cincuenta

1.7K 99 25
                                    

Suele creerse que todo aquello que mal comienza, mal terminará.

Algo que la gente suele llamar karma, pues a quien te traicionó, lo van a traicionar, a quien te mintió, le van a mentir, a quien te ilusionó, lo van a ilusionar, a quien te hizo llorar, lo harán llorar, a quien te hizo daño, le harán peor, porque así son las reglas del juego.

¿O es quizás justicia divina?
Todo aquel que obra mal, al final le irá mal... puede que en un principio las cosas le salgan como las haya planeado, pero tarde o temprano Dios se encargará de pasar factura, pues la justicia divina es algo de lo que nadie puede escapar.

No es la venganza de Dios o del universo, es el reflejo de nuestras acciones.

Y nosotros actuamos mal.

Desde el inicio de nuestra relación las cosas comenzaron a salir mal, lastimamos a la gente que queríamos por no poder hacer las cosas bien, así que ¿como podría esperar que las cosas salieran bien para mi? ¿como podría esperar no salir lastimada?

Poco a poco las cosas comenzaron a salir mal.

El cambio, la nueva ciudad, los ojos puestos en nosotros, la separación de su familia, sus nuevas amistades, su nuevo equipo, sus nuevas conexiones.

Todo comenzó a caer poco a poco hasta que ya no pude soportarlo más.

No soportaba estar en una casa sola, en una ciudad sola, sola con el corazón en la mano llenas de amor.

Así que luego de recibir aquellas fotos supe que tendría que huir, así que empaque mis maletas y me marché sin mirar atrás.

Con mi cabeza llena de dudas y mi corazón lleno de pena.

¿Había valido la pena arriesgarlo todo por nosotros?

¿Había valido la pena romper una familia?

¿Había valido la pena morirme de amor?

El era el amor de mi vida, el me enseñó a amar a pesar de las adversidades.

El era mi luz en medio de la oscuridad.

El era mi todo.

Pero todo no es suficiente.

¿karma? ¿justicia divina? ¿venganza?

No lo sabía, lo único que sabía era que la infidelidad al inicio de mi relación había sido la misma razón por la que termino.

Y es que, lo que mal comienza, mal termina, ¿no es así?


















Llegar al apartamento luego de haber pasado todo el fin de semana de diversión con los muchachos del equipo aprovechando la semana libre que nos dieron y encontrarlo vacío fue como una estaca en mi corazón. realmente no creía que esto fuera real, no podía creer que ella me había abandonado.

Ella me amaba, ella..

Ella y yo, éramos solamente ella y yo.

Hasta que no lo fuimos más.

La monotonía, la presión, el cambio. Todo jugó en mi contra y termine haciéndole lo que juré nunca hacer. Jure no repetir los patrones que mi hermano ejerció sobre ella.

Jure que la amaría para toda la vida.

Jure que seríamos ella y yo.

Solo ella y yo.

Y ahora, solamente quedaba yo.

















Llámenle karma.
Se habían encontrado por fin pero, estaba tan diferentes...
Por una parte, ella sentía que había sanado de él, se saciaron sus ganas de amarlo.

Por otra parte y por desgracia, a él le volvieron a brillar los ojos al verla, la veía como jamás la había visto:
más linda y segura que antes.

Ella, para ese tiempo lo había llorado lo suficiente, soñado lo suficiente, buscado lo suficiente, pero nada, nada, nadie había sido suficiente.

Y fue ahí cuando ella comprendió que el destino, como tal, salva a unos y condena a otros de por vida.




















Ella y el, para siempre.










Ella y el, nunca más.

















Fin

¡gracias!   🤍

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡gracias!
   🤍

Ella y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora