(...)
Los tres nos vimos obligados a despertarnos por culpa de la alarma. Lo único bueno es que por fin es viernes.
Solté un quejido bajo y somnoliento. Estoy tan cómoda y calentita entre estos dos que no me quiero levantar.
Manu refrego su cara contra mi espalda mientras bostezaba.
—No quiero ir —susurró.
—Tenes que —dije con voz adormilada.
Ivan estiró su cuerpo, ocupando la mayor parte de la cama y soltó un leve suspiro.
Este último tiempo realmente se ve que puede conciliar un sueño profundo, cosa que antes no hacía. A eso sumesmole que desaparecía en las madrugadas con la excusa de que iba a trabajar. ¿Realmente lo hacía?
Me senté y después de unos segundos de tomar fuerzas salí de la cama.
—En diez te quiero arriba —le dije a Manu.
Me metí al baño y después de despabilarme fui a la cocina para hacer el desayuno.
Mi celular sonó, mientras tenia una cuchara de mantequilla de maní en la boca. Revisé la pantalla y mi sonrisa se iluminó al ver: "Papa".
—Hola, pa —lo saludé con la boca llena.
—Hola, mi vida, ¿cómo estas? —preguntó con su voz cariñosa.
—Bien, recién me desperté —comenté —. Estoy haciendo el desayuno, ¿y vos?
—Estoy por irme a dormir, aproveche que es temprano para llamarte.
—¿Como por que irte a dormir? —reclamé —. ¡Te explotan!
—No me explotan hija, es deber. —Suspiró —. Estoy en un caso que se trasgiverso bastante, lo venimos trabajando hace años y todavía no podemos solucionarlo.
—Ah, ese caso... —susurré con recelo.
Recuerdo que la gota que derramó el vaso en la relación de mi madre y él, fue ese caso.
Yo era bastante chica, lo único que recuerdo era pasearme por la casa de madrugada y encontrarlo durmiendo en su oficina sobre cientos de papeles. Apenas lo veía durante el día, su expresión de tranquilidad y felicidad se había reemplazado por cansancio y parecía estar perdido en sus pensamientos más profundos. Esa fue su etapa más oscura como agente del f.b.i. Papá se había alejado de nosotros, consumido por culpa de ese caso.
Nunca supe como terminó, pero todo me indica que mal. Mamá se fue sin poder tolerarlo un segundo más, de una mañana a la otra. Eso pareció golpear a mi padre y traerlo de vuelta a la realidad. Se dio cuenta de que Manu y yo estábamos aterrados y solos, éramos unos niños envueltos en problemas de adultos. Así que papá decidió salirse del caso y tomarse unas vacaciones por nuestro bien. Al hacerlo, le prohibieron estar al tanto de lo que sucedía y le retiraron todos los informes confidenciales.
Pensé que todo había terminado ahí, pero al parecer no fue así. Por eso papá volvió a la agencia voluntariamente, él volvió a tomar el caso, a pesar de habernos prometido una y otra vez que se iba a retirar para que podamos estar juntos. Al parecer, este caso nunca lo dejó de perseguir, es como su sombra y tiene un peso tan profundo en su pecho que no puede soltarlo antes de resolverlo por completo. Entonces, cuando él lo resuelva realmente va a retirarse y vamos a poder estar juntos, como una familia normal. Eso solo significa una cosa: tengo que apoyarlo hasta el final.
—Entonces, cuando soluciones eso ¿vas a volver no? Manu y yo te estamos esperando. —Sonreí —. No importa cuanto tiempo te tome, no te preocupes por nosotros, te entendemos y estamos bien, solamente no te sobreexijas ¿si?
—Hija... —susurró con la voz quebrada —. Son lo más preciado que tengo en mi vida, nunca duden de que papá los ama con todo el corazón y los extraña cada segundo. —Escuché como sorbio sus mocos del otro lado.
Me reí por lo bajo. Cuando se pone extrasentimental empieza a hablar en tercera persona.
—No llores que gastas más energías —me burlé —. Buenas noches, pa, descansa. Te amo.
—Te amo hasta la eternidad.
Corté la llamada con un bufido y me sequé la única lágrima que se deslizó por mi cara.
—¿Era papá con unos de sus ataques melancólicos de "te amo hasta la eternidad"? —preguntó Manu, abrazándome.
—Exactamente eso. —Me reí, acariciando su pelo.
—A mi también me llamó ayer, se nota que nos extraña mucho —opinó.
—Si, ojalá que vuelva rápido. —Suspiré.
—Si... —Su cuerpo se tenso levemente —. ¿Qué decis que opine de Ivan? —susurró.
Levanté la mirada, encontrándome con el más alto que nos observaba sin querer interrumpir nuestro momento.
Si Ivan tiene algo que esconder, definitivamente no va a poder hacerlo con mi papá.
—¿Papá siquiera sabe que él existe? —dije en el mismo tono.
—Todavía no, sabe que tenemos un amigo, pero no quien es —comentó.
—¿No le dijiste? —Fruncí el ceño.
—No, no sé, me dio miedo —balbuceó —. Es la primera vez que traigo a alguien que no es menor de edad, ¿no seria raro?
Volví a mirar a Manu.
¿Solamente por eso?
El menor volvió a tensarse y apartó la mirada. Claro que no es solamente por eso, ¿qué sabe Manu que yo no?
Entrecerre mis ojos con desconfianza.
—¡Que hambre! —Me soltó y fue a rebuscar algo en la heladera.
Estaba tan centrada en mis pensamientos, que no me percaté de que Ivan se había acercado, hasta que sentí sus dedos en mi mentón.
—Buenos días, Sabri —saludó con una sonrisa.
—Manuel nunca me miente ni me olculta nada, no lo corrompas ahora —reclamé.
Él al ver mi expresión, lejos de tomárselo en serio, deslizó su pulgar acariciándome.
—La persona que voy a corromper no va a ser Manu —aseguró en un susurro.
—Estoy hablando en serio —me quejé por lo bajo.
—Yo también. —Dio unos pasos hacia atrás, tomando distancia.
Después de desayunar Manu se fue al colegio, Ivan a su casa y yo me preparé para ir a la facultad.
(...)
Justo cuando estaba por irme a dormir mi celular sonó, avisándome de la llegada de un mensaje.
Lo desbloquee con paja y una corriente de emociones recorrió todo mi cuerpo.
El extraño Ivan
Buenas noches, Sabri, soña conmigo
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Extraño; Spreen
FanfictionSabrina tiene un hermano menor que siempre trae diferentes amigos a casa. Su nuevo amigo se hace llamar Ivan y es más peligroso y extraño de lo permitido. Sabrina, con su obsesión por descubrir las verdades de las personas, se siente intrigada y se...