Me desperté con un dolor de cabeza muy fuerte. Los recuerdos de la noche anterior aún rebotaban en mi cerebro. Miré la hora: las 11:00.
Supongo que ya es hora de levantarse.
Salí de la cama de Patrick y bajé las escaleras que conducían al salón. Me dirigí a la cocina y allí estaba él, con el pelo revuelto y con la misma ropa que ayer. Estaba de espaldas a mí, cocinando algo que parecía bacón.
— Hola. — saludé. Se giró y en ese momento pude apreciar lo mal que estaba. Tenía unas ojeras impresionantes, los ojos rojos de no dormir y estaba pálido.
— Hola. — me saludó de vuelta. — ¿Qué tal te encuentras?
— Parece que estoy un poco más animada. — esbocé una pequeña sonrisa. — ¿Qué pasó ayer? Escuché voces y gritos.
— Oh, eso. Perdón si te despertamos. — se disculpó Patrick.
— No importa. ¿Qué pasó? — volví a preguntar mientras me sentaba en una de las sillas de la cocina.
— Bueno, verás, ayer tuvimos una pequeña reunión de banda, que se transformó en una pequeña bronca entre compañeros de banda, que acabó en tomarnos un descanso indefinido. — explicó de forma simple y calmada.
— ¿Cómo? — pregunté atónita. Aunque recordaba con detalle todos los eventos de ayer por la noche, intenté convencerme de que todo era parte de un sueño, que sólo era producto de mi subconsciente, pero por mucho que lo intentase negar, la verdad era irrefutable.
— Sí, nos tomamos un descanso indefinido. No va a haber más Fall Out Boy por el momento. — me explicó. — Por una parte estoy aliviado porque ya no tengo esa presión sobre mis hombros de hacer un disco para satisfacer todos los deseos de nuestros fans, ni tengo que presionar a los demás para hacer cosas que no quieren simplemente para sacar un disco; pero por otra parte, voy a echar de menos trabajar con los chicos y vernos todos los días.
Enhorabuena, Kate. Has conseguido que tu ex-prometido y tu mejor amigo dejen de hacer lo que más les gusta en este mundo. Has conseguido romper una banda que ha salvado la vida de muchos adolescentes y que es amada por muchas personas alrededor del mundo. Deberías sentirte orgullosa de ti misma.
— Patrick, lo siento mucho.
— No pasa nada. Supongo que no estábamos destinados a durar por siglos. — dijo esbozando una sonrisa triste. — Bueno, esto ya está. — colocó dos platos en la mesa. Había hecho huevos revueltos con bacón.
— Muchas gracias, Patrick.
— No hace falta que me lo agradezcas. Somos amigos y los amigos se ayudan. — y es que eso es lo que tiene Patrick, que aunque se encuentre como una mierda, siempre va a hacer lo posible para animarte.
-----
Llevaba varios días metida en casa de Patrick dado que la única casa que tenía la compartía con Pete y no me sentí con fuerzas como para vivir entre tantos recuerdos. Patrick seguía viendo a los chicos, dado que estaban planeando sacar un disco de recopilaciones de los grandes éxitos de Fall Out Boy para todos sus fans. ¿Y yo? Bueno, pues yo me pasaba el día metida en la cama. No salía del cuarto de invitados de Patrick para nada. No comía, no salía, no dormía, nada. Lo único que hacía era estar tumbada, deseando sentir algo más que dolor. Y supongo que en esos días fue como empezó todo.
Recuerdo que una mañana por fin salí de la cama. Estaba cansada de sentirme inútil, de no servir para nada. Me fui al baño para darme una ducha, llevaba ya varias semanas sin ducharme. Vi mi reflejo en el espejo y observé con detalle cada centímetro de mi cuerpo.
Normal que Pete te haya dejado, ¿acaso te has visto? Eres gorda, fea, por no mencionar lo insoportable que eres. Además, ¿cómo fuiste tan tonta de pensar que Pete realmente te amaba? Él siempre fue el chico popular al que todo el mundo amaba, y tú sólo eres una cara más entre la multitud. Para él sólo fuiste otro juguete más con el que jugar. Nunca te quiso y nunca te querrá. — me dijo una voz en mi cabeza. Y tenía razón. ¿Cómo alguien podría amarme si soy repulsiva? Soy una mierda, no valgo para nada.
Débil.
No podía aguantar más. Llevaba semanas sintiéndome así. Entonces, lo vi. Vi cómo un objeto metálico del neceser de Patrick brillaba. Era una cuchilla. ¿De verdad estaba pensando en...?
Adelante, hazlo. Al menos así acabarás antes con todo. El mundo será más feliz sin ti, al fin y al cabo, no le importas a nadie.
Cogí el objeto metálico y puntiagudo y lo acerqué a mi muñeca. Estaba tan cerca... ¿en serio estaba a punto de hacerlo?
Venga, sabes de sobra que te lo mereces.
Sentí cómo la cuchilla rasgaba mi piel y la sangre empezaba a salir. Hice un corte y otro y otro y otro. Sólo sentía dolor, pero no precisamente por los cortes.
¿Ves cómo sí que podías?
Iba a por el quinto, cuando escuché que se abría la puerta principal. Mierda, Patrick había vuelto. Rápidamente, me limpié las heridas y guardé la cuchilla. Me metí en la ducha y abrí el grifo.
— ¡Kate! — escuché gritar a Patrick.
— ¡Estoy en la ducha! — grité de vuelta.
— ¡Oh, vale! ¡Luego hablamos!
Me duché y me cambié de ropa. Me puse una camiseta de manga larga para cubrir los cortes que me había hecho minutos antes.
— ¡Vaya, si has decidido salir de la cama! — exclamó Patrick alegre.
— Sí, pensé que ya era hora de dejar la cama y ponerme a hacer algo productivo. — dije con una sonrisa falsa pegada en mi rostro.
— Me alegro, en serio. — me sonrió de vuelta.
Sabes que en realidad no se alegra, ¿verdad? Sólo lo dice porque le das pena.
En los meses siguientes me convertí en una maestra de las sonrisas falsas y de fingir que estaba mejor de lo que en realidad estaba. Casi todas las noches estrenaba cortes nuevos en mis muñecas y los pensamientos negativos invadían mi mente. Pero no podía seguir así eternamente y lo sabía. Sabía que llegaría el día en que no pudiese más y cuando llegase tendría dos opciones: O contarle mi problema a Patrick y buscar ayuda o acabar con todo de una vez por todas.
ESTÁS LEYENDO
'Cause after all this time, I'm still into you. //(Patrick Stump Fan Fic) | EDIT
Fanfic-¿Por qué yo? -pregunté entre lágrimas. -Porque después de todo este tiempo, sigo enamorado de ti.