45. CAPITULO

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Dubai-Emiratos Árabes Unidos.

Me encuentro en un avión en camino a Dubai, tengo que admitir que es la primera vez que iré y no paro de comerme las uñas por los nervios, lo poco que me explico Killian es que iríamos a cerrar un negocio sobre unas armas. Son aproximadamente 5 horas las que estaremos en el avión así que decido ponerme cómoda, observo con atención mi manicura que logre hacérmela antes de venir, oigo a mi novio hablar por videollamada con Dimitri el cual le explica algunos datos sobre los compradores, Jimmy mira su teléfono y Levya lee un libro. Reviso mi teléfono varias veces y ya cuanto el aburrimiento comienza a ganarme me dispongo a dormir.

Me levanto cuando siento como Killian me sacude tratando de tomarme en brazos para llevarme a la habitación del jet, trata de recostarme en la cama pero lo atraigo hacia mi haciéndole saber que no estoy dormida, lo beso, es un beso lleno de ansias, ganas y muchos te extrañe. Es un beso cargado de emociones y muchas sensaciones que son difíciles de entender. Cada vez estoy más enamorada de Killian, me lleva a pensar en que desataría una guerra por el, dejaría el edén todas las veces que fuesen posibles. Me dan igual las reglas establecidas, quiero estar con él sin importar que o quién, sobre todo luego de cada uno de sus fogosos y ansiosos besos que tanto me enloquecen.

—Joder muñequita... te extrañe.

—Y yo a ti—digo entre jadeos ahogados.

Lo atraigo tan fuerte hacia mi que cae sobre mi cuerpo sin ejercer presión, ambos nos quitamos la ropa desesperadamente y es como si fuésemos dos adolescentes hormonales que estuviesen a punto de cometer una locura, estamos llenos de ganas y adrenalina. Cuando luego de varios minutos logramos quitarnos todas las prendas que interferían en nuestro camino nos acomodamos mejor en la cama, besa mi cuello haciéndome alzar mi cintura en busca de un rose con su miembro tratando de calmar las palpitaciones de mi sexo. La sensación es tan desesperante que tiemblo con el tacto ansiosa de más, lo oigo jadear y es el sonido más jodidamente sexy que he escuchado en toda mi vida, pagaría lo que fuese necesario por oírlo siempre.

—¡No hagas eso o acabaré sin haber estado dentro de ti!—exclama sobre mi oído para luego morderlo levemente.

—Dios...!

—¿Dios?—ríe maliciosamente metiendo un dedo dentro de mí comprobando lo que ya se sabía, gimo de frustración cuando lo saca rápidamente pero mantengo el que quiere salir cuando lo veo meter su dedo en su boca saboreandome, saboreando todos mis jugos—¡Exquisita!—toma su miembro llevándolo a mi entrada, me mira—. No es Dios, es tu hombre es que te está follando duro.

Entra de una estocada haciéndome gritar por lo brusco y lo excitante que se siente, ambos gemimos pero no me da tregua ya que no me deja ajustarme a su tamaño, arremete con todo lo que tiene dispuesto a hacerme tenerme mi orgasmo antes de lo previsto. Sus embestidas son fuertes y bruscas, certeras como si supiera en qué lugar tiene que darle, sus pelotas chocan con mi culo y sus manos van a mis pechos estrujandolos a su antojo. Separa mis piernas y no sé si es por lo abierta que estoy pero lo siento tan profundo que tengo que abrir mi boca en busca del aire que me falta, mi pulso esta por las nubes al igual que yo mientras me retuerzo por sus embestidas.

Sale de mi y estoy a punto de protestar pero chista callándome antes de hablar, me levanta ayudándome a ponerme en cuatro quedando en la posición de perrito.

—Alza tu hermoso culo muñeca—pide y obedezco recostando mi pecho a la cama y alzando a la vez mi trasero dejándolo a su disposición, toma como puede mis manos tomándolas con una de las de él detrás de mi espalda, la posición es un poco dolorosa para mis músculos poco flexibles pero todo eso queda en el olvido cuando con su mano libre lleva su enorme pene a mi sexo arrastrando los fluidos que resbalan por mis muslos hasta mi segundo agujero, me tenso.

Monarca |+18| (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora