39 . CAPITULO

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¿Cuantas horas he dormido? A estas alturas del partido no estoy muy segura de ello, han pasado tantas cosas desde el momento en el que llegamos al hospital que tengo que respirar un poco para concentrarme y tener un flashbacks de todo lo que ha sido mi vida día a día como cada mañana. Killian lleva un mes en coma, y jodido mes en el que no me le despegado de su lado ¿cómo llegamos a esto?. Según lo que dice el médico a cargo de su salud, los golpes que le dieron causaron leve lesión traumática en la cabeza, una de sus costillas rotas casi perforan su pulmón pero aún así tratamos de ser positivos. Ha tenido días buenos y malos. A veces suelo pensar que despertará ya que hay momentos donde la máquina de conducción cardiaca produce ruidos alarmantes por los latidos de su corazón pero el doctor dice que es normal o que quizás esté teniendo pesadillas, han tenido que darle reanimación dos veces ya que por momentos se nos va.

Estoy rota, echa trizas, me volvieron trizas. Siento como mi corazón no es el mismo desde ese día, yo no soy la misma desde ese día. El miedo a perder a Killian no se va y permanece dentro de mi como una daga la cual incrustaron en mi corazón y cada vez más la mueven haciendo que duela, que grite, que pida que por favor, ya no más. Con cada hora, minuto o segundo que pasa siento que pierdo más la cordura al igual que Dixon que ha sido uno de los que tampoco se ha querido mover de su lado, solo ha ido a bañarse un par de veces a su casa y es porque Lu le insiste, ella no ha podido estar muy presente por la empresa pero sé que le han mandado toda sus buenas vibras y un ramo nuevo de flores cada 3 días, sigue ella son para cuando despierte y no seré yo la que le diga que Killian no es fan de la naturaleza como nosotras. Irina y Dimitri vienen casi a diario o cada vez que pueden, ser padres, zar y ser de todo un poco no es muy fácil que digamos.

Mientras estoy en la tina de la mansión tomando un baño obligada por Lu, pienso, recuesto mi cabeza en la porcelana del borde de la tina. Mis párpados pesan por todo el cansancio acumulado pero mi caja torácica duele más, siento como mi corazón a dejado de latir y se ha a ido con él, una lágrima cae por mi mejilla, los recuerdos de nuestras últimas horas juntos llegan a mi mente como un boomerang que no para de repetirse una y otra vez.

¿Y si lo pierdo?

No...

Las nauseas llegan a mi y salgo a todo dar de la tina importándome muy poco emparamar todo el piso, trato de no resbalarme, me tiro al suelo frunciendo mi entrecejo cuando mis rodillas se golpean contra el piso, abro rápidamente la taza del inodoro metiendo mi cabeza en este, expulso todo el contenido de mi interior hasta quedar completamente vacía, cuando termino bajo la tapa y bajo el inodoro haciendo que todo mi desayuno llegue a las cañerías, me levanto y camino al lavamanos para cepillarme de nuevo. Me miro en el espejo y no me sorprendo con lo que veo, tengo ojeras, muy pronunciadas, me veo un poco delgada y hasta pálida, mis senos están hinchados y quizás sea porque debería estar por llegar mi periodo pronto así que no le hago tanta idea. Voy a la ducha y quito el exceso de jabón que había quedado en mi cuerpo para salir y enrollar una toalla en mi cabello y cuerpo. Busco por todo el armario algo cómodo para tomar una siesta ya que le prometí a mi hermana que descansaría y estoy un poco más tranquila sabiendo que ella le está haciendo compañía a Dixon, los empleados no dejan de preguntar por él y Jimmy parece un zombie andante, no se mueve de mi lado y tengo que admitir que se ha portado a la altura de un amigo. Al ver una camisa de mi novio la tomo pasándola por mi cabeza hasta hacerla caer en mi cuerpo, sonrío con los ojos cristalizados pero suspiro alejando las lagrimas, camino a la cama y la huelo su almohada.

Todavía conserva nuestro olor.

El de él...

Cierro los ojos y no tardo mucho en caer en los brazos del morfeo con mi novio como mi último pensamiento.

Monarca |+18| (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora