28 . CAPITULO

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Salgo del hospital y veo al capitán recostado en su auto camino a donde se encuentra y este me sonríe levemente.

—¿Donde está el detective con el que vine?

—Lo envíe a casa, es hora de descansar, nosotros seguiré—dice y asiento—. No tú, también debes descansar, seguiremos mañana.

—La dirección de la madre—digo pasando un papel con la información.

—¿Te llevo?

Niego.

—Tomare un taxi.

—¿Suele ser siempre así de orgullosa?—rio.

—¿Suele usted querer llevar siempre a sus trabajadoras?

Escucho su carcajada pero yo me volteo para ir a una parada más cercana de taxi, por fin logré tomar uno le doy mi dirección y en menos de media hora ya estoy en mi casa. Al llegar me ducho y como algo ligero para irme a la cama, tomo mi teléfono marcando el único numero que últimamente me sé.

Llamada entrante.

—Pensé que no llamarías.

—Lo siento, estaba trabajando en algo nuevo.

Lo sé—dice con su ronca voz haciéndome empapar.

—Creo que ya comienzo a extrañarte.

Deberías pensar vivir conmigo para que eso no pase.

—¿Quieres que viva contigo?

—¿Quieres vivir conmigo?

—No me parece mala idea—digo entre sueños—. Hablamos mañana, descansa.

Descansa, muñeca.

Suelto el teléfono y me dispongo a dormir...

•••••

A la mañana siguiente me levanto y voy al cuarto de baño para asearme, me coloco un pantalón, botas deportivas ya que ayer los tacones me están matando y una camisa casual, me peino un poco y me coloco unas gafas para tapar mi falta de maquillaje, aún no tengo ojeras y sin maquillaje no cambie tanto aún que causa inseguridad. Bajo y me preparo un café sirviéndolo en un termo tomar mi auto que lo trajo la grúa ayer por la tarde de la empresa e ir a la unidad.

Cuando llego me informan que Preto tiene algo, lo busco hasta encontrarlo en las salas de interrogatorio.

—¿Que tenemos?

—Buenos días—dice ironizó—. Le queda bien la ropa informal.

—Idiota—ríe.

—Con la dirección que conseguiste a través de Olivia por la noche hicimos operativo en el lugar, encontramos a cuatro mujeres que afirman ser sus esposas, ninguna tienen identificación o nos ayudan con la investiga.

—¿Las interrogaron a todas ya?

Asiente.

—Capitán, abogada—llama Yin y nosotros lo observamos curiosos—. Miren esto.

Coloca la grabación de la llamada haciendo oír la voz de la mujer a través de ella, nos lleva a una de las salas subiéndole en volumen a uno de los interrogatorios que lleva a cabo una vez los detectives con una de las mujeres capturadas. es la misma voz cuando la escuchamos hablar, la misma voz de la llamada.

Bingo.

Voy a intentarlo una vez más ¿me das tu nombre o sus alias por favor?—pregunta el detective que está con la mujer, parece cansado y frustrado casi a punto de arrodillarse le a la mujer que ni le da un vistazo, rio—. Pues... yo te bautizo como fulana, número tres.

Monarca |+18| (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora