Fragmentos Perdidos ||PopeexT/N||

Capítulo 38: Gotas de frustración

Una vez que se disipo el tifón y el clima volvió a la normalidad, con la mente mas centrada, estuve decidida a actuar. Un nuevo día con una renovada sensación de esperanza y determinación, lista para encontrar la luz en medio de la oscuridad que había consumido mi vida durante todo este tiempo.

En esta ocasión emprendí el viaje por mi cuenta, tomando el tren para llegar a la ciudad aferrándome a la esperanza de un futuro mejor. No estaba muy segura de como llegar a mi destino, pero estaba decidida a seguir adelante con valentía y determinación, lista para encontrar la paz y la felicidad que tanto anhelaba. 

Y con esa determinación en mi corazón, con un poco de ayuda por supuesto, llegué a la estación de policía. Tome una enorme bocanada de aire y me dispuse a entrar, confiando en poder recuperar mi vida finalmente.

Conté todo, con cada detalle de lo que había recordado. Estaba segura que era una pista clave para dar con mi paradero. Los agentes me escucharon con atención, tomando nota de cada cosa sin perder por un segundo el hilo de mi relato. Cuando termine de contarles lo que había recordado, los detectives se miraron entré ellos, sus miradas apuntaban a que ataban cabos sueltos.

— Lo teníamos contemplado como una posibilidad —Comentó uno de los detectives.

— ¿A que se refiere? —Me mantuve en alerta, preparándome para lo que tuvieran que contarme. 

Frente a mi extendieron un folder de color amarillo.

— Por favor, revísalo —Me pidieron con cautela.

Me sentí sumamente intrigada por el contenido de aquel folder. No tarde en abrirlo, encontrándome con un articulo de periódico con un titulo muy llamativo: "Tragedia en el pacifico". Me pareció curiosa aquella nota, pero continué leyendo. "Un barco que transportaba un aproximado de 700 migrantes, tuvo un final trágico en la parte norte del océano pacifico cuando se enfrentó a las fuerzas de la naturaleza. Las condiciones climatológicas en la zona empeoraron con fuertes vientos debido a las tormentas y las olas feroces, desataron un infierno en vida para las personas a bordo del barco que estallo en llamas que consumieron vorazmente todo a su paso". 

Al mirar las imágenes que acompañaban la noticia, a pesar de ser borrosas y movidas, pude darme cuenta de que era el mismo barco de mis recuerdo. Sentí una opresión en mi pecho al seguir con el reportaje. "Dos buques de la Marina acudieron a su auxilio, pero debido a las condiciones climatológicas violentas, se dificultó las operaciones de rescate". Todo lo que leía hasta el momento no era mas que tragedia sin precedentes, pero lo que hizo desatar mis lagrimas fue lo siguiente: "Se estima que el 70% de los migrantes perdieron la vida en el incidente, se anunció que habían desaparecido en el mar un estimado de 50 personas de las cuales no se tiene resto". Me sentí devastada, no obstante, una pizca de esperanza se mantuvo en mi al leer lo siguiente: "Fueron rescatadas 160 personas".

— Es el mismo barco —Pronuncie apenas, hipando entre sollozos. El nudo en mi garganta me impedía articular mas palabras. De inmediato cubrí mi boca en un intento por silenciar mi llanto.

— Aun no se conoce la identidad de todos los que iban en ese barco, solamente se conoce los que fueron encontrados y rescatados, ninguno de ellos dio un reporte sobre una hija perdida —Explico uno de los detectives.

— Se recuperaron al rededor de 370 cuerpos, pero no todos corrieron con la suerte de ser identificados, cabe la posibilidad de que alguno de ellos fueran tus padres —Continuo su colega— ¿Estas dispuesta a ir para ver si puedes identificarlos? —Cuido demasiado la manera en la que me hizo la pregunta, suavizando su tono de voz lo mas que pudo.

De inmediato negué con la cabeza, tomándome mi tiempo para tranquilizarme y así poder hablar.

— No puedo —Tartamudee al hablar, intentando aclarar mi garganta para pronunciar mis palabras con mas claridad— Sigo sin recordar mi nombre, mucho menos los rostros de mis padres.