Capítulo 1.

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Días después.

—¿Entonces cuando volves? —pregunté con ojitos inocentes.

—No sé. —Leandro suspiró odiando las despedidas —. Por favor, cuídense ¿si? —Me abrazó —. Voy a hacer todo lo posible para que podamos pasar más tiempo juntos —aseguró dejando un beso en mi cabeza.

Mi papá es una persona extremadamente alta. Creo que mide un metro noventa.

Yo siempre pensé que mi estatura superaba el promedio, pero mientras pasan los días siento que mi hermano me va a terminar dejando como una enana.

—Ya lo prometiste varias veces. —Le devolví el abrazo.

—Espero que Manu no me odie por eso —se reprendió.

—Él nunca te va a odiar —aseguré.

—Entonces ya me voy. —Se separó y miró mi cara con los ojos llorosos.

—Ay, que dramático. —Rodé los ojos —. Que te vaya bien, te vamos a estar esperando, papá. —Sonreí.

—Esta vez si va a ser la última, pinky promise. —Extendió su dedo meñique.

Negué con la cabeza divertida.

Después de la despedida, que se alargó más de lo que esperaba, volví a mi habitación para seguir durmiendo.

El tema de Manuel y su nuevo amigo es algo que sigue dando vueltas en mi cabeza.

El supuesto reencuentro se movió unos días por cuestiones desconocidas.

Tuve que saciar mi curiosidad haciéndole preguntas a Manuel y escuchándolos hablar por discord.

Hoy, por fin es el gran día donde voy a saber quien es exactamente Ivan.

Se podría decir que estoy obsesionada con el mundo policial. En gran parte por culpa de mi padre.

Crecí y me crié en Estados Unidos, con mi padre siendo un agente activo del fbi. Actualmente sigue trabajando, pero esta a punto de jubilarse, por eso es que nos permitieron mudarnos a Argentina, nuestro país de origen.

Gracias a crecer en este ámbito me obsesione con los casos que estaban a cargo de mi padre y con los libros y las películas policiales.

Me volví una pequeña paranoica que deseaba convertirse en agente secreto y todavía mantengo ese deseo.

Mientras camino por las calles no puedo evitar analizar a cada persona que me cruzo descubriendo exactamente a qué se dedica, su edad, estado civil y datos para nada relevantes. Es decir, que cuando vea a Ivan, voy a descubrir exactamente que tipo de persona es.

Esa misma mañana, nos levantamos e hice el desayuno para los dos. Después nos dirigimos a la plaza y estuvimos unos pocos minutos sentados esperando.

—Ey —el saludo me hizo saltar en mi lugar.

Di media vuelta encontrándome con un tipo alto de tez blanca y gorra negra.

¿Qué clase de persona se acerca así a otra por la espalda y en extremo silencio?

Ni siquiera escuché sus pasos acercarse.

—¡Ivo! —Manu se levantó para saludarlo con un abrazo.

—¿Cómo estás? —Despeinó el pelo del menor.

Ni siquiera se tomó la molestia de saludarme o mirarme.

Apreté mi mandíbula e ignoré mi molestia para centrarme en observar detenidamente cada detalle de él.

Ni siquiera puedo ver bien el color de sus ojos con esa gorra. ¿Esta intentando esconderse?

Extraño; SpreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora