Capítulo 8: Es hora de decir adiós

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La banda de Pete, Joe, Patrick y Lara había mejorado un montón. Dejaron de centrarse en el nombre de la banda y empezaron a escribir sus propias canciones. Ya habían tenido varios bolos y gracias a uno de ellos, consiguieron un nombre: Fall Out Boy. ¿Qué cómo ocurrió? En uno de los bolos, antes de tocar la siguiente canción empezaron a hablar con el público, quejándose de que aún no tenían nombre, y se les ocurrió la idea de preguntarles cómo podrían llamarse. Después de una lluvia de ideas, alguien gritó Fall Out Boy y les gustó, así que se lo quedaron.

Mi relación con Pete iba muy bien. Cuando la gente del instituto se enteró, él y yo recibimos muchas críticas. Sus "amigos" le decían que me dejase, ya que salir conmigo le quitaría popularidad, y lo mismo decían de la banda que tenía con Patrick, Andy y Joe. Al final, Pete se deshizo de esos que se hacían llamar amigos, lo cuál le hizo quitarse un gran peso de encima. Yo por mi parte, recibí muchas miradas y mensajes desagradables por parte de un grupillo de chicas populares que estaban por Pete. Al principio, me afectaba mucho leer aquellas notitas que dejaban en mi taquilla, pero cada vez le di menos importancia, hasta que ya ni me molestaba en leerlos, directamente los tiraba a la basura.

Al igual que la cosa con Pete iba sobre ruedas, no podía decir lo mismo con Patrick. Desde el día que Pete y yo hicimos lo nuestro público, estaba muy raro. Siempre estaba decaído, sus sonrisas siempre eran tristes o forzadas y se notaba que no estaba bien, pero nunca lo admitía. Ya no hablábamos tanto como antes, es más,si estábamos diez minutos hablando era un milagro; ya no nos pasábamos tardes enteras jugando a videojuegos o simplemente viendo la tele. Me entristecía mucho esto, ya que Patrick ha sido mi amigo de toda la vida, y le estaba perdiendo poco a poco con cada día que pasaba.

Joe y Lara empezaron a salir y eran la típica pareja que siempre se está picando, pero se quiere mucho. Eran la pareja más adorable del mundo, por mucho que lo intentasen negar y nos pasasen el título a nosotros.

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Era otro viernes normal. Estábamos todos en casa de Joe, hablando sobre el próximo bolo que tendría lugar la semana que viene.

— ¡Va a ser alucinante! — exclamó Joe emocionado.

— ¡Ya ves! ¡No puedo esperar a que llegué el sábado! — dijo mi novio también emocionado.

— Lo vais a hacer genial, como siempre. — sonreí.

— Aww gracias, amor. — Pete me besó. Y como siempre, cuando nos apartamos, me sonrojé.

De repente, el móvil de Joe sonó. Su cara cambió completamente cuando leyó el mensaje.

— ¿Qué pasa? ¿Está todo bien, Joe? — pregunté.

— No sé. — sus ojos reflejaban preocupación. — Era Lara. Dice que en dos minutos viene para acá y que trae malas noticias.

El silencio se hizo en seguida en la habitación. ¿Qué sería eso tan importante que tenía que decirnos? Estábamos impacientes por que viniese Lara. Y, efectivamente, dos minutos más tarde, llamó al timbre. Bajamos rápidamente a abrirla y la imagen que nos encontramos no fue buena. Nada más abrir la puerta vimos a la pelirroja, que tenía todo el maquillaje corrido, los ojos rojos e hinchados y no paraba de llorar. Eso nos hizo preocuparnos aún más. Joe le dio un abrazo nada más verla.

— ¿Qué ha pasado? — preguntó Patrick. Joe y Lara dejaron de abrazarse.

— Chicos, tengo malas noticias. — dijo la pelirroja con la voz temblorosa. Se paró unos segundos para intentar contener algunas lágrimas. — Van a trasladar a mi padre a Alaska. Me voy la semana que viene. — rompió en llanto.

— ¿Cómo que te vas? — la voz de Joe estaba empezando a temblar.

— Me voy. — afirmó su novia. — He intentado convencer a mis padres, les he llorado, les he suplicado pero no ha servido de nada.

—¿Y cuando te vas? — preguntó Pete intentando no llorar.

— El domingo de la semana que viene. Por suerte voy a poder tocar el último bolo con vosotros. — Lara esbozó una pequeña sonrisa.

— Te vamos a echar mucho de menos. — dije abrazándola y rompiendo a llorar.

— Y yo a vosotros.

Pronto quedamos todos sumergidos en un abrazo grupal.

EL DÍA DEL BOLO

Los chicos estaban preparando todo mientras que esperaban a que Lara viniese. Parece mentira que hoy fuese el último día que íbamos a pasar con ella antes de que se mudase a Alaska. La iba a echar mucho de menos. En estos meses que hemos estado juntas nos hemos convertido en más que amigas, éramos como hermanas. Y si a mí me parecía duro, no me podía ni imaginar lo que estaba pasando Joe, no sólo su banda perdía un batería, él perdía a su novia. Ya lo habían hablado y por mucho que se querían, ambos sabían que las relaciones a distancia nunca funcionan y que ellos no iban a ser una excepción.

En ese momento apareció Lara.

— Hola, chicos. — dijo la chica tristemente.

— Hola. — respondimos en el mismo tono. Sólo el hecho de pensar que hoy iba a ser el último bolo que iban a tocar todos juntos me entristecía.

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Ya se iba acercando la hora. La gente estaba empezando a entrar.

— ¿Preparados? — preguntó Patrick.

— Preparados. — respondió Lara.

La sala se llenó de gente. Aquel día tocaron mejor que nunca, o al menos eso me pareció a mí. El público estaba bailando y cantando como locos. Después de media hora, se acercaba el final.

— Chicos, tenemos una mala noticia. Nuestra querida amiga y batería, Lara, se muda a Alaska. Esta es nuestra última actuación con ella, así que espero que gritéis y animéis como nunca lo habéis hecho en vuestra vida. — dijo Pete. — Esta es nuestra última canción de la noche. Esperamos que os guste.

Los primeros acordes de "November Rain" de Guns N' Roses empezaron a sonar, y con ellos, empezaron a salir mis lágrimas. Estaban tocando la canción favorita de Lara. Aquellos 4 minutos y 57 segundos se me hicieron muy cortos. No quería que acabasen nunca, pero desgraciadamente, antes de que me diese cuenta la canción había terminado y ellos ya se estaban despidiendo del público. Poco a poco la gente se fue marchando y yo me fui a ayudarles a recoger las cosas. Después de estar varios minutos en silencio, Lara se atrevió a hablar.

— Bueno, mi padre está a punto de llegar. Supongo que es hora de despedirnos.

— Te vamos a echar mucho de menos. — dijo Patrick conteniendo las lágrimas.

— Y yo a vosotros también. Gracias por estos meses tan geniales. — Lara echó a llora. Llegados a este punto estábamos todos llorando o a punto de ello. Nos dimos un último abrazo grupal.

— Te quiero. — le dijo Joe.

— Y yo a ti. — le respondió Lara con una sonrisa triste.

— ¿Nos escribirás? — preguntó Pete.

— Claro que sí. Prometo que nos mantendremos en contacto. 

De repente, sonó una bocina. Todos nos giramos hacia dónde había sonado y vimos el Jeep negro de su padre.

— Bueno, mi padre ya está aquí. Me tengo que ir. Adiós. Os voy a echar mucho de menos.

— Adiós. — nos despedimos. Vimos como Lara se subía al coche. En cuanto el coche de su padre desapareció, Joe se derrumbó.

— Mierda... ¡Tenía que haberla dado un último beso...! — se lamentó entre lágrimas. Le abracé para consolarle. Las cosas iban a ser muy diferentes sin ella.

'Cause after all this time, I'm still into you. //(Patrick Stump Fan Fic) | EDITDonde viven las historias. Descúbrelo ahora