El taxi me dejó justo en la puerta de mi hotel. ¡De eso me sonaba la dirección, era la de mi hotel! Le pagué al taxista y entré dentro. Supuse que él había dejado algo para mí, así que fui a hablar con la recepcionista.
- Hola, soy Kate Rivers. - me presenté. - ¿Sabe usted si le han dado algo para mí?
- ¿Kate Rivers? Espere un segundo. - la chica buscó algo entre su desordenada mesa y me entregó un sobre.
- Muchas gracias. - le agradecí.
Me senté en uno de los sofás que se encontraban en la recepción y empecé a leer la pista 6.
"Pista 6: 124".
¿124? ¡Ese es el número de mi habitación!
Salté del sofá y me subí en el ascensor. Pulsé el botón 2, y espere impacientemente a que las puertas se abrieran. Por fin sonó aquel ding y las puertas se abrieron. Hubiese corrido hacia mi habitación si no fuese porque llevaba unos tacones de vértigo y mi equilibrio fuese prácticamente inexistente.
Estaba parada en frente de la puerta de mi habitación. Una notita estaba pegada con celo. La cogí y la leí.
"Sigue los pétalos de rosa".
¡Pétalos de rosa! ¡Qué romántico! - pensé mientras seguía aquel rastro.
Después de estar varios minutos subiendo escaleras, llegué a la azotea del edificio. Abrí la puerta y allí estaba Patrick, que vestía un traje negro.
- Wow, estás preciosa. Pareces una princesa. - dijo nada más verme. Me sonrojé.
- Tú tampoco te ves nada mal, Stump. - le devolví el piropo.
Se acercó a mí y me besó apasionadamente.
- Necesitaba ese beso para darme fuerzas. - susurró. Despegó nuestras frentes y comenzó a hablar. - Seguro que te estás preguntando el por qué de este juego, y la respuesta es simple: quería hacer de este un momento memorable.
- Patrick, cada momento que paso contigo es un recuerdo imborrable. - sonrió, pero con esa sonrisa que me quitaba el aliento.
- Voy a seguir antes de que me emocione y empiece a llorar. - bromeó. Tomó aire y siguió con su discurso. - ¿Recuerdas el día en que nos conocimos? - asentí. - Cuando me dijiste tu nombre, sonreí. Creo que ya desde ese momento sabía que eras alguien especial. Ya en cuarto de primaria sabía que no eras como los demás. Cada vez que hablaba contigo, sentía cosas que no sentía cuando hablaba con otras personas. Y después de eso, llegó la temida secundaría, donde me di cuenta de que estaba perdidamente enamorado de ti y que te necesitaba más que al propio aire. Y a partir de ese momento, nuestra historia ha tenido sus subidas y sus bajadas, pero Dios sabe que nunca te he dejado de amar. Hace tres años, por fin conseguí cumplir aquel sueño que tenía desde secundaría, que era salir contigo. Ya sé que a lo mejor tres años no son muchos, pero te amo más que a nada en este mundo. - suspiró. - Dios, estoy tan nervioso. - murmuró. Noté que sus manos estaban temblando. Nunca le había visto así. Hincó una rodilla en el suelo y sacó una cajita pequeña de terciopelo. La abrió, mostrando un precioso anillo de oro con un diamante azul en el centro. - Kate Dianne Rivers, ¿te quieres casar conmigo?
- Patrick, ¿por qué yo? - pregunté entre lágrimas.
- Porque después de todo este tiempo, sigo enamorado de ti.
- Necesito, necesito salir un momento. - salí corriendo de allí. Me quité los tacones y bajé corriendo las escaleras. Abrí la puerta de mi habitación y cogí mi maleta. Por suerte, soy de esas personas que no deshacen la maleta cuando se van de hotel. No estaba lista para casarme, simplemente no podía. Nunca se me ha dado bien enfrentarme a los problemas, así que soy una experta en huir de ellos.
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'Cause after all this time, I'm still into you. //(Patrick Stump Fan Fic) | EDIT
Fiksi Penggemar-¿Por qué yo? -pregunté entre lágrimas. -Porque después de todo este tiempo, sigo enamorado de ti.