Capítulo 15: Rehabilitación

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En una sala luminosa y equipada con instrumentos especializados, me encontré lidiando con la amnesia que me ha arrebatado fragmentos de mi identidad. Hoy me enfrento a mi primera sesión de rehabilitación neuropsicológica. El terapeuta, con ojos que reflejan empatía y comprensión, me recibe con una sonrisa alentadora mientras me pide sentarme frente a una mesa con diversos materiales.

La atmósfera está cargada de expectación y nerviosismo, pero a pesar de la gentilidad del terapeuta, no me sentía muy motivada. Explore los detalles de la habitación mientras el terapeuta me explicó con paciencia el propósito de la rehabilitación. Me presento una serie de ejercicios diseñados para estimular la memoria, la atención y otras funciones cognitivas.

El terapeuta comienzo con ejercicios simples de asociación de palabras y objetos. Cada acierto lo fui recibiendo con un poco aliento y refuerza lentamente mi confianza en la capacidad de recuperación de mi memoria. Sin embargo, los momentos de frustración también se hacen evidentes cuando ciertos recuerdos parecen inalcanzables.

El siguiente paso implico la exploración de mi propia historia personal. Fotografías genéricas que me ayudaran a recordar momentos clave en mi vida, documentos escritos y objetos varios que intentan convertirse en piezas de un rompecabezas que debo intentar reconstruir. Es complicado al no contar con nada de eso que me pueda decir quien soy. Con una mezcla de emoción y ansiedad, me sumergí en la tarea, enfrentándome a la dualidad de la esperanza y la tristeza que acompañan a cada desafío de mi pérdida de memoria.

A medida que la sesión avanza, el terapeuta introdujo ejercicios de coordinación motora y habilidades espaciales para abordar diferentes aspectos de la función cerebral, me enfrenté a desafíos que pusieron a prueba mi paciencia y perseverancia, a cada pequeño ejercicio intento mantenerme positiva, pero, sin nada a que relacionar mi pasado, será mas difícil de lo que creería.

— ¿Cómo te fue? —me preguntó el rubio al salir del lugar.

— No hubo avances, no tengo nada que pueda ayudarme a recordar mi pasado, así que...

Baje la mirada devastada.

— Tendrás que hacer una travesía de autodescubrimiento —mire al chico confundida— si no hay nada entonces tendrás que reconstruir tu propia historia.

— ¿Mi propia historia? —titube al hablar.

— Quizá eso te ayude a recordar, aunque.., no es como que tengas otra opción.

Podía sonar cruel, pero esa era la única realidad, que por mas dolorosa que fuera, debía resignarme y afrontarlo.

— Tienes razón, los sentimientos no me servirán de nada —dije con desdén.

— No, no me refería a...

Camine sin esperarle, dejándolo con la palabra en la boca, aunque no pude expresarme correctamente hace unos instantes. Debía afrontar mi nueva realidad y aprender a lidiar con ella. Tenía esperanzas que la terapia me ayudara.

Los días pasaron, días en los que ignore mis emociones y me concentre en mantenerme ocupada sin importar de que se tratara, ayudando tanto como podía a cada uno de los integrantes de este abandonado circo, incluyendo a Popee

— Déjame ayudarte —le pedí a Popee— prometo que no seré un estorbo, por favor déjame ayudarte en algo.

Popee lo pensó unos instantes y dijo:

— Quizá..

Observe la destreza natural de Popee con los malabares, pero notó ciertos detalles que podrían mejorar. Intente decirle lo que creía que le estaba fallando sobre la postura, el ritmo y la coordinación. Juntos, trabajamos en una rutina que destacara las habilidades únicas de Popee para dejar a los demás boquiabiertos.

Popee me demostró algunos trucos maestros, revelando los secretos detrás de su propia destreza. Me quedé absorbida por cada palabra y gesto, iniciando en mi una chispa de inspiración decidida a aprender como ser una artista circense.

— Enséñame a hacer eso —le dije con un brillo en mi mirada.

— ¿Tanto te entusiasma? —dijo él chico con indiferencia.

A medida que avanzaba la tarde, el vínculo entre nosotros se fortalecía. Hablábamos no solo de malabares y trapecio, sino también de las historias detrás de cada actuación de Popee, de los desafíos superados y de las risas compartidas entre el publico del circo. 

El día culminó con una actuación improvisada, donde Popee y yo, en donde intentamos fusionar nuestras destrezas en un número inolvidable, aun a pesar de haber fracasado al final.

— Creo que no tengo el talento para esto —dije levemente desanimada.

— Necesitas segur practicando, eso es todo —me dirigió una sonrisa. 

Su sonrisa me ayudo a mantener el animo y por unos instantes pude continuar con esta nueva etapa que estaba probando, tratando de mantener la esperanza de que todo mejoraría con el tiempo.

Me deje tirar sobre la cama completamente cansada.

— ¿No piensas cambiarte de ropa? —se quejo el rubio.

— Estoy tan cansada que no puedo moverme..

— No has descansado esta semana, todo el día estas ocupada.

— Eso es porque.. —no logre terminar mi oración pues me termine quedando dormida.

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¿Alguien conoce la aplicación: Poly.AI? (. ❛ ᴗ ❛.)


Para quien si y le interese, estoy pensando en hacer mi versión de Popee y Hanabishi, también crear mods de los fics que he escrito para que puedan interactuar con ellos mas personalmente.

Si lo llego a hacer les avisare en un próximo capitulo (✿◕‿◕✿)


Fragmentos Perdidos ||PopeexT/N||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora