Fragmentos Perdidos ||PopeexT/N||

Capítulo 14: Diagnostico

El día de hoy nos entregarían finalmente los resultados de los estudios realizados tiempo atrás. Me sentía nerviosa pero esperanzada de saber que podría haber solución a mi perdida de memoria.

— La cita es para mas tarde, así que mientras iremos por mas provisiones y luego a la policía para ver si tienen noticias con la investigación —explico Papi— ¿nos acompañan?.

Estaba por decir que si, pero fui interrumpida incluso antes de abrir mi boca para hablar, todo a causa de Popee.

— Tenemos planes, los alcanzamos en el hospital mas tarde.

Su actitud tan repentina me sorprendió pero preferí no decir nada al respecto.

— Muy bien, Paola y yo nos vamos entonces, que se diviertan.

Se despidieron y luego se marcharon.

— ¿En serio tenemos planes? —le pregunte al chico una vez estuvimos solos.

— No idiota, digo, si, ¡agh! —se frustro— solo vamos.

Me tomo del brazo y me guio llevándome con él. Terminamos en una tienda, pero no sabría como categorizar este lugar pues era un edificio de varios pisos, todos repletos de videojuegos y tecnologías. Entonces me llevo a esta área que se ubicaba en el segundo piso, era oscuro, únicamente iluminado por las mismas luces que emanaban los videojuegos,

— Escoge un juego —me pidió el chico.

Mire a mi alrededor, hasta que uno llamo mi peculiar atención, era como una cabina y dentro había una persona bailando. De inmediato me encamine para observarle con mas detalle. Él chico dentro de esta cabina se sostenía de un barandal detrás suyo y movía sus pies con forme se le iba indicando en la pantalla.

— Esté —le dije al rubio sin despegar la mirada.

— De acuerdo —tomo mi mano y dejo unas monedas en ella— iré a ver unas cosas, no te muevas de aquí —advirtió antes de retirarse.

Apenas le hice caso, pues estaba absorta en aquello tan impresionante, parecía ser el juego perfecto y no dudaría en probarlo. La persona termino saliendo muy cansado de ahí, incluso sudando.

Era mi turno. me apresure antes de que alguien mas quisiera usarlo. Me subí al escenario de baile con un nerviosismo latente. A medida que depositaba las monedas en la máquina, el sonido de la música electrónica empezó a llenar el espacio, y la pantalla mostró las primeras notas de la canción que iba a bailar. Las flechas en el suelo marcaban el ritmo de la música, y sentí que era el momento de dejar de lado la timidez y entregarme al ritmo. Las luces parpadeaban en sincronía con la música, y las flechas en la pantalla indicaban los movimientos que debía realizar, pero al principio, mis pasos eran torpes y descoordinados, sin embargo, con cada intento, comencé a comprender mejor los patrones de las flechas y a sincronizarme con la música, entonces mis movimientos se volvieron más fluidos, y pronto me sentí inmersa en la experiencia, como si estuviera bailando en una pista de baile real.

A medida que avanzaba en la canción, mi confianza crecía. La música y la adrenalina me llevaron a un estado de trance, las luces y sonidos se fusionaron en una experiencia única, se sintió como si estuviera en mi propio mundo, olvidándome de todo por unos momentos

Finalmente, al llegar al último compás de la canción, terminé mi actuación con un movimiento final impresionante. Fue en ese momento en que me di cuenta de que había encontrado una nueva pasión en el baile, y estaba emocionada por todas las canciones y desafíos que me esperaban.

Así pase un buen rato hasta que las monedas se me acabaron y termine cansada. Al darme la vuelta ya había gente esperando para usar aquella maquina y Popee en otra esquina observándome atento mientras se recargaba de la pared.