Capítulo 54: Dulces susurros del mar

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Paola me llamo de nuevo a su habitación. Nuevamente tenía algo de lo que quería hablar conmigo de manera seria.

— ¿Qué es lo que querías decirme? —Le pregunté con curiosidad. 

— Hace tiempo que lo estuve hablando con Papi y llegamos a la conclusión que no podías simplemente estar aquí, técnicamente estas viviendo ilegalmente en este país.

Un escalofrió recorrió mi espalda al escuchar sus palabras. Temí lo peor.

— Eso.. significa que.. —Tartamudee al hablar.

Paola se miro mas seria. Tomo aire y se preparo para soltar la noticia.

— Significa que te adopte —Dijo sin rodeos. Me paralice creyendo que había escuchado mal— Después de que supimos sobre la partida de tus padres, me puse manos a la obra con el proceso de adopción, porque si no lo hacía entonces serías enviada a un orfanato y realmente sería incierto que sucedería después. Tuvimos la suerte que el proceso fue relativamente rápido, así que a partir de ahora eres mi hija —Dijo aquello ultimo con cautela— Lamento no haberte preguntado antes tu opinión.

Me quede sin palabras, definitivamente era una noticia que no esperaba en lo absoluto, no sabía que pensar, ni como reaccionar. Me tomo un momento para procesar la información, Paola espero pacientemente sin presionarme.

— Vaya, me tomaste por sorpresa —Confesé con sinceridad— Pero, agradezco que me hayas tomado en cuenta.

Paola sonrió. Se acerco a mi, abrazándome con cariño.

— También, las vacaciones están por terminar, así que me encargué de inscribirte a la misma escuela que Popee, Marifa y Kedamono. Ya esta todo listo.

Aunque nunca olvidaría a mis padres biológicos, sabía que había encontrado una nueva familia en estas personas, una familia un poco inusual, pero una gran familia al final del día. 

Tras recibir la noticia, Papi irrumpió buscando a Paola. Decidí retirarme de la habitación para no interferir en su conversación, aunque alcancé a escuchar unas palabras que me llamaron la atención.

— ¿Le has dado la noticia? —Preguntó aquel hombre.

— Así es —Respondió en un suspiro— Al parecer lo tomo bien. Se que nunca podre reemplazar a sus padres, pero me esforzare por darle una mejor vida —Expreso con sinceridad.

Sonreí al escucharla, sintiendo que finalmente mi vida esta mejorando.

Deje de ser vigilada todo el tiempo, ya podía volver a entrar a mi habitación. Al dejar ir todos aquellos pensamientos negativos sentí mi cuerpo mas ligero, como si todo este tiempo hubiese estado cargando con un enorme peso que día con día me aplastaba. Ahora mis hombros se sentían ligeros y podía mantener la mirada al frente.

De pronto mis ojos fueron cubiertos por dos manos que reconocí de inmediato. No tarde en sonreír.

— ¿Qué estas haciendo, Popee? —Me sentí curiosa de saber que pretendía al cubrir mis ojos.

— Es una sorpresa —Susurro en mi oído— Yo te guiare, no abras los ojos.

Seguí su juego sin cuestionar, mantuve mis ojos cerrados en todo momento, cuidando de cada paso que daba para no caer, mientras era sujetada de ambos brazos por aquel rubio. Después de un rato, nos detuvimos. Popee me pidió que abriera los ojos y frente a mi encontré un picnic armado, con una sombrilla que nos cubría del sol, una canasta, algunos bocadillos y unas cuantas flores. Sonreí al ver ese detalle.

— ¿Y esto a que se debe?.

— Solo para estar a solas —Se acerco y me beso suavemente en la mejilla.

Fragmentos Perdidos ||PopeexT/N||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora