Había una vez un mundo mágico, con cientos de reinos y perras por oprimir. Un mundo pacífico y tranquilo que continuamente pisoteaba a las fuerzas oscuras de Asonas
̷O̷ ̷e̷s̷o̷ ̷m̷e̷ ̷g̷u̷s̷t̷a̷r̷í̷a̷ ̷p̷o̷d̷e̷r̷ ̷d̷e̷c̷i̷r̷.̷ ̷A̷l̷ ̷d̷e̷m̷o̷n̷i̷o̷ ̷c̷o̷n̷ ̷l̷a̷ ̷n̷a̷r̷r̷a̷t̷i̷v̷a̷ ̷e̷n̷ ̷t̷e̷r̷c̷e̷r̷a̷ ̷p̷e̷r̷s̷o̷n̷a̷ ̷y̷ ̷l̷a̷ ̷p̷e̷r̷r̷a̷ ̷d̷e̷ ̷J̷e̷a̷n̷ ̷J̷o̷y̷n̷e̷r̷.̷ Mi nombre es Kendra Erickson, o al menos ese era en mi perfecta vida antes de toda esta basura. Tal parece que morí y alguien me hizo el fabuloso favor de regresarme a la vida porque no había humillado lo suficiente a esa maldita gótica asquerosa. Hubiera sido una pena quedarme muerta honestamente, así que no tengo la menor intención de morir mientras tenga mis dos habilidades tramposas.
̷ ̷A̷h̷ ̷c̷l̷a̷r̷o̷,̷ ̷e̷s̷t̷o̷ ̷s̷e̷ ̷e̷s̷t̷á̷ ̷c̷o̷m̷p̷l̷i̷c̷a̷n̷d̷o̷ ̷d̷e̷m̷a̷s̷i̷a̷d̷o̷.̷ ̷¿̷L̷e̷s̷ ̷g̷u̷s̷t̷a̷ ̷e̷s̷t̷a̷ ̷r̷e̷e̷s̷c̷r̷i̷t̷u̷r̷a̷ ̷d̷e̷ ̷l̷a̷ ̷n̷o̷v̷e̷l̷a̷,̷ ̷b̷a̷s̷u̷r̷a̷s̷?̷. Dicen que la historia la escriben los ganadores, y tal parece que mi pequeña perrita faldera acaba de perder para siempre. Tuvo un Game Over total y definitivo por el resto de su repugnante y nauseabunda existencia.
¡YO GANÉ! ¡GANÉ, GANÉ, GANÉ, GANÉ! ¡JEAN JOYNER REGRESÓ A MÍ POR FÍN LUEGO DE TANTOS AÑOS!
—¡¿No vas a decir nada, perra!?—pateo con fuerza el vientre de Jean.
La maldita zorra se queja con dificultad, abriendo los ojos lentamente. Owww, se ve tan pendejita con esa cara de asustada. Me deleito con su expresión de confusión y dolor, incorporándose en su sitio.
—¡Oye, no golpees a un ejemplar tan singular!—me regaña Mona.
—Ella no es un unicornio único, estúpida. ES MI MASCOTA—le dejo en claro, poniendo un límite.
Mona gruñe con furia, pero resiste su impulso de seguir esta ridícula discusión. Eso pensé. Fue tan desesperante actuar como amigas durante la misión para extraer al Destello Oscuro de su habitad, que resultó ser una patética granja. Y fue aún más horrible aguantar las ganas de humillarla cada segundo mientras fingía que me importaba.
Como sea, puedo saciar mis sádicas ganas ahora. ¡Carajo, quiero hacerle de todo! Aún no puedo creer que ella se haya visto envuelta en toda la basura de mi muerte en el otro mundo. Me siento tan gozosa que quiero gritar con todas mis fuerzas para sacar la euforia que llevo dentro.
Incluso si Zorra Joyner no hubiera muerto y reencarnado aquí, eventualmente le hubiera pedido a Friedried que me llevara de vuelta al planeta tierra por un par de horas para arrastrarla hasta este mundo y torturarla. Ella no estaría a salvo en ningún maldito lugar de todo el omniverso. No importa si se resguarda en el lugar más inhóspito de El Cruce, en la utopía de las Flores Eternas, con el mismísimo MoonLight Valley... ̷o̷ ̷e̷n̷ ̷s̷u̷ ̷m̷u̷n̷d̷o̷ ̷d̷e̷ ̷p̷o̷r̷q̷u̷e̷r̷í̷a̷,̷ ̷m̷i̷s̷ ̷n̷o̷ ̷e̷s̷t̷i̷m̷a̷d̷o̷s̷ ̷l̷e̷c̷t̷o̷r̷e̷s̷.̷ Da igual donde intente esconderse, estaré ahí para torturarla.
Estoy hasta pensando en coleccionar a todas las Jean Joyner de cada mundo paralelo existente, pero ya pensaré en eso con calma después. Volviendo al tema que me concierne, tengo que ocuparme de esta pequeña garrapata.
Esta vez no pateo su estómago, sino su cara. Me aseguro de restregar mi zapato sobre su cabeza, retorciendo su rostro contra el suelo de la iglesia. Relamo las comisuras de mis labios, ansiosa de pensar en cómo me voy a divertir con ella.
—¿Me recuerdas, vampiro asqueroso?—la sostengo del cuello y la obligo a mirarme.
Tan solo decir esa frase basta para ver sus pupilas encogerse del terror y miedo. Sí, eso pensé. Muerta en vida, vampiro asqueroso, chica velorio; todos esos apodos deben haberse quedado grabados con fuego en su cerebro, si es que siquiera tiene uno.
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Que se jodan los arcoíris ©
FantasyLa vida apesta, en especial para Jean, una chica gótica que ha reencarnado en un unicornio dentro de un mundo de fantasía luego de morir en su oscura vida anterior. Rechazando su nueva naturaleza, Jean se opone a los colores y decide tomar el contro...