51 - Capítulo 27: Que se joda la tierra

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La nostalgia es extraña. ¿Cómo puedes extrañar una vida de mierda? Cuando has vivido bajo el yugo de una bully toda tu vida, es complicado imaginar que algún día pudieras llegar a sentir un anhelo por regresar a aquellos tiempos. Es por eso que digo que la nostalgia es extraña.

¿Pero saben que es lo más raro? Cuando extrañas una vida que no fue tuya. O al menos en su totalidad. Es por eso que me cuesta creer que me siento a gusto en este sitio, rodeada de edificios, automóviles y personas caminando por la ciudad.

Me tomo un momento para respirar el aire. Puaj, esto está lejos de ser fresco, está lleno de smog y polución por todos lados. Incluso así, es mucho mejor que la hediondez a encerrado que produce El Abismo.

No solo eso, estoy entrecerrando los ojos como si tuviera astigmatismo. Supongo que es normal, luego de quince años mis pupilas y ojos se han debilitado y no están acostumbradas a ver tantas luces brillantes, ni pantallas LED o intensas lámparas de calle.

—Oye, cuidado, quítate de en medio—un hombre me empuja y continúa su camino.

Lo siento, estoy estorbando en la banqueta. Realmente me gustaría moverme, en serio, pero estoy tan perdida en mis pensamientos que me cuesta reaccionar de manera correcta a la vida urbana que se vive en la tierra.

—Wow, que chica tan rara. ¿Viste el cuerno en su cabeza?

—Sí, se ve muy real. ¿Estará haciendo cosplay?

Algunos murmullos llegan a mis oídos. Bueno, es normal, en el planeta tierra no hay magas que vistan túnicas oscuras, ni mucho menos que tengan un cuerno de unicornio incrustado en la cabeza. Da igual, mientras no me molesten ni me hagan llegar tarde a mi cita todo estará bien.

De mi túnica saco el teléfono celular que la Voz Intrusiva me entregó. Se supone que debo verlo en un punto en específico, pero yo... Jean jamás salía de su habitación más que para ir a la escuela. No conozco la ciudad y mis habilidades sociales son cero.

Enciendo el teléfono y torpemente deslizo el dedo por la pantalla. Se supone que debe haber una aplicación de mapas en este celular, todo mundo la tiene. Veamos... uy, aquí está. Un inmenso croquis de la zona se despliega en la aplicación. Esto es mucho más grande que El Abismo. No debería sorprenderme, estamos en la tierra después de todo.

En estos momentos me gustaría poder usar mi Teletransportación, su mapa es mucho más intuitivo que la cochinada de aplicación que tiene este teléfono. De hecho, intenté usar magia hace rato, pero nada pasó. Ya sabía que no podría hacerlo, lo supe cuando terminé por convertirme en Administradora. O una diosa, que sería el equivalente en la tierra.

Sí, me llegó un montón de información acerca del omniverso, las responsabilidades de los dioses, las Flores Eternas, bla, bla, bla. Si les interesa saber eso mejor vayan a leer "La Promesa de Charlotte", yo no tengo motivos para meterme en asuntos de seres superiores a los dioses.

Como en la tierra no existe el Sistema de SW000, ni tampoco hay un nexo o portal abierto con El Abismo, no puedo usar mi magia ni ninguna habilidad que tenga. La Voz Intrusiva tampoco debería poder en teoría, pero al final de cuentas él se alzó como Dios Primigenio en SW000, así que tiene más prioridad existencial que yo.

Ah, cierto, mi cita con la Voz Intrusiva. A ver, ¿Dónde está el restaurante que me dijo? Ya veo, queda relativamente cerca, así que solo tengo que caminar y evitar que me atropellen o algo parecido.

Comienzo a mover mis pies en dirección al restaurante. La luna se alza de manera majestuosa en el cielo. Me aseguro de observarla bien, porque probablemente no vuelva a hacerlo en mucho tiempo. Después de todo, todavía tengo que regresar a El Abismo.

Que se jodan los arcoíris ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora