Es más de medio días, sé que ya ha amanecido o hace mucho que lo hizo realmente ¿cómo lo sé? Tengo la jodida luz del sol en la cara gracias a que anoche dejamos el ventanal del balcón abierto a pesar de que hacía frio, el invierno está empezando a irse y el frío no es mucho pero aún así estamos acostumbrados ya que Rusia a mi parecer es frío, no quiero levantarme aún así que busco a Killian con la mano por toda la cama pero no lo encuentro, abro los ojos y suspiro para sentarme en la cama, lo busco por la habitación con la mirada y nada, miro al que llama mi atención quedo helada con lo que veo.En el piso hay un oso de peluche que seguramente es más grande que yo, hay varias bolsas de marca junto a varios cofres de Cartier, el oso tiene un ramo de peonias rojas.
Son mis flores favoritas.
Hay muchísimos pétalos esparcidos por el suelo de la habitación haciendo lucir todo más romántico, mi corazón late a mil por segundo y mis ganas de llorar me superan, jamás nadie me había hecho algo asi, ni siquiera Oliver. Busco con rapidez la cámara que guarde en mi maleta y le saco un par de fotos. Cuando termino de hacerle la sesión de fotos al oso me acerco y noto que en la flores hay una carta, sonrío cuando la leo.
"Lo sé, fui muy cursi. Te mereces esto y más muñeca.
Tendremos una cita, pasaré por ti en dos horas.
K.D"Me levanto corriendo para ir al baño y asearme, tomo una ducha larga y relajante, cuando salgo abro las bolsas que hay junto al oso, hay un lindo conjunto de dos piezas que consiste en un pantalón ceñido al cuerpo color beige, se ajusta muy bien a mi cintura y sonrío ¿cómo sabía mi talla?, sigo sacando ropa y me coloco un top blanco manga larga, y por último un abrigo de color beige un tono más claro que el pantalón, es abrigado y peludo haciéndome calentar cuando me lo coloco, coloco las joyas y termino de colocarme unas botas de mismo color y decido maquillarme y peinarme, para cuando termino ya han pasado las dos horas y Killian me envía un mensaje
"Estoy abajo.
—Killian Dávila"Tomó mi bolso y voy al ascensor, al llegar a la entrada veo a quien quien también llega ropa abrigada que lo hace lucir sexy, me ve y relame sus labios. Cuando llego a él lo beso.
—¿Cómo sabías mi talla?
—Buenas tardes para ti también—ironiza—. Y respondiendo a tu pregunta te recuerdo que conozco a la perfección tu cuerpo Monarca.
Me abre la puerta del auto y yo entro, sube y emprende nuestro camino.
—¿A donde iremos?
—Iremos a comer y lo demás es sorpresa.
Llegamos a un restaurante y al instalarnos pedimos la carta, ordenamos lo primero que vemos ya que ambos parece que no hemos comido en meses.
—Gracias por las flores—murmuró sonrojada, bajo mi cara mirando mis uñas—. No tenías porque molestarte.
—Primero—toma mi mentón obligándome a mirarlo—. No me bajes la mirada cuando me hablas Monarca y segundo, no es molestia, me gusta darte cosas y ya.
—Las peonias son mis flores favoritas.
—Lo sé.
—¿Cómo lo supiste?
—Un mago nunca revela sus secretos.
ESTÁS LEYENDO
Monarca |+18| (borrador)
AcakMonarca Kilichenko, es la heredera de la firma de abogados más grande de Rusia que le dejó su padre al morir, Monarca hará todo lo posible por llevar la firma a la cima dejando el nombre de su familia en lo alto. Todo esto cambia cuando uno de los m...