58 - Capítulo 31: Que se jodan los veterinarios

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̶¿̶L̶e̶s̶ ̶m̶o̶l̶e̶s̶t̶a̶ ̶s̶i̶ ̶h̶a̶g̶o̶ ̶m̶i̶ ̶l̶i̶s̶t̶a̶ ̶d̶e̶ ̶p̶e̶n̶d̶i̶e̶n̶t̶e̶s̶ ̶e̶n̶ ̶e̶s̶t̶a̶ ̶p̶a̶r̶t̶e̶ ̶d̶e̶l̶ ̶l̶i̶b̶r̶o̶?̶ ̶A̶ ̶v̶e̶r̶,̶ ̶l̶a̶v̶a̶r̶ ̶m̶i̶ ̶t̶ú̶n̶i̶c̶a̶ ̶y̶a̶ ̶e̶s̶t̶á̶ ̶h̶e̶c̶h̶o̶,̶ ̶l̶a̶ ̶V̶o̶z̶ ̶I̶n̶t̶r̶u̶s̶i̶v̶a̶ ̶s̶e̶ ̶e̶n̶c̶a̶r̶g̶ó̶ ̶d̶e̶ ̶e̶s̶o̶.̶ ̶Y̶ ̶h̶a̶s̶t̶a̶ ̶s̶e̶ ̶t̶o̶m̶ó̶ ̶l̶a̶ ̶m̶o̶l̶e̶s̶t̶i̶a̶ ̶d̶e̶ ̶p̶o̶n̶e̶r̶l̶e̶ ̶s̶u̶a̶v̶i̶z̶a̶n̶t̶e̶ ̶c̶o̶n̶ ̶a̶r̶o̶m̶a̶ ̶a̶ ̶l̶a̶v̶a̶n̶d̶a̶.̶ ̶S̶e̶g̶u̶n̶d̶o̶,̶ ̶a̶l̶i̶s̶a̶r̶m̶e̶ ̶e̶l̶ ̶c̶a̶b̶e̶l̶l̶o̶ ̶c̶o̶n̶ ̶l̶a̶s̶ ̶m̶a̶n̶o̶s̶ ̶p̶o̶r̶q̶u̶e̶ ̶n̶o̶ ̶t̶e̶n̶g̶o̶ ̶u̶n̶ ̶c̶e̶p̶i̶l̶l̶o̶.̶ ̶T̶e̶r̶c̶e̶r̶o̶,̶ ̶t̶o̶c̶a̶r̶ ̶l̶a̶ ̶p̶u̶e̶r̶t̶a̶ ̶d̶e̶ ̶l̶a̶ ̶g̶r̶a̶n̶j̶a̶.̶ ̶L̶i̶s̶t̶o̶,̶ ̶e̶s̶o̶ ̶e̶s̶ ̶t̶o̶d̶o̶,̶ ̶g̶r̶a̶c̶i̶a̶s̶ ̶p̶o̶r̶ ̶s̶o̶p̶o̶r̶t̶a̶r̶m̶e̶.̶

Toco con suavidad la puerta de la granja del señor Elfash. Bueno, disque suavidad porque la verdad es que casi la derribo con los nervios. Tiene mucho tiempo que no me paro por aquí y no sé si las cosas han cambiado. Todo ha estado ocurriendo muy rápido, así que quise darme un respiro y un pequeño tiempo para mí.

Luego de ir a convencer a los semi humanos de que vayan a darse de golpes con la iglesia en nuestro lugar, acompañé a Majorie hasta la ciudad de Aerilon, donde Howard nos dijo que estaría la base secreta de nuestra operación. ̶N̶i̶ ̶t̶a̶n̶ ̶s̶e̶c̶r̶e̶t̶a̶ ̶p̶o̶r̶q̶u̶e̶ ̶a̶h̶o̶r̶a̶ ̶u̶s̶t̶e̶d̶e̶s̶ ̶y̶a̶ ̶l̶o̶ ̶s̶a̶b̶e̶n̶.̶

En fin, hubiera sido más rápido si mi Teletransportación me hubiera dejado ir hacia allá, pero como nunca puse un pie ahí tuvimos que ir caminando un montón de kilómetros. Yo la dejé en la entrada de la ciudad y luego me escabullí hacia Badaron en la segunda capa usando mi magia.

Como sea, tiene tan solo uno o dos días desde que la expedición al fondo de El Abismo finalizó, así que las noticias de si fue un éxito o un fracaso no han llegado. De hecho, creo que ni van a anunciar los resultados de dicha excursión, todo el mundo está más concentrado en el golpe de estado y la caída de la casa Vawdrey.

De hecho, caminando por Badaron me encontré con algunos carteles con el rostro de Majorie y su familia y amigos dibujados. Ah, y Howard y yo también. Sé que soy una belleza andante pero el cartel no le hace justicia a como me veo. Bueno, en realidad sí está muy acertado a lo que soy.

Puaj, como me gustaría volver a ser un unicornio de cuerpo completo de nuevo, al menos así podría andar por todos lados sin necesidad de usar una maldita capucha estorbosa para esconderme. Y tuve que ocultar mi cuerno también, de otra forma me levanta la caperuza.

̶Y̶ ̶n̶o̶,̶ ̶q̶u̶i̶t̶a̶r̶m̶e̶ ̶e̶l̶ ̶t̶i̶n̶t̶e̶ ̶d̶e̶ ̶c̶a̶b̶e̶l̶l̶o̶ ̶y̶ ̶l̶u̶c̶i̶r̶ ̶e̶l̶ ̶a̶r̶c̶o̶í̶r̶i̶s̶ ̶d̶e̶ ̶m̶i̶ ̶m̶e̶l̶e̶n̶a̶ ̶n̶o̶ ̶e̶s̶ ̶u̶n̶a̶ ̶o̶p̶c̶i̶ó̶n̶.̶ ̶Q̶u̶e̶ ̶s̶e̶ ̶j̶o̶d̶a̶n̶ ̶l̶o̶s̶ ̶a̶r̶c̶o̶í̶r̶i̶s̶ ̶d̶e̶ ̶n̶u̶e̶v̶o̶.̶

Decido suprimir mis pensamientos cuando escucho la perilla de la puerta girar. Casi contengo la respiración, no tengo idea de cómo vayan a reaccionar al verme, ni si me esperaban. Bien pueden entregarme a las autoridades. Es algo que mi otra madre hubiera hecho con gusto y alegría para deshacerse de mí.

Quien abre la puerta es nada menos que la señora Dranin, quien abre los ojos de par en par al verme parada afuera.

—¡Panqueque!, ¿Cómo estás chamaca? Dio' mio, que alegría traigo yo de verte, niña—ella me abraza con fuerza casi al instante.

Uff, al menos puedo quitarme de la cabeza la idea de escapar en caso de que me delataran con la iglesia. No parece tener intención de hacerlo.

—¡Elfash! Ven aquí pa' qué veas quien anda acá—grita ella.

Que se jodan los arcoíris ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora