37 - Arthur 03: Mareas y semi humanos

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—Asegúrense de atar bien todas las cuerdas. Carguen todas las provisiones y a los caballos—doy la orden a mi equipo y el resto de caballeros.

Ni siquiera noté en que momento llegamos a la sexta capa abisal, luego de tanto luchar y cabalgar por selenios enteros apenas y puedo darme momentos para pensar de esta manera.

Acabamos de llegar al Pozo Negro, un enorme océano oscuro. Es tan o más oscuro que el Subterráneo Seco, nuestra única fuente de iluminación serán nuestras antorchas y candiles.

Hasta este momento, habíamos dirigido la exploración en todo lo posible, andando por los caminos mapeados que anteriormente habían sido explorados. Sin embargo, la existencia de una capa enteramente acuática lo complica todo. Una vez que pongamos un pie en el agua, dejaremos de tener el control por completo y solo podremos guiarnos por nuestro instinto.

En la segunda capa de El Abismo hay unos cuantos cuerpos de agua que son navegados por los locales mediante botes pequeños. Para esta expedición, hemos tenido que arrastrar por todos lados nuestra carreta con provisiones. Dicho vehículo lleva consigo un bote lo suficientemente grande para cargar a mi escuadrón.

Los caballos viajaran en distintos botes, guiados por otros caballeros designados para cuidarlos. En caso de que logremos encontrar una hipotética entrada a una séptima capa, habremos cruzado todos.

Para ser honesto, veo el final del viaje aquí. Nadie ha podido sortear este negro y oscuro océano. Mierda, ni siquiera sabemos si hay algo más allá abajo. Pero esta es la naturaleza de los Traza-Caminos, morir y dar la vida por conocer un poco más de nuestro mundo. Puede que los siguientes seamos nosotros, y que tengan que pasar mil exploraciones más para que alguien consiga descubrir el camino correcto, si es que lo hay. Estoy tan estresado... ha habido muchas bajas, hay tantas cosas de las que cuidarse. Monstruos, peligros del camino... Amcottes Eveas...

Siento una pequeña mano darme una palmada en la espalda. Cuando volteo la mirada, veo a Panqueque, quien baja sus ojos hacia el suelo con rapidez. Ah, esto me reconforta más.

Ella es tan linda y amable cuando se lo propone, a pesar de que no sé qué está pensando la mayor parte del tiempo. De vez en cuando, me entretengo imaginando sus pensamientos. Tomando en cuenta que dice venir de otro mundo, y que anteriormente era un unicornio debe guardar muchas cosas misteriosas. Pensamientos profundos, secretos inimaginables, etc. Sí, seguro debe ser esa la razón del porqué no habla mucho.

Desde que hablé con ella en aquella noche de borrachera no me la he podido sacar de la cabeza. O mejor dicho, desde que la conocí en esa granja de Badaron hace tiempo. Me gustaba su cabello de colores, y sus pupilas eran tan hermosas como nunca había visto antes. Sin embargo, parece que nació por y para los tonos oscuros, porque sabe combinarlos bien en ella.

Me dijo que tenía un nombre, algo como "estilo gótico", lo que sea que signifique eso. Como sea, ha sido algo fascinante y todo alrededor de ella me sorprende cada día más. Cuando regresemos de la expedición, me gustaría tomarme un tiempo para conocerla más a fondo. Seguro que a Majorie, Baldwin y Celica les encantará conocerla.

—Arthur, te daré una paliza si no te concentras en esto—ladra Sybil.

Sacudo mi cabeza, intentando regresar a la exploración. Junto a mi equipo, logramos trasladar las cosas hacia el bote que usaremos nosotros. He estado al pendiente del escuadrón de Amcottes y lo que sea que nos está persiguiendo desde los Jardines Huecos.

—Bien, colgaré las antorchas en los extremos y estaremos casi listos para partir—informa Julian.

Y así terminan los preparativos para comenzar la fase de navegación marina. Coloco el farol principal en la punta del bote y subimos a bordo. Es pequeño, prácticamente del tamaño de la carreta, pero será el único espacio que tengamos. He leído mucho sobre las exploraciones previas de los caballeros Traza-Caminos, y el Pozo Negro siempre ha presentado una dificultad enorme para las expediciones de mapeado.

Que se jodan los arcoíris ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora