Capítulo 36: Impotencia

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A medida que pasaban los días, me encontré atrapada en un ciclo destructivo de autolesiones y dolor. Cada vez que la depresión y la soledad se apoderaban de mi, recurría a la autolesión como una forma de escapar del dolor insoportable que me consumía desde adentro.

Pero cuanto más me autolesionaba, más me alejaba de la esperanza de encontrar una salida de este sufrimiento. Las cicatrices en mi piel se convirtieron en un recordatorio constante de mi pesar, marcando cada momento de desesperación y desesperanza que había experimentado. 

Aquel cuchillo había tomado el papel de mi amigo fiel, reemplazando los abrazos cálidos de Popee por el frío filo de la cuchilla atravesando mi piel. Ahora me acompañaba a todos lados, escondiéndolo entre mi ropa la cual paso de ser casual a una mas cubierta y reservada pues ya mis dos brazos estaban llenos de cortes.

Ya no me fijaba mucho en lo que pasaba a mi alrededor pues no tenía sentido, no había nada nuevo, ni nada por lo que valiera la pena salir de mi habitación.

En mi ultima visita a la ciudad, me concentré en buscar maquillaje, pues no dejaban de comentar que me veía demasiado pálida y lo asociaban con mi mala alimentación, así que para seguir pasando desapercibida comenzaría a maquillarme de manera natural y así disiparía esos comentarios. También compre vendas por cualquier inconveniente preferiría que se notaran las vendas de las cuales podría encontrar mejores excusas a que vieran mis cicatrices y cortadas.

Una vez tenía todo cubierto, dejaron de molestarme al verme mas normal, pero continué comiendo muy poco, levantándome de la mesa antes que todos, tan solo haciendo una reverencia como agradecimiento y marchándome de vuelta a mi habitación.

Autolesionarme se convirtió en una adicción y cuando sentí que mis brazos ya no podrían aguantar mas cortes, seguí con las piernas. Casi no dormía, casi no comía, casi no hablaba ni salía de mi cuarto, no había una razón para hacerlo.

Bañarme era doloroso al sentir el agua caliente en mis heridas mas recientes, me ardían, pero me ayudaban a seguir manteniendo mi mente distraída del verdadero dolor. Me sumergí en la bañera aguantando la respiración, tenía los ojos cerrados y me concentraba casi en su totalidad en aquella sensación embriagante del agua.

De pronto,  imágenes comenzaron a destellar ante mis ojos, fragmentos borrosos de recuerdos que habían estado ocultos en lo más profundo de mi mente. Sentí como si me estuviese ahogando, abrí la boca por la sorpresa de una sensación familiar y curiosamente el agua me supo salada, como si fuese de mar. Comenzando a forcejar, podría jurar que sentí una mano sujetar mi antebrazo con fuerza. 

Abrí los ojos y finalmente salí de la bañera, escupí el agua que había tragado y tosí tratando de estabilizar mi respiración, como si hubiese vivido aquella sensación de ahogamiento por segunda vez. Sonreí en grande al recuperar un recuerdo que creí perdido, sin embargo eso no me decía mucho sobre mi pasado.

Al terminar mi baño seguí con mucha emoción e instintivamente corrí a buscar a Popee, pero me detuve al recordar que ya no hablamos. Debido a lo anterior, me dirigí a Paola a comentarle lo que había sucedido.

— ¡Debemos ir con la policía ahora mismo! —Exclamé con euforia.

— Umi, no podemos hacer eso —Me detuvo al instante, puso sus manos sobre mis hombros y me miro fijamente a los ojos— Me alegra mucho que pudieras recordar algo, pero eso no nos aporta nada nuevo sobre tu procedencia, solo nos recuerda lo que ya sabíamos, solo eso.

Intente hacer entrar en razón a Paola, sin embargo ella se mantuvo firme ante la idea de no poder hacer nada al respecto. Me enfurecí demasiado y me marche de vuelta a mi habitación.

Me senté en silencio en el borde de mi cama, había pasado semanas luchando con la amnesia, anhelando desesperadamente recuperar los fragmentos perdidos de mi pasado. Y ahora, finalmente, había encontrado un pequeño destello de esperanza en forma de un recuerdo recuperado, no era demasiado, quizás Paola tenía razón, pero era todo lo que tenía para aferrarme en mi búsqueda de respuestas.

Las preguntas giraban en mi cabeza, sin respuestas a la vista. ¿De donde venía?, ¿Cómo termine en esta costa?, ¿De quien era esa mano que me sujeto el brazo?. Me sentía atrapada en un laberinto de incertidumbre, incapaz de avanzar sin más pistas que el vago indicación recuerdo que había recuperado.

La frustración se apoderó de mí mientras luchaba por recordar cualquier otro detalle que me ayudara a encontrar a mi familia. Me sentía como si estuviera atrapada en un callejón sin salida, enfrentándome con un muro de incertidumbre que parecía insuperable.

Suspire frustrada y me levanté de la cama, decidida a volver a la playa en donde me adentre lentamente al mar, mirando hacía el horizonte, preguntándome de que parte había venido.

Permanecí un par de horas ahí, incluso cuando comenzó a llover y las olas se volvieron mas feroces, fue entonces que regrese sin muchas ganas. La lluvia parecía inmutarme en lo mas mínimo, aun cuando esta se intensifico, siendo acompañada de fuertes vientos, aun así, caminaba a paso lento, pues se llevaban consigo también mis lagrimas, disimulándose de manera perfecta.

Cuando llegue al circo, por un momento me encontré con Popee a la distancia, quien llevaba un paraguas para cubrirse de la lluvia, caminando con rapidez hacía la cocina, aunque no impidió que nuestras miradas se cruzaran por unos segundos. Sin embargo, en esta ocasión fui yo la primera en apartar la mirada y continuar con mi camino.

Al estar en mi habitación, apenas me cambie de ropa y seque mi cabello. Saque el cuchillo, lo afile un rato y sucesivo procedí a cortarme de nuevo. Nunca imagine, que en tan poco tiempo, esto se volviera en un habito.

Era testigo de como mi sangre se derramaba, causándome dolor en cada corte y sucesivo, ardor en cada herida hasta que esta lograra cicatrizar, pero no me quedaba nada más, no tenía a nadie más que fuera capaz de comprenderme, las breves citas con el psicólogo no eran suficientes. Logré recordar una parte de mi pasado, pero no era suficiente...

Fragmentos Perdidos ||PopeexT/N||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora