Monarca |+18| (borrador)

43. CAPITULO

Ha pasado una semana de la recuperación de Killian y todo en cierta parte ha salido muy bien, el doctor lo felicito por su buen progreso y a pesar de colocarle mala cara porque según él lo felicito como un perro en entrenamiento le agradeció, le hicieron un último chequeo y ahora solo nos toca esperar esos exámenes. Estos días han sido muy extraños por más que intentemos disimular que no. No he sabido nada de Lu desde que me enteré sobre su embarazo por parte de Dixon, Dixon no ha ido a la casa desde entonces, Jimmy me ha estado evadiendo por más que intente disimularlo y Killian está muy callado.

Llegamos a casa luego del chequeo de Killian y lo escuchó carraspear cuando bajamos del auto intento llamar mi atención. Se acerca colocando su mano en mi cintura. Jimmy le hace un pequeño asentimiento que logro ver y frunzo el entrecejo.

—Quiero que conozcas a alguien muñeca.

Asiento y nos lleva al interior de la mansión. Caminamos hasta el living donde un cuerpo enorme nos está dando la espalda. Un hombre moreno de cómo 2 metros de altura, calvo y tengo que admitir que tiene un buen trasero.

—Levya.

Killian llama por lo que imagino que es su nombre y el hombre se volteo.

No. Puede. Ser.

Sus facciones son muy lindas y delicadas, ojos marrones y largas pestañas, su sonrisa colgate es lo primero que veo y este habla y aterrizo.

—Killian—mira a Jimmy babeando—. Jimmy.

Jimmy solamente asiente y el momento se pone un poco tenso así que decido hablar.

—¿Quien es él?

—Yo soy...—intenta hablar el hombre que se hace llamar Levya pero Killian lo interrumpe.

—Es tu nuevo guardaespaldas muñeca.

¿Que?

¿Es broma cierto?

Río y puedo ver su cara de desconcierto al ver que no me lo estoy tomando con seriedad como debería pero es que se me es imposible. Nunca había tenido uno hasta este momento, siempre he sentido que tengo la capacidad de cuidarme sola a parte de que nunca lo he necesitado. Algo raro está pasando que no están diciéndome y el echo de que me oculten cosas por mi "seguridad" me hace enfadar.

—No lo quiero y tampoco lo necesito, lo sabes.

Hablo severa y tosca, puedo ver cómo Jimmy casi se atraganta con una carcajada que intenta salir de su boca pero la contiene, Levya mira a otro lugar y Killian voltea sus ojos frustrado de mi actitud renegante.

—No está en discusión Monarca y ya lo he decidido.

—¿Desde cuando haces cosas sin consultarme? Y más cuando se tratan de mi.

—No tengo porque pedirte permiso para cuidarte—habla con seriedad y en un tono duro que no había escuchado antes, puedo ver el estrés en lo tenso que está y como millones de cosas pasan por su mente ahora mismo.

Algo no anda bien.

—Pues se trata de mi seguridad y me niego a tener a este hombre las 24 horas del día a mi lado.

Paso por su lado intentando irme a nuestra habitación pero me toma del brazo haciéndome quedarme estampada en mi lugar, su mano ejerce un poco de presión pero no es brusco. Tiro mi brazo intentando zafarme pero no me suelta, ambos nos retamos con la mirada pero al parecer ninguno está dispuesto a flaquear.

—Deja de comportarte como una niña mimada Monarca, no cumpliré cada capricho que quieras—aclara—. Levya será tu guardaespaldas te guste o no, y si le toca estar pegado a ti las 24 horas del día así será.