46. CAPITULO

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Dubai-Emiratos Árabes Unidos.

Salimos del hotel llegando al parking para ponernos en marcha en dirección a la reunión. Decir que llevamos una mala vibra en el cuerpo es poco en comparación con todas las alertas que están encendidas ¿Por qué hacer una reunión en medio del desierto? ¿Por qué tendría que ir este tal Damon?.

—¿En que piensas?—miro a Killian al sentir su mano sobre la mía, besa mi coronilla y suelto el aire que no sabía que tenía contenido.

—En nada, solo miraba la vista.

Asiento conforme con mi respuesta aunque sabe que no es cierto, Killian y yo hemos llegado a un nivel de conexión que podemos saber cuando el otro miente pero él no me insiste, sabe que no hablaré o diré lo que él quiere escuchar, no estoy dispuesta a dejarme mostrar cómo la débil, estoy muy preparada para este tipo de situaciones. El camino se hace más largo de lo que pensábamos y media hora más tarde estábamos entre arena y más arena, cuenta Killian que el desierto se llama Rub Al-Jali, es una zona muy turística por lo que tengo entendido pero por las noches suele ser muy solitario, nos detenemos cuando unas camionetas negras se interponen en nuestro camino.

—¡Bajad!—grita una de los hombres vestido de traje negro con un ruso un poco pésimo—. Caminaremos desde aquí...

Miro a Killian en busca de respuestas y el asiente, bajamos y este me toma de la cintura pegándome a su cuerpo, los hombres nos guían por dónde ir y Jimmy al igual que Levya miran todo el lugar atentos a cualquier raro movimiento. Luego de caminar un buen rato que honestamente parecen horas vemos a lo lejos una enorme mesa con luces tipo antorchas a su alrededor iluminando el lugar, nada extravagante y a mi parecer muy humilde, cuando llegamos al lugar un señor de una treinta y algo cabello castaño y ojos verdes se levanta ofreciéndonos una leve sonrisa mientras acomoda su traje.

—Bienvenido...s—puedo ver su esfuerzo al tratar de hablar ruso pero no es que le salga muy bien así que miro a Killian.

—Hablamos Árabe, ¡cálmate!—habla mi novio haciéndolo suspirar de alivio, este nos ofrece su mano.

—Es muy linda su acompañante...—me mira pícaramente mientras aún sostiene la mano de mi novio.

—Es mi mujer—habla a regañadientes.

Decidí ignorarlos y tomó su brazo para evitar una discusión, el hombre me mira ofreciéndome su mano a modo de saludo y le extiendo la mía por educación lo que no me espero es cual la lleva a su boca dejando un pequeño beso en los nudillos.

Estás jodido... pienso.

—Mi nombre es Malik Manzur—sonríe—. Es un honor tenerla por aquí.

—Monarca Kilichenko.

—Tienes carácter su apellido—menciona—. Dicen que uno de los mayores narcotraficante rusos tenía el mismo apellido.

—Muy probable.

—Pasen ¡sigan!

Caminamos a donde se encuentran las mesas y Killian me ayuda con mi silla, cuando todos nos encontramos ya sentados un auto llega minutos después.

—Debe ser Damon—habla Malik.

Mierda...

Tengo que aceptar que lo que veo me deja boquiabierta, un hombre de mínimo un 1,80 bajándose de su camioneta para ajustarse el traje, su cabello es semi largo entre tonos grises y platinados al igual que su barba, tú tez blanca lo hace resaltar más al igual que sus enormes brazos que parecen sacados de una películas de Rápidos y Furiosos al igual que los de Killian y Dimitri, le calculo uno 39 mínimo o podría estar equívoca y su sonrisa colgate sale a relucir.

Monarca |+18| (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora