Escuché voces provenientes de la cocina. Miré el reloj: las 9:30. Estas horas no son humanas, ¿cómo es que hay gente despierta? Ya que me habían despertado, decidí bajar a desayunar. Lo primero que vi nada más entrar fue a mi madre y a...
— ¿Pete? — pregunté atónita.
— ¡Buenos días, Katie! — dijo en un tono alegre.
— Buenos días, cariño. — me saludó mi madre en un tono cariñoso.
— Hola. — le saludé de vuelta a mi madre. Entonces, me di cuenta de que me acababa de levantar y de que iba vestida con mi pijama de ositos, mis zapatillas de conejito y de que tenía el pelo revuelto y enredado. — Em... Ahora vuelvo. — corrí por las escaleras para ponerme algo decente. Me metí en la ducha y me puse mi camiseta favorita (una azul clarito con estampado floral), unos pantalones vaqueros negros ajustados y mis converse negras. Tardé unos diez minutos y bajé de nuevo a la cocina. Pete seguía ahí.
— Vaya, ¡si te has cambiado! ¿Por qué, si a mí me gustaba mucho tu pijama de ositos? — bromeó Pete. Me sonrojé y le di un puñetazo flojo en el brazo.
— Bueno, aquí tienes el desayuno, cariño. — dijo mi madre poniendo el plato de tortitas en la mesa. — ¿Seguro que no quieres nada, Pete?
— Seguro, señora Rivers. Gracias. — respondió amablamente.
— Puedes llamarme Susan. — mientras ellos hablaban, me senté en la mesa y empecé a comer.
— Bueno Kate, ¿lista para irnos? — dijo Pete.
— ¿Irnos? ¿Adónde? — pregunté metiéndome otra tortita en la boca.
— A la audición, ¿recuerdas? También hemos quedado con Patrick, íbamos a ir a los tres juntos a casa de Joe.
— ¡Es verdad! ¡Se me había olvidado! — exclamé dejando el plato en la pila.
— ¿Tú también eres amigo de Patrick? — le preguntó mi madre.
— Sí, nos llevamos bien.
— Qué guay, ¿no? Ahora los tres sois una "pandi". — dijo mi madre emocionada, avergonzándome delante de Pete, que por cierto, se echó a reír.
— Bueno, me voy arriba. ¿Te vienes? — le pregunté a Pete.
— Claro. Un placer conocerla, Susan.
— Lo mismo digo, Pete. — respondió mi madre.
Pete y yo subimos a mi habitación. Él se sentó en mi cama mientras que yo me lavaba los dientes y me maquillaba en mi baño.
— Joder, ¡qué habitación tan chula! — le vi levantarse de la cama y empezar a tocar todas las cosas que tenía en la mesa.
— ¡No toques mis cosas! — le grité desde el baño. Él simplemente se rió. Salí unos siete minutos más tarde y nos fuimos a buscar a Patrick, o al menos eso pensaba yo.
Iba directa a la casa de en frente, cuando Pete me comunicó el cambio de planes.
— Por aquí. — dijo señalando a su derecha.
— Si la casa de Patrick es está de aquí.
— Ya lo sé. Antes de que busquemos a Patrick me gustaría que nos diésemos una vuelta tú y yo, a solas.
— Umm... Vale. — y así cogimos el camino de la derecha. Nos pasamos varios minutos andando en un silencio incómodo, hasta que me atreví a romperlo. — Y bueno, ¿de qué querías hablar?
— Eh... Um... Bueno, de lo de ayer. — respondió nervioso.
— Ah... De eso... — dije decepcionada. Seguro que quería hablar de lo de nuestro beso para decirme que ya no le gusto. Fijo.
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'Cause after all this time, I'm still into you. //(Patrick Stump Fan Fic) | EDIT
Fanfiction-¿Por qué yo? -pregunté entre lágrimas. -Porque después de todo este tiempo, sigo enamorado de ti.