33 . CAPITULO

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No sé porque aceptamos hacer ese encargo nosotras, ahora mismo nos encontramos en medio de la nada buscando unos diamante que Irina le está tomando a uno Irlandeses por pedido de su esposo. Hace una semana llegue de Mexico y ahora me encuentro aquí en medio de la nada. La vista de las montañas es sorprendente y maravillosa, nunca me había puesto a pensar en que Rusia tiene paisajes bellísimos pero no es el caso, el problema es que Irina aún no se comunica conmigo. Me encuentro en el can am en medio de la montaña fumándome un cigarrillo mientras ella llega, la posición en la que me encuentro es realmente cómoda pero no puedo estar tranquila cuando ella está quien sabe dónde ¿Por qué fue ella y no las dos? Lo decidió ella, a parte que es la que más experiencia en esto tiene, no me ofende, en realidad me parece un alago que ella esté arriesgando su pellejo. A parte de que ella me pidió que estuviera pendiente del monitos que instaló en el Can Am que monitorea las cámaras de su casa, si, estoy viendo a sus hijos jugar mientras ella está robándole una mercancía a los irlandeses. Tenemos todo fríamente calculado o eso me aseguro Irina, en realidad fue Killian y Dimitri los que organizaron todo mientras nosotras estábamos en el spa relajándonos, ¿sabemos lo que sucederá? Por supuesto que no. La ropa de espía secreta que Irina me obligó a ponerme hace que el frío no se cuele en mi cuerpo y agradezco eso realmente ya que el clima está comenzando a nublarse.

Listo, Monarca. Tengo los diamantes—escuchó su voz agitada por fin y deduzco que está corriendo.

Estoy aquí—digo votando el humo de mis pulmones, nadie sabe que fumo o que suelo hacerlo cuando estoy nerviosa así que trato de terminarlo antes de que ella llegue.

—Entendido, gracias.

Una notificación de Fhiore, la mujer o amantes, o no sé cómo llamarla de Oliver llega, me levanto leyendo lo que dice.

Fue difícil abrir la caja fuerte. Después tuve que evadir a los de seguridad, pero bueno todo bien—habla pero no le presto mucha atención ya que sigo leyendo el mensaje.

—Creo que...—leo el mensaje pero no entiendo nada.

Creo que nadie me vio, o eso espero—parece no haberme escuchado ya que sigue hablando .

—¡Mierda!

Escuchó como se detiene. Me acomodo el auricular cuando casi se me cae.

—¿Que?—dice con susto.

—Esto no puede ser.

—¿Active la alarma? ¿me siguen?—se desespera y yo sigo renegando.

Estoy anonadada, no puedo hablar.

Estoy preparada para lo que sea, así que, dispara—habla agitada y suspirando.

Creo que mi ex esposo está desaparecido, Irina.

Ella exhala con alivio de que no sea nada malo para escucharla seguir corriendo, los pitidos de una llamada se hace presente. El nombre de Fhiore aparece en mi pantalla y yo contesto.

—Espera, me están llamando—le aviso y ella grita.

Te voy a matar.

Espera, cariño...

Digo para por fin atender la llamada.

Llamada entrante.

—¿Hola?

—¿Leíste mi mensaje grandísima perra?

Si, pero no entiendo. En realidad no sé de qué me hablas Fhiore.

Monarca |+18| (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora