15 . CAPITULO

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Killian Dávila.

Tengo que admitir que irme como me fui anoche de la casa de Monarca fue una estupidez pero decidí irme ante de que las cosas terminaran peor, con peor me refiero a seguir con los insultos y faltas de respeto. Luego de que me fui no pude dormir, la culpa de haberme sentido tan grosero con ella no me dejaba dormir, quería venir a medianoche pero decidí esperar a la mañana. Pero con lo que me encontré mejor no hubiera venido. Por la rabia siento como boto humo por las orejas, el imbécil sigue desnudo detrás de ella mientras sigue llamando cielo , Monarca está pálida y las ganas de que la tierra la trague son grandes.

—¿Quien es el cielo?—pregunta el idiota.

—¡Y dale con el cielo!—grito haciendo reaccionar a Monarca.

—Killian, el es mi hermano Adam—mira a su supuesto hermano— Adam él es Killian, un amigo.

Amigo. Nunca había escuchado una palabra tan fea como esa, una palabra jamás nos había definido tan más como esa, ¿amigos? Amigo ratón del queso que aún así se lo comió, lo menos que somos Monarca y yo somos amigo y no entiendo porque no lo acepta o porque dijo lo que dijo, lo hombres somos brutos por naturaleza y quizás esa situación me sobrepasa pero necesitó respuestas ya.

—Mucho gusto—el hermano camino hacia la entrada y me extiende la mano—. Perdone las fachas.

Me doy la vuelta y salgo de ese lugar con la ira sacándome chispas de la cabeza. Escuchó como monarca grita mi nombre detrás de mi pero no me detengo y sigo con mi camino. Al llegar a mi auto me toman del brazo, volteo y tengo a una Monarca agitada por correr por todo el bosque detrás de mi, está en pijama y empapada al igual que yo por la lluvia que ha empezado a caer.

—¡Escúchame Killian!

—Creo que tú y yo no tenemos nada de que hablar Monarca—digo—. Somos amigos, todo bien.

—No quise....

—No quisiste pero lo hiciste—chisqueo la lengua—. Todo me quedo absolutamente claro.

—No Killian yo...

—¿Tú qué Monarca?

—No me trates así—pide y la lluvia cada vez es más fuerte—. ¿Por qué no me dices muñeca?—hace un puchero y una sonrisa casi se sale de mis labios.

—Tú qué?—repito.

—Yo...

—Tú...

—Yo creo que estoy enamorada de ti Killian—se acerca tratando de tocarme.

—No digas cosas de las que te arrepentirás Monarca—digo apartando su mano.

Me siento mareado y hasta podría desmayarme en cualquier momento.

Mi pulso se acelera y por mucho que me cueste decirlo, también me estoy enamorando de Monarca pero soy el menos indicado para hacerla feliz, mi mundo es muy diferente al suyo, sufrirá, este mundo no es para ella.

—¿Tú no sientes no mismo?—sus ojos se cristalizan y aunque se que quiere llorar yo me estoy muriendo por abrazarla y decirle que todo es mentira.

—Acordamos solo sexo Monarca—

He hecho todo lo posible por esconder ese sentimiento de mi pero con ella todo es distinto. Monarca me hizo romper las reglas, siento un extraño calor dentro de mi ¿Que mierdas es este sentimiento? Jamás debí temerle a algo que yo mismo estaba provocando, sabía que esto podía pasar, sabía que esto podía suceder y aún así me arriesgue, aún así le ofrecí todo esto. Esa mujer es mi perdición, esa mujer hará que mi vida se ponga patas para arriba, ¿debería hacerme cargo de todo esto?, arriesgarme.

Monarca |+18| (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora