Capítulo 9: Andy Hurley

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Habían pasado varios meses desde que Lara se mudó. Joe estaba hundido, se notaba que la echaba mucho de menos. Y aunque ella prometió escribir, ya habían pasado varios meses y aún no habíamos recibido ni un solo mensaje suyo. Supongo que pasó página antes que nosotros.

Después de mucho convencer a Joe, Fall Out Boy empezó a buscar un batería nuevo, y la verdad, es que era un trabajo muy complicado y agotador. A cada candidato le ponía pegas y siempre decía comentarios como "Lara lo hacía mejor" o "Es bueno, pero Lara era mejor". La esperanza estaba perdida. Parecía que ya no había batería capaz de asombrar tanto a Joe como lo hizo Lara. Y de repente llegó, como caído del cielo.

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Era un sábado más haciendo otra audición, la quinta del mes, para ser más exactos. Eran casi las ocho de la tarde y no se había presentado nadie, y llegados a este punto, pensamos que nadie lo iba a hacer. Y entonces apareció. Un chico con el pelo castaño oscuro y de melenita por los hombros entró por la puerta del garaje. No le pude ver bien la cara porque la llevaba agachada.

— Hola. — saludó el chico, casi en un susurro.

— Hola. — dijimos Pete, Patrick y yo emocionados de que alguien se hubiese presentado.

— ¿Cómo te llamas? — preguntó Joe en un tono no tan animado.

— Andy, Andy Hurley. — respondió el chico de la melena corta levantando la cabeza. Llevaba gafas y tenía un piercing debajo del labio. Su cara me resultaba familiar, ¿dónde había visto yo a este chico?

— Bueno, ya sabes lo que hacer. — le sonrió Patrick. El chico asintió, se sentó en el taburete y cogió las baquetas. Nada más empezar a tocar nos quedamos asombrados. Tocaba genial, incluso mejor que Lara y Patrick juntos. Pete y Patrick se miraron: este debía ser el batería definitivo de Fall Out Boy, se pusiese como se pusiese Joe.

Cuando Andy terminó todos aplaudimos, y cuando digo todos, digo todos, incluido Joe.

— ¡Ha sido impresionante! — exclamó Joe. El chico se sonrojó.

— ¡Has estado genial! — secundó Patrick.

— Entonces, ¿estoy en la banda? — preguntó emocionado Andy. Los tres se miraron entre ellos.

— Sí, ya eres miembro de Fall Out Boy. — dijo un sonriente Pete.

— ¿En serio? Wow, ¡no me lo puedo creer!

No sé por qué, pero cuando dijo eso me acordé de dónde le había visto. Es aquel niño al que la profesora de Mates le echó la bronca aquel día que faltó Patrick y tuve que ir pedirle los deberes.

— Bueno, solo decirte que lo único que necesitas saber sobre la banda es que está formada por Pete, Patrick y yo, — le explicó Joe señalando a cada uno de ellos. — y que todos los fines de semana, incluidos los viernes, ensayamos aquí. Lo demás lo irás descubriendo sobre la marcha.

— Vale, entendido. — asintió Andy.

Noté que me miraba y después de unos segundos, preguntó:

— No quiero sonar borde pero, ¿quién es ella?

— Oh, es mi novia. — respondió Pete con una sonrisa. — Es como si formase parte de la banda, no te preocupes.

— Ah, vale.

— Bueno, nos vemos mañana aquí. Quedamos después de comer, sobre las cuatro.—  dijo Patrick.

— De acuerdo. ¡Nos vemos mañana!

— ¡Hasta mañana! — le despedimos.

— Bueno, pues ya tenemos batería. — sonrió Pete.

— Oye Patrick, ¿ese chico no va a tu clase de Mates? — le pregunté.

— Sí, creo que sí. Me suena de haberle visto antes, ¿por? — me respondió.

— ¿Recuerdas aquel día que faltaste, hace como tres meses, porque estabas enfermo? Bueno, pues cuando fui a tu clase de Mates a pedir tus deberes a la profesora, ella le estaba la echando la bronca.

— ¿La bronca? — preguntó Patrick sorprendido. — Pero si nunca habla en clase. Parece que no está.

— Bueno, eso es lo que yo vi. La verdad es que sí que parece tímido.

— Ya. Se le notaba un montón cuando habló, pero cuando empezó a tocar la batería... Madre mía, parece que toda su timidez se esfumó. — intervino Pete.

— Sí... — dijo Patrick mirando al suelo, como si no quisiese hacer contacto visual con él.

Y ahí se acabó la conversación entre Patrick y yo. Eso es a lo que me refería cuando decía que era un milagro que él y yo hablásemos durante 10 minutos seguidos. Me preocupaba y entristecía sentir que poco a poco nos estábamos distanciando, y lo mejor de todo era que no sabía que hacer para poder recuperarle.

AL DÍA SIGUIENTE

Como ya era costumbre, Pete y yo fuimos juntos a casa de Joe para ensayar.

— ¿Estás bien? — me preguntó Pete, rompiendo el silencio que predominaba minutos antes.

— Estoy preocupada. Siento que estoy perdiendo a Patrick cada día que pasa. Cada vez hablamos menos y ya no pasamos tanto tiempo juntos como antes. Siento que nos estamos distanciando y yo no quiero que pase eso, pero no sé qué hacer para detenerlo.

— A lo mejor no pasas tanto tiempo con él porque siempre estás conmigo. A ver no es que me queje, sabes que me encanta estar a tu lado, pero no quiero que dejes de lado a tus amigos por estar conmigo.

— Entonces, ¿no te importa si paso la tarde con Patrick?

— No, en absoluto. Sé que Patrick y tú sois amigos desde tiempos inmemoriales, no quiero que perdáis vuestra amistad. — sonrió, y yo también lo hice.

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El ensayo fue genial. Resulta que Andy es un tío asombroso. Al principio es tímido, pero cuando se suelta es una de las personas más amables y divertidas que puedas encontrar.

Nada más terminar, me acerqué a Patrick, que estaba afuera esperando a que le recogiese su madre.

— Hola. — le sonreí.

— Hola. — me respondió sonriéndome de vuelta. De repente empezó a sonar su móvil. Genial, ya no podíamos ni empezar la conversación. — ¿No puedes venir? ¿Y ahora yo qué hago? — le preguntaba a la persona que le había llamado, que yo supuse que era su madre. —Vale, le preguntaré a alguien. Adiós, te quiero, mamá. — dijo colgando el teléfono.

— ¿No te pueden recoger?

— No, al parecer a mi madre le ha surgido algo urgente en el trabajo y no me puede venir a buscar. ¿Podría irme contigo y con Pete?

— Conmigo sí, con Pete no. Me viene a recoger mi madre. — expliqué.

— Oh, ¿no te vas con Pete? ¿Qué raro, no? — rió.

- Ya. — solté una risita incómoda. — Oye, ¿tú tienes algo que hacer esta tarde?

— No, la verdad es que estoy libre, ¿por? — respondió confuso.

— Por si quieres que quedemos, pero tú y yo solos, sin Pete, como en los viejos tiempos. — noté que su cara se iluminó cuando le propuse el plan.

— Mmmm... Vale. Suena bien. 

Justo en ese momento apareció el coche de mi madre.

— Hola, chicos. ¿Os llevo a algún lado? — dijo mi madre, asumiendo que Patrick se venía con nosotros.

— ¿Adónde quieres ir? — le pregunté.

— Al centro comercial. — respondió con una sonrisa, una que me conocía muy bien. Tenía pinta de que hoy iba a ser una tarde genial.

'Cause after all this time, I'm still into you. //(Patrick Stump Fan Fic) | EDITDonde viven las historias. Descúbrelo ahora