22 . CAPITULO

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Esta semana en Londres a pasado muy rápido, tanto que me gustaría tener una máquina, devolver el tiempo y volver a disfrutar todo de nuevo. Luego de la reunión terminamos nuestro día en un puesto de pizza callejero, cada uno se dio un banquete hasta que yo no podíamos caminar, Irina y Dimitri tenían vuelo para el día siguiente pero decidieron quedarse para hacernos compañía, desde entonces los planes no pararon, fuimos a un tour guiado a pie de Harry Potter ya que a Killian al parecer le encanta Harry Potter, fuimos a un parque de atracciones donde comimos algodones de azúcar hasta que nos dio dolor de estomago, visitamos la Exposición de la Torre de Londres y las Joyas de la Corona, subimos al London Eye y hoy por fin iríamos a La torre del reloj del Palacio de Westminster, popularmente conocida como Big Ben, la emocionó se cuela en cada poro de mí aunque también la tristeza de que hoy es nuestro último día aquí. Debemos regresar a nuestro deberes a parte de yo debo volver a dar la cara en el trabajo, Londres ha sido un lugar maravilloso y nunca pensé que podría llegar a gustarme tanto, espero volver pronto así sea a sentarme en una esquina mientras bebo un café.

—¡Ve a bañarte Monarca, debemos irnos!—grita Irina desde la sala donde hace videollamada con sus hijos, está un poco estresada ya que al parecer su nana llamó diciendo que sus hijos no querían hacer sus tareas si no era con ella así que ella los está ayudando a través de la llamada—. Atlas cariño, debes dividir por dos cifras... te lo dije hace un rato.

Escuchó de lejos y voy a donde se encuentra, esta despeinada y con una toalla al rededor de su cuerpo, su esposo y Killian estaban en su oficina que tiene en esta casa mientras nosotras nos arreglamos.

—¿Quien es ella mami?—escucho la voz de un niño riendo, Irina me hace seña para que me acerque y me enfoca en la cámara, veo a un pequeño niño como de ocho años, cabello rojizo con pecas y sin un diente sonreír tímidamente, físicamente es igual a su padre, solo tiene el cabello de Irina.

Ella es Monarca, una amiga—le explica y el asiente—. Saluda Atlas.

—Hola...—saluda y a duras penas logro escucharlo, sonrío con ternura y miro a Irina quien niega riendo, ella desactiva el micrófono y me mira.

—Suele ser un poco tímido, a Dimitri y a mi nos ha costado mucho que logre hacer amigo, dice que con su hermana es más que suficiente... discúlpalo—dice apenada.

—Es una ternura, no tienes que disculparte.

Ella vuelve a activar el micrófono pero su hijo le pasa el teléfono a niña muy parecida a él niño que acabo de ver, frunzo el entrecejo, la diferencia es que ella tiene hoyuelos y un es niña pero técnicamente son igual, es hermosa, tiene facciones muy parecidas a las de Irina que obviamente sus genes son fuertes, ya que los tres son pelirrojos aunque son tonos cobrizos lo que tienen, Irina es hermosa, tiene un cuerpo de infarto y podría decir que ha hecho dudar a más de una mujer sobre su sexualidad, nunca había visto una belleza tan hipnotizante y nunca antes vista como la de ella, su hija es su retrato aunque logran tener una diferencia aunque no sepa aún cuál es.

—¡Mamá, Atlas no quiere hacer las tareas!—la niña se cruza de brazos haciendo reír a su madre—. ¿Quien es ella? —pregunta cuando nota que hay alguien más con su madre—. Es muy linda ¡Hola, me llamo Ludovica!

Es una amiga pequeña demonia—la niña ríe ante el apodo.

Hola, tú también eres muy hermosa.

La niña se sonroja y yo sonrío, le hago ceña a Irina de que subiré a tomar una ducha y ella asiente mientras le explica a su hija que debe tenerle paciencia a su hermano, tomo un baño de burbujas para relajarme un poco y decidimos llamar a mi hermana para saber cómo está, saco mi mano de la tina secándola un poco con una toalla que estaba cerca, busco su chat y hago la videollamada, su rostro no tarda en aparecer y su mirada es como dagas que fácilmente se clavan en mi.

Monarca |+18| (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora