13. CAPITULO

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Luego de aceptar mentalmente que Killian se fue y que ahora me encuentro sola no hago mucho más regañarme mentalmente por querer que se quedara, no quiero empezar a ser dependiente de él ya que sé que esto con Killian no durará mucho, sé que desde el momento en su hermano tenga un pie fuera de la cárcel terminaremos con todo eso, seguramente no sabré nada más de él y no quiero acostumbrarme a él y que luego me deje con el corazón hecho trizas.

Soy una idiota, lo sé.

Ya casi es hora de la cena así que bajo para prepararme algo de comer, mi comida favorita es la pizza así que busco los ingredientes que necesitaré y coloco algo de música swalla de Nicki Minaj comienza a sonar por toda la casa.

Comienzo mezclando todo y así poder hacer la masa para la base.

Met her out in Beverly Hills, All she wear is red bottom heels, When she back it up, put it on the Snap—canto sin poder evitarlo mientras me muevo al ritmo de la música, llevo un camisón grande así que no se me dificulta mucho moverme.

Cuando termino de hacer la masa comienzo a prepararla, colocándole una salsa para pizza que había comprado hace tiempo, jamón, mucho queso, pico champiñones y le coloco maíz, tocino y muchas cosas más hasta que estoy satisfecha con el resultado.

Bad gyal nuh swalla nuttin', word to the Dalai Lama, He know I'm a fashion killa, word to John Galliano, He copping that Valentino, ain't no telling me "no". I'm that bitch, and he know, he know—camino con pizza hasta entrarla en el horno, apago la música y me dirigí a la sala para ver una serie mientras la pizza está lista. Escuchó mi teléfono sonar y contento al ver que se trata de Luisa.

Llamada entrante.

Ábreme — es lo único dice y cuelga, frunzo el entrecejo.

Me levanto y camino hacia la entrada, al verla le abro y ella pasa como si de su casa se tratase. Se sienta en sofá y me mira molesta.

—¿Cómo supiste de este lugar?

—Papá me dijo que si en algún momento no podría ubicarte te buscará aquí.

Su respuesta me sorprende.

—Lu...

—¡No monarca!—tuerzo los ojos.

Aquí vamos....

—Lu...

—¿Cómo te atreves a perderte sin avisar? A no contestar llamadas o tan siquiera mandar un puto mensajes avisando que estás bien Monarca—sigue—. ¿Acaso crees que no le importas a nadie? ¿Que nadie se preocupa por ti? Me has tenido con el Jesús en la boca todos estos días Monarca, estaba preocupada por ti.

—Necesitaba estar sola—alzó los hombros.

—¿Por qué? ¿Por qué quieres estar sola? Oliver estar como loco preguntando por ti, exigiendo saber dónde estás ¿Que debo decirle?

—¡Oliver no tiene ningún derecho de saber dónde estoy Luisa!

—¡Es tu esposo Monarca! ¡Por su puesto que merece saberlo! Te vas sin decir nada y quieres que nos hagamos los locos.

—¡Un esposo que me golpeó! ¡Un esposo que no ha hecho más que decir que soy una jodida puta, una zorra y toda palabra humillante que encuentra para referirse a mi!—grito sin contenerme, mi corazón se estruja y mi respiración se irregula —. No es mi jodido esposo, no es el hombre con el que me case y amaba, no queda absolutamente ni un 1% de ese hombre y no pienso vivir con el, no pienso volver a casa con el, no lo haré y nadie puede obligarme—sigo—. Estoy feliz sola y nadie puede juzgar por cómo intento reparar algo que él mismo rompió, el me lastimó. Me jodio Luisa, jodio mi vida y me jodio mentalmente—lloro limpiando bruscamente mis lagrimas—. ¡Pero tú no lo entiendes porque vives en una burbuja perfecta! ¡Tú puta vida es perfecta! Mientras que yo tenía que volver con él a dormir, a tener que aguantar que me golpeara si llegaba tarde o a querer destruir mi carrera si no renunciaba a un caso.

Monarca |+18| (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora