"Al nacer, el universo tuvo su momento estelar: las flores se inclinaron, el cielo se aclaró, los pajaritos entonaron su melodía más hermosa y el sol brilló con más fuerza. Según mamá, todo esto sucedió gracias a mi llegada, ¡y quién soy yo para con...
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La llegada de un héroe, la traición de un imbecil y la amenaza a un Dios.
—Mi cabeza duele.
Susurre cerrando mis ojos, Luke suspiró mientras me daba un leve masaje en mis hombros, ya había pasado el solsticio y aunque se que Percy ya estaba más cerca de completar su misión, o que de seguro ya estaba en combate contra Ares.
Solté un quejido al recordar eso, el estupido combate contra Ares, aleje las manos de Luke de mis hombros y me incline sobre la mesa, buscando el vaso de Luke.
—Toma, eres un buen masajista aunque hagas chistes malos.
Luke se rió y se bebió el vaso de jugo completo haciendo una mueca.
—Esto si que sabe horrible.
—Es un jugo natural, verduras y otras cosas.
—¿Tomas esto a diario?—Asenti sonriendo abiertamente, él hizo una mueca—Pobre del hombre que te bese.
—Quisieras tu besarme.
—Quiero hacerlo.
Guarde silencio, él me miró con seriedad hasta que comenzó a reír, contagiandome.
—Buena esa, Luke. Casi te creo.
—Ya, chica hermosa.
Mi corazón se apretó un poco, era difícil no cogerle aprecio a Luke, pero teniendo en cuenta todo el mal que ha hecho y que hará, el dolor se desvanece, tal vez, si no supiera todo lo que hará.
Yo me hubiese enamorado de Luke.
—¿Qué te sucede?
—¿Qué?
—Te quedaste en silencio, y estás extraña desde ayer.
—No estoy extraña.
—Lo estas.
—Solo he estado pensativa, Percy me preocupa—Lo mire de reojo—Mi hermano es mi alma, quien le haga daño me hace daño a mi, quien sea su enemigo es el mio, es extraño estar lejos de él por tanto tiempo.
Luke se tenso y desvió la mirada, creo que era obvio la amenaza entre mis palabras, y él las entendió, mordí mi labio inferior riendo, Luke me miró extrañado.
—Mi hermano menor y yo tenemos un tipo de conexión—Susurré como si fuese un secreto—El cerebro humano puede sentir cuando alguien te esta mirando, nosotros funcionamos de manera algo igual, puedo sentir cuando está cerca.
—¿Enserio? eso es imposible.
—No para los hijos del mar, por ejemplo, está detrás de nosotros.
Me giré para ver a Percy maldecir por lo bajo, solté una carcajada rodeándolo con mis brazos, él me abrazó aunque siguió murmurando que no era justo.
