Capítulo 25: A contra reloj

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Kedamono me explicó que no podía hacer mucho, que prefirió no intervenir pero tampoco abandonar a Popee debido a su amistad y a la empatía que siente por su situación.

— Él puede salir de esto solo —Me dijo su opinión aun desconfiado de lo que pretendía hacer— No creo que deberías intervenir.

Le mire decidida, manteniendo firme mi decisión.

— Se que Popee necesita ayuda —Intenté convencerlo.

Le constó un poco pero al final cedió y registro en mi celular los números de aquellos amigos con los que mas conflictos tenía Popee.

— Es todo lo que puedo hacer, no estoy enterado de la razón por la que se pelearon y tampoco estoy seguro de que ellos te lo digan tan fácilmente.

— Aun así lo intentaré.

Faltaba cada vez menos para que pudiera reunirme con mi familia, me quedaba poco tiempo para ayudar a Popee, pero estaba decidida a hacerlo, como agradecimiento por todo lo que me ayudo en este tiempo. Sin embargo, no estaba completamente segura de lo que pasaría una vez que me reencuentre con mi familia, por lo que no había tiempo que perder.

Esa misma mañana les escribí a ambos. "No me conocen, pero soy amiga de Popee, quiero entender cual es su relación entre el accidente con el circo y su conflicto con Popee". Fue mi primer mensaje, espere pacientemente una respuesta pero tan solo fue visto sin ser respondido.

Durante él día, mira a Popee mas irracional de lo habitual, gritando de ira, completamente lastimado mientras perseguía a Kedamono. Hasta que termino de cara contra el suelo. No dude en tomar el botiquín y correr hacía él.

— ¿Se desmayo? —Le pregunté a Kedamono.

— Creo que solo esta cansado, igual que yo —Respondió restándole importancia— Prepararé limonada para los tres —Dijo antes de marcharse.

Le hablé pero no recibí respuesta, así que con mucho cuidado lo gire acostándolo boca arriba, para mirarlo completamente lleno de sangre que provenía de múltiples heridas que si bien no eran letales, eran demasiadas para conseguir mancharlo de tal manera. No estaba del todo inconsciente pero si lo suficientemente agotado, lo cual no le permitía moverse, su cuerpo no le reaccionaba.

El sol era fuerte, quizá también podría haber sufrido un golpe de calor. Como pude lo lleve hasta su habitación. Popee era pesado pero no me rendí, lo acosté sobre su cama y poco a poco trate sus heridas, encargándome también de ponerle un paño húmedo y frio en la frente, como pude, le quité aquel traje que siempre llevaba junto a su gorro, todo con el propósito de bajarle el golpe de calor que había sufrido.

De pronto se reincorporo tosiendo y escupiendo un poco de sangre. Me asuste de inmediato creyendo que se trataba de algo mas grave pero entonces noté que provenía de una herida en su lengua que se había ocasionado al morderse así mismo cuando cayo de cara contra el piso.

— Tranquilo, estas bien, solo fue un golpe de calor —Intenté reconfortarlo a la par que volvía a acostarlo

— Umi —Habló en un suspiro al mirarme. 

— Quédate aquí y descansa —Le sonreí para que sintiera mas confianza.

Popee accedió sin dar problema alguno, cerro sus ojos y acató mis ordenes. Busque el trapo y pude verlo tirado en el suelo, me agache para recogerlo pero al hacerlo me percaté de un par de pétalos de color rojo. Popee volvió a toser, mi prioridad en ese momento era cuidarlo, así que simplemente levanté los pétalos y los guarde en mi bolsillo, remoje el paño en el agua fría y lo coloque sobre su frente de nuevo.

— Te traeré algo de agua para que puedas hidratarte —Le hice saber antes de marcharme.

No obstante, antes de salir, me gire, tome mi celular y le saque una foto, enfocándome en sus heridas, casi como si fuera instinto, pensé que quizá esa foto podría servirme de algo.

Al salir me encontré con Kedamono a la distancia, quien llevaba una bandeja con una jarra de limonada y tres vasos.

— Ahí estas Umi, no los encontraba, traje la limonada —Habla muy calmado.

No pude evitar fruncir el ceño ante su actitud. Me acerque a él para mostrarle la fotografía que había tomado hace unos momentos atrás.

— ¿A ti te parece que esto es estar bien? —Le pregunté molesta— Popee me dijo que ya nadie trataba sus heridas.

— Hace rabietas, se pone agresivo, tampoco podemos hacer mucho al respecto, ni siquiera su hermana que es la persona a quien mas quiere pudo hacer algo al respecto —Se justifico.

— ¡Carajo! —Maldije en voz alta sintiéndome frustrada— La limonada no le va a ayudar, tiene una herida en la lengua —Rechacé su limonada y me marche a la cocina por agua natural, con hielos para enfriarla mas.

Hice todo lo que pude para tratar su golpe de calor. Una vez que se encontró mejor, recupero su juicio.

— ¿Te encuentras mejor? —Le pregunté con calma.

— Estoy bien —Respondió seriamente, minimizando su dolor.

— No tienes que mentirme, Popee.

— ¿Y qué quieres que te diga? —Se expresó irritado.

— Solo la verdad.

Popee llevo sus manos a su rostro con frustración.

— Lo dices como si fuera tan fácil —Se quejo.

Comparé esta situación con la mía, sabiendo que también me costaba hablar con la verdad respecto a mis emociones. Agache la cabeza comprendiéndolo mejor.

— Lo siento, no pretendo forzarte, pero debes comprender que me preocupa no saber lo que realmente te sucede.

De un momento a otro, ya tenía a Popee abrazándome con fuerza y no tarde en corresponder.

— Falta poco para que te vayas con tu familia, ¿estas emocionada? —Cambio el tema de la conversación, sin embargo algo me decía que tenía un poco que relación con el tema.

— Lo estoy, pero aun no se que es lo que podría pasar —Confesé ilusionada.

Pase el resto del día junto a Popee, poco a poco se sintió mejor. Con el paso de las horas, comenzaba a desesperarme por no conseguir respuesta de sus amigos, no me quedaba mucho tiempo, debía hablar con ellos lo antes posible.

Al caer la noche, mientras Popee dormía, no quise esperar a que tuviera pesadillas de nuevo, recordé la fotografía que le había tomado a Popee mas temprano, entonces pensé que podría utilizarla para convencerlos.

No tarde en mandar la fotografía a ambos y volví a escribirles: "Popee me preocupa mucho, solo quiero entender lo que paso para ayudarlo". Tenía la esperanza de que esta vez respondieran, aunque sabía que tendría que esperar otro poco mas, tan solo rogaba por que no demoraran demasiado.

Pase la noche en vela nuevamente pensando en como podría ayudar a Popee. Grande fue mi alegría cuando a medio día, recibí respuesta por parte de ambos.

Fragmentos Perdidos ||PopeexT/N||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora