Una gran sonrisa se formó en sus labios y volvió a besarme. El beso se volvió cada vez más apasionado. Me cogió de la cintura y me sentó en la encimera.
- He escuchado gritos y pensé... — escuché decir a Elisa.
Ambos dejamos de besarnos y nos giramos para mirarla. Ya era la segunda vez en la mañana que nos cortaba el rollo.
- Estamos bien. Gracias por preocuparte, Elisa. — dijo Patrick amablemente.
- ¿Qué os ha pasado? — preguntó al vernos cubiertos de nata y sirope.
- Hemos tenido un pequeño problema con la decoración de las tortitas. — respondí con una amplia sonrisa, ganándome una mirada asesina de Elisa.
Después de despegar su mirada de mí, la pegó sobre Patrick.
- Patrick, ¿te digo que quiero hablar contigo de algo importante y tú te dedicas a esto? — dijo en un tono que parecía el de una madre regañando a sus hijos mientras señalaba el desastre que habíamos hecho en la cocina.
- Tienes razón. — suspiró arrepentido. — Me cambio y te juro que hablamos.
- De acuerdo. — suspiró ella también. — No tardes.
Cogió una tortita y fue corriendo escaleras arriba. Elisa y yo nos habíamos quedado solas en una misma habitación, lo que significaba peligro.
- Creo que voy a limpiar un poco este desastre. — anuncié.
- Sí, haz algo de provecho por una vez en tu vida. — susurró Elisa lo suficientemente alto para que yo lo pudiese escuchar.
- ¿Perdón?
- Digo que podrías hacer de provecho por una vez en tu vida. Es decir, aparte de jugar con los sentimientos de Patrick. Ya sabemos todos que eso se te da de maravilla. — respondió con una sonrisa inocente.
- ¿Tú quién te has creído que eres? Mira, bonita...
- No, quién te has creído que eres tú. — me cortó. — Te vas seis meses lejos de Patrick después de que él te pidiese matrimonio y vuelves haciendo cómo si nada hubiese pasado. Pero, ¿sabes qué? A mí no me engañas. Puede que Patrick se lo crea, pero yo sé que no eres la niña dulce que él dice que eres.
- Tú no tienes ni idea de lo que ha pasado. No sabes ni de la misa la mitad. Y lo que haya pasado entre Patrick y yo es asunto nuestro, no tuyo. — la respondí fría.
- Tienes razón, no tengo ni puta idea de lo que ha pasado. Pero de lo que sí tengo idea es de todas las noches que Patrick lloraba hasta quedarse dormido porque su preciosa y bonita Katie le había abandonado, de verle llorando por las esquinas porque te echaba de menos, de escucharle cantar una y otra vez tus canciones favoritas porque así le hacía sentirse un poco más cerca a ti, de verle escribirte mensajes esperando una respuesta que nunca llegaba, de verle con el corazón roto y de intentar reconstruir lo que tú rompiste seis meses atrás. Pero no, desde luego no tengo derecho para pensar esas cosas de ti. — escupió las palabras como si fuesen veneno.
- ¿Y tú te crees que esto para mí ha sido un jueguecito? Yo también lo he pasado mal. Yo también le he echado de menos, aunque tú no te lo creas.
- Mira, a mí no me vengas de victimita. Puede que eso funcione con Patrick, pero no conmigo. Si tanto le querías no te habrías ido en primer lugar.
- Bueno, ya estoy listo. — anunció Patrick entrando en la cocina.
- Sí, hablemos de una vez. — le sonrió. — Si no te importa, quiero que la conversación sea privada. — me dijo al ver que yo tenía intención de quedarme.
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'Cause after all this time, I'm still into you. //(Patrick Stump Fan Fic) | EDIT
Fanfiction-¿Por qué yo? -pregunté entre lágrimas. -Porque después de todo este tiempo, sigo enamorado de ti.