era su casa.

- Ahora vuelvo. — subió las escaleras y yo me quedé de pie en la entrada.

Su casa era realmente bonita. Nada más abrir la puerta, te encontrabas con su salón, que estaba pintado de un color crema. El sofá era beige y el resto de sillones eran de igual color. Luego, justo en frente del sofá, había un gran televisor. De las paredes, colgaban coloridos cuadros y diferentes pósters enmarcados de su programa.

- Te he traído esto. — dijo mientras bajaba las escaleras. Era una camiseta azul claro. — Si sigues más tiempo con esa camiseta mojada, te vas a constipar.

- Muchas gracias. — le agradecí con una sonrisa, la primera desde que llegué a Nueva York. — ¿El baño?

Después de que me diese las indicaciones, me encerré dentro y me cambié. Antes de salir, vi mi reflejo en el espejo que se encontraba encima del lavabo. Tenía los ojos hinchados y rojos de tanto llorar, y mi nariz tenía el mismo color. Estaba hecha un desastre. Me lavé la cara y salí del baño.

'Cause after all this time, I'm still into you. //(Patrick Stump Fan Fic) | EDITDonde viven las historias. Descúbrelo ahora