Ella y yo
Dos locos viviendo una aventura
Castigada por Dios
Un laberinto sin salida
En donde el miedo se convierte en amor
Alana Guzmán estaba enamorada.
Enamorada de un Álvarez.
Su mundo entero era su novio y sus ojos.
Alana estaba perdidamen...
Nunca había despertado tan feliz como lo había hecho hoy. No sabía que hora era, solo sabía que era aún madrugada pues de las ventanas podía observarse aún la oscura noche y las pequeñas luces de los edificios de esta gran ciudad era lo único que alcanzaba a distinguirse.
Fuera de ahí, todo era oscuridad. No había nada más que pudiera percibirse además de los suaves ronquidos de Kevin quien dormía aferrado a mi pecho como un niño chiquito asustado, buscando consuelo. Así, piel a piel, los dos aún desnudos y con el sudor de nuestros cuerpos mezclados entre sí.
Solo era eso, el calor de su piel, su peso sobre mi, sus brazos abrazándome con fuerza, el picazón de su cabello en mi pecho, y sus suaves respiraciones que chocaban contra mi desnuda piel.
Todo lo demás se había borrado como por hate de magia de mi mente, no podía pensar en nada más que el y en lo que acababa de suceder.
Jamás, jamás en mi vida me había sentido tan plena como en el momento que su cuerpo se unió al mío. El placer que sentí fue inexplicable, la sensación de tenerlo dentro de mi, la seguridad que me daba, la manera en la que me veía. Todo era perfecto, realmente lo era.
Y los recuerdos de lo que sucedió horas atrás me atacaron por completo.
Flashback
—Kevin, Kevin.—gemí en sus labios cuando de alguna manera consiguió girarse y quedar ahora el encima de mi, con sus brazos al costado casi dejando caer todo su peso, frente a frente.
Las gotitas de sudor de su frente comenzaron a correr, mis ojos estaban cristalizados por placer que sentía, y a pesar de hacer mi mayor esfuerzo por no ser ruidosa y que fueran a descubrirnos, la manera en la que Kevin se movía hacia mi tarea casi imposible.
—Más.—jadee tomándolo por los hombros para tener algo que apretar.
—Eres perfecta amor, me vuelves loco.—mis piernas temblaron aún más al escuchar su voz ronca hablarme de esa manera.
—Kev, no aguanto más.—solloce sintiendo el nudo formarse en mi vientre bajo.
—Hagámoslo juntos.—respondió a duras penas kevin sin detener sus movimientos.
Mis piernas automáticamente se enredaron en su espalda para mantenerlo pegado de mi.
Dio unas estocadas más y luego se lanzó a mis labios para besarme intensamente.
Gemí entre besos y en el momento que mordí su labio inferior, sentí como se tensó y luego se descargó dentro de mi provocando que me liberara también.
De inmediato cayó en mi pecho por completo sin salir de mi, rodeo mi cintura con sus brazos y acurrucó mientras los dos intentábamos recuperar el aliento.
No hacían falta palabras. Nada podría explicarse, no con nosotros.
Fin del flashback
Junte los muslos ante el recuerdo cuando sentí como mi entrepierna comenzaba a cosquillear.
Inconscientemente las frote esperando saciar la sensación, ignorando el calor que volvía a subir por mi cuerpo.
No podía ser posible que estuviera calentándome de nuevo.
—Ya, tranquilízate Alana.—me dije a mi misma cerrando los ojos para intentar pensar en otras cosas.
Pero era imposible, en mi mente no había más que imágenes de él, y las sensaciones comenzaban a hacerse notar.
Ahogue un jadeo al recordar la sensación, y creí que estaba volviéndome loca cuando volví a sentir caricias en mi parte baja.
Pero, no estaba loca. No.
Las cosas comenzaron a aclararse y entonces me di cuenta de lo que estaba sucediendo.
Uno de los brazos de Kevin había soltado mi cintura y pasó a mis muslos los cuales comenzó a tocar suavemente.
Era obvio que los dos habíamos despertado.
Pero no dije nada, solo cerré los ojos y eché la cabeza hacia atrás disfrutado de su toque.
Con cuidado abrió mis piernas aún con una sola mano y llegó al punto en donde más lo necesitaba.
Sin poder evitarlo solté un gemido en voz alta que de inmediato cubrí mordiendo con fuerza mi labio.
Kevin no me hizo esperar más y comenzó a satisfacerme mientras que yo no hacía más que elevar mis caderas para buscar más roce.
Sentí también como el miembro de Kevin se endurecía bajo mi cuerpo lo que me calentó aún mas.
Sin pensarlo mucho baje una de mis manos hasta ahí y lo tome con cuidado para después comenzar a subir y bajar lentamente escuchando su respiración volverse cada vez más pesada.
Sus movimientos aumentaron a la par de los míos. El cuarto se convirtió de nuevo en un nido caliente, el olor a sudor y sexo se impregnó de nuevo y lo único que podía escucharse era el choque de su piel con la mía y los gemidos que ambos intentábamos esconder.
Hasta que de nuevo el famoso nudo llegó.
Mi mano apretó aún más su miembro el cual comenzaba a dar indicios de que estaba por terminar también.
Intensifique mis movimientos y una vez más llegue a mi punto máximo cuando sentí su boca morder mi piel.
Solté un grito y de inmediato el término viniéndose sobre mi mano.
Fue entonces cuando los dos abrimos los ojos por primera vez, nuestras miradas se encontraron al instante y una sonrisa tonta se pintó en nuestros rostros cuando nos tuvimos cerca.
Kevin se hizo para arriba hasta llegar a mi rostro.
Me dio un suave beso en los labios y luego, muy para mi pesar se levantó de la cama y fue hasta donde se encontraba la ropa echa bola.
Tomo su playera y se encargó de limpiar el desastre que habíamos causado.
Luego, reviso su celular permitiéndonos ver la hora.
5:02 a.m
Era temprano aún, por lo que decidió volverse a acostar a mi lado y acurrucarse en mi cuerpo escondiendo su carita en el hueco de mi cuello.
Yo encantada me acerque aun más a su cuerpo y lo abrace con fuerza.
Mientras que por el otro lado se encontraba un hermano con la mente echa un lío.
¿por qué Kevin había dicho que iría con Domelipa, si ella acababa de llegar al lugar?
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