En el reino de Asonas, existe la leyenda del Dragón Blanco. Una criatura que con su poder creó el mundo que conocemos hoy en día: un enorme hueco subterráneo donde los humanos crecieron y prosperaron con dificultad hasta nuestros días. Se cree que el dragón murió, sin embargo, dejó detrás una maldición que azota a la familia real, un terrible estado alterado conocido como "Draconificación". Si aquel que está maldito no consigue romper dicha catástrofe, mutará en ese dragón nuevamente, pero este traerá destrucción y la aniquilación de la raza humana que se encuentra en El Abismo.
Y esa persona maldita soy yo, Majorie Vawdrey, la cuarta princesa del reino de Asonas. Soy yo la responsable de cargar con el peso de la maldición en mi generación. No solo eso, también poseo memorias de otra vida, una que tenía antes de llegar a este mundo. Era una estudiante del mundo ordinario cuando un incidente que todavía no alcanzo a comprender me arrebató la vida y vine a parar a este mundo.
Han pasado doce cursos abisales, o lo equivalente a seis años humanos desde entonces y me he resignado a vivir como una princesa en este lugar. He aprendido mucho desde entonces. No fue hasta que logré entender el idioma que pude comprender las palabras que dijeron mis padres, las sirvientas y mi hermano Arthur ese día.
Naturalmente, el tener recuerdos de una vida pasada hubiera sido contraproducente en mi situación si era descubierta, así que decidí mantener en secreto todo. Sin embargo, también aproveché mi inteligencia para cosas útiles, como estudiar el funcionamiento de este mundo y compararlo con el mío. Mis padres, Edmund y Quinella creen que soy una niña prodigio, así que se aseguraron de conseguir a buenos profesores y tutores particulares a temprana edad solo para mí. Según ellos, si todo marcha bien podré eventualmente ingresar sin problemas a la academia privada de Asonas pronto. Mis hermanos estudian o estudiaron ahí, y es la única escuela de alto rango en todo el mundo. Hay otro par de centros educativos pequeños en la primera capa de El Abismo, que es donde radica la mayor parte de la población humana, pero la academia de la que hablo tiene cierta exclusividad para hijos de nobles y por supuesto, la realeza.
Me encuentro sentada en el suelo de una de las habitaciones del palacio cuando un hombre de cabello oscuro, gafas y peinado elegante entra. Es mi profesor, el señor Bowyar, quien se encarga de mi educación básica en este lugar. Las clases particulares son increíblemente efectivas cuando tienes toda la atención, a diferencia de mi anterior vida donde siendo honesta, dejaba algo que desear.
—Muy bien, joven Majorie, espero que venga preparada para una larga clase de historia, política y geografía.
Afirmo con mi cabeza, emocionada de descubrir más sobre este mundo fantástico.
—Me agrada su entusiasmo. Muy bien, comenzaré explicándole un poco sobre nuestro mundo. Como bien sabes, nuestro hogar guarda muchos misterios que todavía necesitan respuestas. Se sabe que nosotros los humanos vivimos en un enorme abismo subterráneo. Gracias a la increíble labor de los caballeros Traza-Caminos, sabemos que nuestro mundo tiene una profundidad de doce kilómetros de profundidad explorados hasta el momento.
—¿Entonces hay posibilidad de que El Abismo sea mucho más grande de lo que conocemos actualmente?—mi intriga es evidente.
—Así es. Se sabe que hay algunos pasajes que llevan a las más profundas entrañas de la tierra, pero hace mucho tiempo se detuvieron las labores de los Traza-Caminos y no se han vuelto a reanudar hasta la fecha.
Conocer más sobre el lugar que ahora es mi hogar es fundamental para mi desarrollo aquí. Esta es mi vida ahora y no parece que tenga posibilidad de regresar a mi antigua vida. Extraño la tecnología y mi teléfono celular.
—El Abismo se encuentra poblado de criaturas extremadamente violentas y peligrosas. Hemos conseguido ahuyentarlas lo suficiente para establecer nuestra civilización en las capas superiores. De esos doce kilómetros, los humanos solo habitamos cuatro, divididos entre la primera y segunda capa. El resto de El Abismo sigue siendo propiedad de los monstruos.
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Que se jodan los arcoíris ©
FantasyLa vida apesta, en especial para Jean, una chica gótica que ha reencarnado en un unicornio dentro de un mundo de fantasía luego de morir en su oscura vida anterior. Rechazando su nueva naturaleza, Jean se opone a los colores y decide tomar el contro...