37. Voces con mente propia

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POV Tn:

No le dí tiempo a continuar, simplemente salí corriendo, no miré atrás, ni siquiera cuando me choqué con los alumnos por los pasillos, solo quería llegar a la sala común de slytherin. Corrí hasta que ví el cuadro de Salazar, se abrió dejándome pasar y no pude más, estaba cansada, emocional y físicamente. Caí de rodillas al suelo sintiendo como el cuadro se cerraba detrás mio, seguía llorando, seguía sintiendo dolor en mi brazo. Todo me daba vueltas, las imágenes de lo que había pasado aún se estaban procesando en mi cabeza, había sido todo tan rápido... No quería perder a mi hermano, pero no quería estar con él. Lo había arruinado todo, pero no sabía como arreglarlo... Escuché mi nombre, pero mi cabeza daba vueltas. Entonces todos mis pensamientos se callaron, por fin todo se ordenó en mi mente, mi magia ya no intentaba hacer explotar mi cuerpo. Ví a Draco, su magia se juntaba con la mía, pero no me tocaba, solo estaba frente a mi. Le rodeé con mis brazos, hundiendo mi cabeza en su pecho, sentí como sus manos me rodeaban la cintura y luego los muslos. Me alzó y me cargó hasta uno de los sillones donde se sentó conmigo encima de él. No podía dejar de llorar, solo podía abrazarlo fuerte y esperar a que mis ojos ya no pudieran sacar más lágrimas. Cosa que pasó media hora después, tan solo sacaba pequeños hipidos de vez en cuando, sentía mis ojos arder.

Draco: Qué ha pasado? *Susurrando con voz dulce*

Me separé de él, mirándolo a los ojos, me levanté la manga de la camisa que llevaba, yo no quise mirar, pero sabía que antes había tenido razón sobre las marcas por el jadeo de Draco y de algunas personas en la sala común. Se me había olvidado de que no estábamos solos, me giré, Theo estaba en una esquina de la sala común con un libro en las manos, Pansy estaba sentada en el suelo a su lado, con un pergamino en sus piernas, algunos slytherin a los que no conocía estaban en la otra esquina, jugando ajedrez.

Draco: Te lo ha hecho él? *Con el mismo tono dulce de antes*

Asentí, daba gracias por que Draco no se alterara.

Draco: Ha dicho algo? O solo te ha hecho esto?

Tn: Él...

Volví a tener ganas de llorar, cerré mi puño clavándome las uñas, no podía dejar que las lágrimas salieran otra vez. Sentí una mano sobre la mía, quitando la tensión que estaba haciendo contra mi palma y entrelazando nuestros dedos.

Draco: Llora si lo necesitas cielo, no guardes nada para ti. Puedes contarmelo luego, no pasa nada, tómate tu tiempo.

Sus palabras eran tan dulces que volví a llorar, lo abracé con fuerza, poniendo mi cabeza en el hueco de su cuello.

Tn: No te merezco.

Me sentía tan pequeña... Llorando, vulnerable, frágil... Los brazos de Draco me rodeaban por completo, la diferencia de altura que teníamos era considerable, amaba eso, allí entre sus brazos me sentía segura, nada me podía pasar mientras estaba con él.

Tn: Ha dicho que eres una mala persona... *Susurrando entre lágrimas* Que en qué estoy pensando...

Draco: Tú no tienes la culpa de todo esto, ya verás como terminará entrando en razón. Solo está enfadado. Tu no tendrías que lidiar con todo esto, deja que él se de cuenta de lo que ha hecho mal.

Quizás pasaron horas, minutos o tan solo unos segundos, pero me dormí, estaba agotada, tanto física como emocionalmente, me dolía el cuerpo después de correr y del daño que me había hecho Harry y creía que me había quedado seca después de tanto llorar. Desperté entre los brazos de Draco, solo que ya no estábamos en la sala común, sino en su cama.

Draco: Cómo estas?

Tn: Más clamada... Qué hora es?

Me senté en la cama, frotándome los ojos para tratar de quitarme el sueño.

Draco: Hora de la comida casi, queda media hora.

Tn: Oh...

Draco: Estás bien?

Tn: Si es solo... Podemos no ir al gran comedor?

Draco: Claro, quieres ir a las cocinas para agarrar algo de comer?

Draco abrazó mi cintura y yo volví a tumbarme sobre su pecho, apoyando mi mejilla y abrazando uno de sus brazos, buscando protección. Negué con la cabeza, simplemente ese día no podía. Había tantas cosas en mi cabeza que tan solo de pensar en la comida me entraban ganas de vomitar.

Tn: Hoy no puedo.... No puedo...

Draco: Esta bien princesa, no te preocupes. *Besando mi pelo* Estoy muy orgulloso de ti. Te prometo que esto va a mejorar.

Tn: Draco. *Susurrando*

Draco: Si?

Tn: Podemos ir a la enfermería? No me siento bien, me duele el brazo y la cabeza.

Draco: Claro, vamos, no tenías que preguntar. *Preocupado*

Me levanté de la cama, sintiendo como el suelo me daba vueltas, no entendía que pasaba, hacía un segundo estaba bien. Me levanté la manga de la camisa, mi brazo tenía una raya morada que me daba la vuelta al brazo, debía de tener 3 dedos de ancho. Me sentí peor, recordando que eso lo había hecho mi propio hermano. Mis piernas fallaron por un momento, si no fuera porque Draco me tenía sujeta por la cintura desde que me había levantado seguramente habría caído al suelo. Todo lo que había pasado antes en el lago se repetía en mi mente, los gritos de Harry cada vez se hacían más fuertes en mi cabeza, tenía ganas de correr hacía una pared, chocarme y quedar inconsciente, al menos así la voz pararía.

Draco: Tn, Tn.

La voz de Draco me sacó de mis pensamientos, estábamos en la enfermería, yo estaba sentada en una cama y Draco estaba a mi lado. Tenía que dejar de dispersarme tanto, nunca sé cómo llego a los sitios...

Tn: Lo siento...

Draco: Esta bien, no tienes que disculparte.

Draco acariciaba con cuidado mi mejilla, algo en mi decía que me alejara del contacto, que me iba a hacer daño tarde o temprano, pero era Draco... Él nunca me haría daño. "Lo mismo pensabas de Harry", estúpidas voces, "Él te hará daño", "Es solo cuestión de tiempo, ya verás", "Te quedarás sola, y esta vez tus niñas no te rescatarán, te lo mereces". Sollocé, tapándome los oidos, no sabía porque las seguía escuchando, no tenían razón, estaban mintiendo. No, no, no, no. Murmullos salían de mis labios, porqué pasaba esto? Qué estaba haciendo mal? "Estás siendo dramática", "Deja de exagerar, a nadie le importa". Lloré con más fuerza, mis ojos estaban cerrados y mis manos estaban tapando mis oidos con tanta fuerza que pensaba que iba a aplastarme el cráneo. Como pueden unas voces en mi cabeza tener mente propia? Por qué no podía simplemente callarlas? Tragué. Qué estaba tomando? Qué había bajado por mi garganta? Antes de que pudiera responder a alguna de esas preguntas me precipité a un vacio, negro, sin fondo, sin ruido, sin voces... Todo había parado, incluso mis pensamientos... 



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Si es demasiado drama por favor diganmelo, es solo que estoy un poco depresiva por los recuerdos de un amor que nunca fué y tengo muchas ganas de escribir un drama muy fluff. 

Un sueño hecho realidad (MEJORADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora